El aumento del coste de los cereales los últimos años ha sumido al sector en un fuerte contexto de crisis que no se ha repercutido de forma equitativa en los distintos eslabones de la cadena productiva. El consumidor ha visto como seguía percibiendo un producto a un coste bajo y los ganaderos han conservado más o menos su salario, mientras las integradoras veían recortados sus márgenes de forma sostenida y repetida.
En este sentido, Ángel Martín, secretario general de Propollo, espera que la Ley de mejora de la cadena alimentaria, aprobada el 17 de julio en el Parlamento, permita redistribuir estas pérdidas en los distintos responsables de la producción: integradoras y ganaderos.