F.I. Rodríguezab, E.I. Godanoc y D.J. Buenoa*
a Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria EEA Concepción del Uruguay, Ruta Provincial 39 Km 143,5, 3260, Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina
b Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina.
c Tecnovo S.A., Parque Industrial C.C. 17, 3116,Crespo, Entre Ríos, Argentina.
*Correo electrónico: bueno.dante@inta.gob.ar
Argentina es un país ubicado en el extremo sur y sudeste de América del Sur. Adopta la forma de gobierno republicana, representativa y federal. El Estado nacional convive federativamente con veinticuatro entidades estatales autónomas, de las cuales veintitrés son provincias, y su capital es la ciudad de Buenos Aires.
La producción de huevo en Argentina es una de las actividades agroindustriales, que se encuentra concentrada principalmente en las provincias de Buenos Aires (41%), Entre Ríos (24%), Córdoba (7%), Mendoza (7%) y Santa Fe con (7%).
La producción de huevo cáscara para consumo fue 11.770 millones de huevo en 2014. Esto significa un aumento de un 8,4% con respecto al año anterior. Según la región geográfica, predomina la producción de huevo blanco o marrón. Esto obedece principalmente a los hábitos de consumo de la zona o de la región, donde está destinado el huevo. La proporción de huevos marrones y blancos es de 45:55. En la región centro del país se concentra la producción de la mayor parte del huevo blanco (Lamelas y col, 2015).
Actualmente, Argentina exporta huevos fértiles, huevos de consumo en cáscara y en polvo, reproductoras BB, vacunas, núcleos vitamínicos y minerales, galpones de crianza, fábricas de alimento balanceado, plantas de faena, desactivadoras de soja, túneles de congelado y cámaras frigoríficas, matricería y el conocimiento de profesionales y emprendedores (Prida, SA). En cuanto al tipo de alojamiento de las gallinas y la tecnología adoptada, en Argentina conviven distintos sistemas de producción, entre los clásicos, antiguos, abiertos, y los galpones automáticos. Incluso la mayoría de las granjas que tienen automatización, también tienen parte de los galpones antiguos y va a llevar un tiempo deshacerse de ellos (Anónimo, 2015b). No existe prácticamente la producción de huevo a piso, como así tampoco la producción en galpones con equipamiento de jaulas enriquecidas ni sistemas sin jaulas.
En lo que se refiere a la industrialización del huevo, durante 2014 operaron 14 empresas industrializadoras. Las exportaciones de huevo industrializado y en cáscara disminuyeron un 5%, las de albúmina un 3% y las de yema un 33% en volumen; sin embargo, el huevo de uso industrial aumentó un 7%. La composición de los envíos fue: 58% huevo de uso industrial, 22% de yema y 20% de albúmina. Por su parte, se exportaron 49 tn de huevo en cáscara.
Durante el año 2014 se importaron 272 tn de huevo industrializado (polvo) por un valor de 506 mil U$S FOB, provenientes de Estados Unidos en un 100% (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2015a). Las exportaciones del huevo industrializado en el período enero-junio de 2015 fue de 1.293 tn, 282 tn de albúmina y 274 tn de yema. No hubo exportaciones de huevo en cáscara, y respecto a las importaciones de huevo industrializado sólo hubo una en el mes de enero de 18 tn (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2015b).
Entre las fortalezas de la producción de huevo en Argentina se destacan el tener planteles libres de Influenza aviar y Enfermedad de Newcastle; muy buena disponibilidad de materias primas, y facilidades de acceso al agua en casi todos los lugares; capacidad de adaptación a los cambios políticos-institucionales-económicos-sociales del país, plantas de procesamiento industrial con alta tecnología e importante capacidad y certificaciones internacionales y oferta nacional de huevo atomizada, siendo un mercado de competencia perfecta.
Entre las debilidades de Argentina se pueden mencionar los escasos recursos humanos y formación en avicultura, superposición de normativas que dificultan el cumplimiento, falta de desarrollo en el packaging y presentación del producto, informalidad de la actividad y del sector en general, alta disparidad en la adopción de tecnología, lo que genera un incremento significativo de los costos, y el aumento de residuos y bajo control de calidad de materias primas (Anónimo, 2015b).
En el año 2015 el sector de huevo en Argentina fue afectado por el incremento de los costos internos de producción; una demanda autóctona de ovoproductos que si bien mantuvo margen para el crecimiento, no tuvo capacidad para captar toda la producción potencial de la industria, y un frente externo prometedor, con claras ventajas en materia de sanidad, pero muy esquivo por tipos de cambio, precio de producción y un alto nivel de competencia internacional (Prida, 2015a).
En octubre del 2015 se aprobó para la Argentina el certificado sanitario para la exportación de huevo en cáscara a los Estados Unidos, lo que ha abierto una puerta interesante para el sector.
Referencias
Se enviará a aquellas personas que lo soliciten.