Para poder generar estas elevadas velocidades de aire, el número y tamaño de los extractores se ha incrementado sustancialmente, creando más aperturas a través de los cuales entra la luz.
Equipos e instalaciones
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Los productores de pollos de engorde, especialmente los que crían aves de gran tamaño, suelen preferir someterlos a una luz de intensidad relativamente baja. Normalmente se buscan unos niveles bajos de iluminación, a menudo inferiores a 21,5 lux, con el objetivo de reducir la actividad de las aves, lo cual se traducirá en una mejora de los índices de conversión, además de reducir los arañazos y los decomisos.
Aunque se ha demostrado que la cría de broilers con una iluminación mínima es beneficiosa en muchos casos, hay un inconveniente potencial, que es la reducción del control del fotoperiodo, especialmente durante las estaciones calurosas.
Estaciones frías
A menudo, durante las estaciones frías, solo es necesario tener ligeramente abiertas una parte de las entradas laterales de aire y algunos ventiladores de 40 cm de pared lateral para mantener una buena temperatura y calidad del aire. La cantidad de luz que entra en la nave a través de los ventiladores de pared lateral suele ser mínima, de forma que el nivel de luz está determinado principalmente por el sistema de iluminación, y no por lo que ocurre en el exterior.
Estaciones cálidas
Sin embargo, durante las épocas de calor, puede ser necesario que los extractores de túnel estén funcionando durante semanas, lo que dificulta el control del nivel de iluminación de la nave debido a la entrada de luz a través de los mismos. Aunque la cantidad de luz que pasa a través de las entradas de aire puede reducirse mediante paneles evaporativos, a menudo se limita poco la entrada de luz a través de extractores que están en funcionamiento.
La cantidad de luz que inunda la zona de la nave adyacente a los extractores de túnel ha ido en aumento en los últimos años. Con la tendencia creciente a criar pollos de mayor tamaño, las velocidades del aire han aumentado de 2 a 2,5 y a 3 m/s, y ahora en algunos casos hasta 4 m/s.
Para poder generar estas elevadas velocidades de aire, el número y tamaño de los extractores se ha incrementado sustancialmente, creando más aperturas a través de los cuales entra la luz.
Existe la tendencia actual a tener naves más anchas, en las que una parte de los ventiladores de túnel se instalan en la pared del fondo. El resultado de todos estos cambios es que la intensidad luminosa en la zona de la nave junto a los ventiladores puede superar fácilmente los 807 lux.
Aunque la luminosidad puede ser extremadamente brillante en las proximidades de los ventiladores de túnel, el nivel de iluminación suele disminuir rápidamente conforme aumenta la distancia con la pared del fondo. En la mayoría de casos, el nivel de iluminación da por debajo de 10 lux a 30 metros de los ventiladores de túnel.
Paredes laterales
La tasa de descenso del nivel de iluminación está determinada principalmente por la localización de los ventiladores de túnel. Cuando los ventiladores se localizan en las paredes laterales, la luz que entra a través de los mismos tiende a proyectarse a lo largo del ancho de la nave, limitando así, el número de aves expuestas a niveles potencialmente altos de luz.
Pared del fondo
Pero cuando los ventiladores de túnel se encuentran en la pared del fondo, la luz se proyecta a lo largo de la nave, potencialmente afectando la intensidad luminosa a nivel de suelo a incluso a 60 metros de los ventiladores de túnel –Figuras 3 y 4–.
Nivel de iluminación
Otro factor importante que determina el número de aves potencialmente afectadas por la entrada de luz a través de los ventiladores de túnel es el nivel de iluminación que el avicultor intenta mantener, de modo que cuanto más oscura sea la nave, más aves podrán verse afectadas por la entrada de luz. Las Figuras 5 y 6 muestran la intensidad lumínica a nivel de suelo en la que la única luz de la nave proviene de los ventiladores de túnel situados en la pared de fondo. Si el avicultor busca una nave muy iluminada –por encima de 10 lux– el número de aves potencialmente expuestas a un nivel de iluminación superior al deseado se limitaría al 20% de las aves, que serán aquellas situadas a unos 27 m de los ventiladores de túnel.
Sin embargo, si intenta mantener una intensidad lumínica muy baja de, por ejemplo, 1 lux, la luz procedente de los ventiladores será más intensa de lo deseado para que se encuentren a unos 60 m de los ventiladores, lo cual supone casi el 50% de las aves de la nave. Cuanto menor sea la intensidad lumínica deseada, mayor número de aves se verán afectadas por la entrada de luz a través de los ventiladores de túnel en funcionamiento.
Un incremento de la iluminación obviamente afecta el nivel de actividad de las aves.
La Figura 7 muestra el patrón de consumo de agua de las aves de la zona de los paneles evaporativos de una nave con ventilación de túnel. La nave era de de 15 x 170 m y tenía 11 ventiladores de túnel de 132 cm con persianas de mariposa, nueve de los cuales se situaban en las paredes laterales y dos en la pared del fondo. Las aves tenían aproximadamente siete semanas de edad y la mayoría de los ventiladores estaban en funcionamiento las 24 horas del día. Las luces se programaron para funcionar desde las 3 am a las 9 pm, con un periodo de oscuridad de seis horas. Los picos en el consumo de agua que se produjeron aproximadamente a las 9 am, fueron resultado de aumentar la luz desde su nivel normal de 2 lux a 21 lux, para la recogida diaria de las bajas, así como para comprobar los comederos y bebederos.
Monitorización del consumo de agua
La monitorización del consumo de agua es importante por varias razones, de las cuales, la más importante es la relación estrecha entre el consumo de agua y de pienso. Monitorización del consumo de agua Por cada 3 L de agua que beben las aves, comen aproximadamente 6 kg de pienso. Esta relación mantiene una cierta constancia durante el ciclo de producción de un lote, por lo que una gráfica del consumo de agua es una herramienta barata para monitorizar los cambios en el consumo a lo largo del día.
El pico de consumo de agua que ocurría cada día a las 9 am, en la Figura 7, cuando el avicultor encendía las luces de la nave también resultaría en un pico en el consumo de pienso. 3L agua 6 kg pienso El descenso lento en el consumo de agua a final del día indicaría igualmente, una reducción paulatina en el consumo de pienso hacia el final de la jornada.
La Figura 8 muestra el patrón de consumo de agua, tanto a nivel de los paneles evaporativos como en la zona de los ventiladores, de la misma nave de la Figura 7, durante el mismo periodo de tiempo. Mientras que en la zona de los paneles evaporativos, la tasa de consumo de agua aumentó hasta 75 L/15 min con el encendido de luces a las 3 am, en la zona de los ventiladores, solo aumentó hasta 35 L/15 min, solo igualándose el consumo de agua entre las dos zonas a partir de las 6 am.
Como resultado, para 25% de las aves de la nave, el fotoperiodo era de 15 horas en vez de las 18 horas deseadas
De nuevo, parece ser que las aves se guiaban por la luz que entraba a través de los ventiladores, ignorando la luz de la nave, para determinar la longitud de su día.
La Figura 10 ilustra muy bien el impacto de la entrada de luz solar a través de los ventiladores sobre las aves alojadas. La nave de 12 x 152 m estaba equipada con seis ventiladores de pared inclinadas de 121 cm, instaladas en las paredes laterales, y siete ventiladores de 132 cm con persianas de mariposa, seis de los cuales se encontraban en la pared del fondo. El objetivo de iluminación para las aves a la edad de sacrificio era de menos de 1 lux, con el apagado de la luz desde las 8 pm hasta la 1 am.
La combinación de la baja intensidad de iluminación, y el hecho de que la nave tenia seis grandes ventiladores en la pared del fondo proyectando luz al interior de la nave, resultó en que la mayoría de las aves alojadas ignoraron las luces. Al encender las luces a la 1 am, el consumo de agua fue menos de 18 L/15 min, y no fue hasta el amanecer, a las 7 am, cuando el consumo de agua aumentó rápidamente hasta 227 L/15 min, lo cual supone un incremento de casi el 95 %. Esto implica que el 95% de las aves vivían un día de 12 horas en vez de las 19 horas deseadas.
La Figura 11 muestra el perfil de consumo de agua a lo largo de un periodo de 3 días en otra nave de 12 x 152 m, durante épocas de calor en aves próximas a la edad de sacrificio. En esta nave, los ventiladores de túnel estaban colocados en las paredes laterales, y la intensidad luminosa era de aproximadamente 1 lux antes del amanecer. Aunque las luces se apagaban a medianoche, el consumo de agua se redujo a la mitad cuando el sol se ponía sobre las 9 pm, lo cual indica que al menos la mitad de las aves dejaron de beber. Se deduce así, que la duración percibida de la noche era de aproximadamente 9 horas, en vez de las 6 horas objetivo. Aunque la intensidad luminosa de la nave era similar a la de la Figura 10, el hecho de que los ventiladores se encontraran en los laterales, parece haber contribuido a reducir el efecto global de la entrada de la luz a través de los ventiladores, sobre el lote.
Mientras que en la nave con los ventiladores en la pared del fondo, aproximadamente el 90 % de las aves determinaban la duración de su día en base a la luz que entraba por los ventiladores, en este caso, esto ocurría en menos del 50 % de las aves.
La gráfica de consumo de agua de la Figura 12 es un buen ejemplo de cómo puede minimizarse el efecto de entrada de luz a través de los ventiladores de túnel. Simplemente criando a las aves bajo unas condiciones moderadas de iluminación y colocando los ventiladores en las paredes laterales de la nave. La nave de 12 x 152 m, tenía diez ventiladores de túnel con persiana interior, instaladas en las paredes laterales cerca de la pared del fondo, y la iluminación de la nave era de aproximadamente 2 lux. El consumo de agua alcanzaba un pico transitorio cada día al encender las luces a las 2 am, y posteriormente, aumentaba hasta alcanzar de nuevo un pico entre las 8 y las 9 am. El incremento gradual del consumo de agua después del pico inicial probablemente se deba a que las aves en la zona de los ventiladores esperaban al amanecer para iniciar su día. El pico al amanecer no fue tan acusado, ya que, aparentemente, la mayoría de las aves se levantaban al encenderse las luces a las 2 am.
A no ser que se instalen trampas de luz en los ventiladores, es prácticamente imposible evitar que, al menos una parte de las aves se vean afectadas en cierto grado, por la entrada de luz a través de dichos ventiladores
Generalmente, cuando las luces se encienden con la salida del sol, el perfil de consumo de agua se parece más al que aparece en la Figura 11. El efecto combinado de la iluminación de la nave y la entrada simultanea de la luz solar a través de los ventiladores, resulta en que la mayoría de las aves se levantan a beber y comer.
Este efecto puede reducirse hasta unos niveles manejables, tomando unas simples precauciones: Evita la instalación de ventiladores de túnel en la pared del fondo de la nave. Si los ventiladores de túnel están en la pared del fondo, puede ser útil instalar un muro de sombra detrás de la nave, especialmente si los ventiladores se encuentran en el extremo oeste de la misma –Figura 13–
Un muro de sombra bien diseñado también contribuiría a reducir la migración de las aves. Cuando los ventiladores de túnel están en la pared del fondo y el avicultor intenta mantener una nave relativamente oscura, habrá una gran diferencia en el nivel de actividad de las aves de la zona de los paneles evaporativos, en relación a los del lado de los ventiladores –Figuras 14 y 15–. Un mayor nivel de actividad tiende a aumentar la movilidad de las aves, mientras que la oscuridad en el lado de los paneles evaporativos disminuye esta actividad. Las aves, con el tiempo tienden a migrar hacia la zona de los paneles evaporativos, donde permanecen. Cuando los ventiladores de túnel se localizan en las paredes laterales, menos aves tienden a estar activas, reduciendo la probabilidad de migración.
Generalmente, puede lograrse el máximo control sobre el fotoperiodo manteniendo unos niveles de iluminación de 2 lux o más. La mejor forma de determinar si la entrada de luz a través de los ventiladores de túnel está afectando el fotoperiodo de tus aves es la instalación de un contador de agua, con salida de impulsos, conectado a un registrador de datos para poder monitorizar el consumo de agua en ciclos de 15 minutos.
Algunos de los controladores de última generación están habilitados para registrar el consumo de agua cada 15 minutos o cada hora, a lo largo del día. Si hay un cambio escalonado al inicio y al final de la jornada, tal y como muestran las Figuras 9, 10 u 11, el fotoperiodo de una parte de las aves de la nave está viéndose afectada por la entrada de luz a través de los ventiladores de túnel. La instalación de trampas de luz en los ventiladores de túnel, en la mayoría de los casos, puede no ser viable. No solo resultaría muy costoso, sino que también requeriría un mayor nivel de mantenimiento, supondría un incremento en el gasto energético, y sobre todo, resultaría en una reducción significativa en la velocidad del aire.