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Por Winfridus Bakker – Servicio Técnico Internacional de Cobb Vantress, Siloam Springs, Arkansas, Estados Unidos
Es común observar que debido a estas deficiencias en infraestructura muchos lotes pierden o no mantienen una uniformidad aceptable en la recría. El personal de la granja debe contar con una infraestructura correcta para facilitar los manejos y lograr los objetivos de las empresas.
La densidad de aves en recría y producción debe estar siempre en función de la infraestructura de las instalaciones. Densidades de hasta 10 hembras/m2 y hasta 4 machos/m2 son aceptables en la recría. En producción se pueden manejar muy bien hasta 6,0-6,6 hembras/m2. Todo depende de la infraestructura en comederos, bebederos, ventilación y otros puntos importantes. Este artículo describe varios aspectos importantes en la recría (entre 0 y 25 semanas de edad) para lograr el éxito en producción.
Densidades de hasta 10 hembras/m2 y hasta 4 machos/m2 son aceptables en la recría
1.- Suficiente espacio de comedero
Esto significa incrementar progresivamente el espacio de comedero en la crianza conforme avanza la edad de las aves. Cuando se utilicen comederos de plato debe aplicarse un criterio similar a los de la figura 1. Sin embargo, con comederos de plato puede haber alguna preferencia para alimentar a diario si es que la cantidad de alimento lo permite.
Figura 1. “Espacio comedero” necesario con sistema de cadena
El tiempo de consumo debería ser > 1h
2.- Distribución rápida de alimento
a.-Comederos de Cadena
Velocidad de la cadena: 120 pies/minuto = 36 m/minuto
Distribución en todo la canal en menos de 3 minutos
b.-Comederos de plato
En caso de comederos de plato, una vez que el tubo haya sido cargado con alimento, la disponibilidad del mismo es inmediata en todas las áreas del galpón.
3.-Usar canaleta para pollos en caso de usar comederos de cadena para la alimentación
La canaleta para pollos utilizada durante la crianza, a diferencia de la canaleta de producción (ver figura 2), permite distribuir más fácilmente el alimento sobre toda la longitud de la canal manteniendo una buena altura de alimento sobre la cadena.
Al contrario, el uso de canaleta de producción en el periodo de crianza -que nos interesa en este artículo – complica la distribución de alimento y afecta negativamente la uniformidad.
Figura2. Distintas canaletas para aves. El uso habitual de la canaleta de la izquieda es para pollos pero se recomienda par el período de crianza de las reproductoras pesadas
4.-Buena distribución de las aves sobre toda la superficie del galpón antes de iniciar la distribución de alimento
La buena distribución de las aves garantiza que todas consuman alimento casi al mismo tiempo. La alimentación con baja intensidad de luz o la alimentación utilizando una señal luminosa ayuda bastante a obtener este objetivo.
5.-Suficiente caudal de agua en los niples
Después de las 4 semanas de edad, el potencial de caudal de agua debe ser 50-60 cc/minuto por bebedero de chupón.
Aproximadamente 4-5 horas después de terminar el alimento, debe ser posible palpar un buche maleable en todas las aves.
6.-Buena uniformidad del alimento
Presentación del alimento con buena uniformidad de la migaja o harina gruesa y con poca segregación de las partículas de alimento.
7.-Suficiente intensidad de luz (5-7 lux)
Debe contarse como mínimo con 2 líneas de lámparas para conseguir una intensidad de luz uniforme y poder hacer todos los trabajos en los galpones sin tener la necesidad de manipular constantemente el regulador de voltaje (dimmer).
Así podremos controlar que se mantiene uniforme el espesor de la cama y la altura de las canaletas o platos sobre la cama. Una altura excesiva de los platos o de las canaletas perjudica la uniformidad impidiendo a las aves menores alcanzar la comida.
8.-Consistencia en el uso de equipo entre las instalaciones de crianza y producción
La falta de consistencia en el equipo utilizado en crianza y producción es frecuentemente ignorada y puede inducir muchos problemas en producción.
Promover la actividad de las aves en preparación para producción con piso de rejilla. Es necesario entrenar a las aves durante la crianza de manera que tengan suficiente movilidad al entrar en producción. Deben aprender a saltar a un nivel superior, el piso de rejilla “slats” en producción donde comúnmente se encuentran el agua, los nidos y los bebederos.
Se observa mayor actividad con canaletas que con comederos de plato. Los comederos de platos el alimento se rellenan a la vez, y por ello las aves son más tranquilas.
Mientras, con canaletas en crianza, las aves saltan constantemente sobre las mismas para desplazarse lateralmente dentro del galpón. así se acostumbran a una mayor movilidad en comparación a las pollonas criadas con comederos de plato.
Una infrastructura correcta facilita el manejo y ayuda a alcanzar los objetivos de las empresas
Ajuste de la altura de comederos. Después de las 12 semanas no hay necesidad de continuar subiendo los equipos.. La tendencia es subir los platos y canales a la altura de las aves de mayor talla. La norma es mantener el borde de los platos o de las canales a la altura del borde inferior del buche.
Es mejor errar dejando los comederos demasiado bajos que demasiado altos para no perjudicar las aves de menor talla y no agravar los problemas de uniformidad.
Acondicionamiento de los picos. Donde sea permitido, las aves necesitan recibir un recorte o acondicionamiento de los picos a los 4-5 días de edad cuando son criadas con platos de plástico. Si el pico no se desgasta lo suficiente podrán desarrollarse picos “de águila” hacia el final de la crianza y durante la producción. Este tipo de aves puede presentar serios problemas para comer y beber, pueden desarrollar problemas de picaje a otras aves y también puede observarse un mayor porcentaje de aves de descarte. Si además las hembras no están acostumbradas a saltar para alcanzar los pisos de rejilla podría presentarse una mayor pérdida de aves entre 21 y 30 semanas de edad.
Consistencia en el tipo de comederos. Pueden usarse convenientemente comederos de plato en crianza y platos en producción evitando el uso de platos en crianza y cadena en producción, especialmente cuando hay pisos de rejilla y nidos mecánicos. Es mucho mejor utilizar comederos de canal/cadena en crianza y platos en producción.
Intensidad y distribución de luz. Entre la crianza y la producción debe conseguirse un aumento de intensidad de luz de 7x como mínimo. aunque es mejor un incremento de 10x en esta intensidad, especialmente cuando se trabaja en producción con casetas oscuras. La mínima intensidad de luz por debajo de las lámparas debe ser de 50 lux a nivel de las aves con 20% de variación por debajo hacia los lugares más oscuros.
Importancia del tipo de luz. Usar en recría y producción luz artificial “cálida” de menos de 3000 Kelvin.N Debe evitarse el uso de luz muy fría de 6000K en levante. Solamente cuando los criterios básicos sean satisfechos se podrá dedicar tiempo para criar bien a las pollonas con varios programas de selección de aves. pero estos programas fracasarán si falta espacio comedero.
El “espacio comedero” es crítico para mantener y mejorar la uniformidad en la crianza hasta el momento de la transferencia a las instalaciones de producción
Es necesaria prestar la suficiente atención para conseguir una alta uniformidad de talla (esqueleto) en las primeras 8 semanas de edad. en este periodo temprano es crítico y puede afectar de manera negativa y permanente a un lote de reproductoras. Los decrementos de alimento después del pico de producción son más difíciles de implementar exitosamente y generalmente hay menos persistencia en la producción.
Tanto en crianza como en producción, los lotes desuniformes en talla son mucho más difíciles de alimentar y normalmente son poco productivos
Hacer la primera selección por talla a edad temprana para uniformizar. Cuando exista disponibilidad de mano de obra, puede separarse a las aves en un mínimo de 3 grupos a una edad relativamente temprana (1 a 3 semanas de edad) para manejarlos cuidadosamente hasta las 8 semanas de edad. El objetivo es uniformizar a estos tres grupos de manera que se acerquen lo más posible al peso corporal estándar de la línea genética.
Esto implica:
Aves pesadas: Que en el corral de las aves más pesadas se controlará más el consumo de alimento para evitar exceso de peso a las 8 semanas de edad.
Aves intermedias: el corral con las aves con peso o talla intermedios se someterá a un programa de alimentación normal.
Aves bajo peso: el corral con las aves de bajo peso se alimentará más para lograr una completa recuperación de la talla a las 8 semanas de edad.
Figura 1A. Distribución de pesos y uniformidad de los lotes de un galpón a las 4 semanas. Se observa mucha desigualdad en cuanto de pesos de las aves dentro de cada lote
Después de haberse concentrado en pesos y uniformidad en las primeras 8 semanas de vida, en el periodo de 9-15 semanas debe enfatizarse la importancia del desarrollo muscular – encarne- y la deposición de grasa, representando las reservas de energía. Este concepto se ilustra en la Tabla 1.
Tabla 1. Estándar de desarrollo muscular (encarne) y grasa pélvica hasta los 147 días (21 semanas)
La Tabla 1 resume los objetivos de desarrollo muscular (encarne o “fleshing”) y acumulación de grasa pélvica a varias edades desde las 12 semanas de edad hasta los 147 días (21 semanas de edad), cuando se inicia el programa de estimulación luminosa. A partir de 12 semanas se inicia la pubertad y lo ideal es satisfacer ya a esta edad los estándares de encarne para lograr más fácilmente los objetivos de las 16, 19 y 21 semanas de edad. Los estándares ilustrados en esta tabla están muy cerca de la realidad de campo.
Después del desarrollo de la talla en las primeras 8 semanas de edad, el segundo periodo más importante para las aves durante toda su vida es la preparación para la estimulación luminosa.
Preparación para la estimulación luminosa. La estimulación luminosa debe iniciarse hacia los 147 a 154 días de edad (21 a 22 semanas de edad) pero antes de esta estimulación es imprescindible que las aves estén listas.
Con base en las características y conocimiento de cada línea genética, la curva de peso puede ser ajustada entre las 16 y 20-22 semanas de edad, promoviendo una mayor ganancia de peso cuando las hembras no estén listas.
La palpación de las aves es esencial para evaluar el desarrollo del acondicionamiento de las aves en la parvada.
Las aves deben incrementar su peso promedio en un 34-38% entre las 16 y 20 semanas de edad, lo cual se logra con un programa de nutrición y alimentación que garantice el suficiente desarrollo muscular y la acumulación de grasa pélvica hacia las 20 semanas de edad.
Cuando las hembras no muestran la condición correcta a los 147-154 días de edad y están fuera (por debajo) de la curva de peso estándar podemos cambiar la formulación de alimento o bien desplazar la semana en la que se inicia la administración de alimento de pre-postura.
Observación
Si un lote no es satisfactoriamente uniforme a las 16 semanas de edad se recomienda hacer una evaluación de “fleshing” o revisión del desarrollo muscular o grado de acondicionamiento en el 100% del lote (dependiendo de la disponibilidad de mano de obra).
Cuando las aves están mal acondicionadas debe suministrárseles alimentación adicional para alcanzar el grado de desarrollo deseado a las 20 semanas de edad no hay necesidad de balanzas para pesar 100% de las aves; la sola evaluación de la resistencia de las alas al cargar a las aves y la palpación para la apreciación del grado de desarrollo muscular en la pechuga pueden proporcionar una muy buena valoración del acondicionamiento de las aves.Ç
Tabla 2. Ejemplo de incrementos de volumen de alimento para lograr el desarrollo muscular y la acumulación de grasa pélvica en preparación para la estimulación luminosa a los 147-154 días (21-22 semanas) de edad.
La preparación de las hembras es una combinación entre:
El objetivo de peso con suficientes reservas de energía en forma de grasa pélvica resulta en una parvada uniforme.
Figura 2. Guía de referencia para la evaluación del desarrollo muscular en la pechuga de reproductoras pesadas durante la crianza.
Esta evaluación debe hacerse aprovechando el pesaje semanal a las 12, 16, 19, 20 y 21 semanas de edad (ver Tabla 1 página 33).
Nótese que al pie de cada imagen (que representa el grado de desarrollo muscular de la pechuga), hay una cifra que representa la calificación para cada nivel de desarrollo (correspondiente a condiciones en Tabla 1).
Para entender cómo es el desarrollo muscular y la deposición de grasa pélvica en las semanas que anteceden el inicio de la estimulación luminosa, es recomendable hacer estas evaluaciones en todas estas edades.
El momento de la foto-estimulación no depende necesariamente de la edad del lote sino de los tres parámetros siguientes que deben ser registrados en los datos históricos de desarrollo del lote:
En galpones con cortinas que permiten la entrada de luz o en galpones abiertos en producción
Primera estimulación. La primera estimulación con luz debe ser de +4 horas; es decir, aumentar de 8 a 12 horas totales de fotoperiodo
Estimulación máxima. Según la latitud se puede seguir estimulando hasta un máximo 14 horas si la luz natural no pasa de 14 horas.
Ajustando los fotoperiodos cuando hay 13 horas de luz natural. Los lotes de aves que reciban al momento de la transferencia 13 horas de luz natural pueden ser criados con 9 horas en la crianza en lugar de 8 horas. Mantener por 2 semanas 13 horas y después incrementar +1 hora cada 2 o 3 semanas hasta alcanzar 15 horas de luz total.
Ajustando los fotoperiodos cuando hay más de 13 horas de luz natural. Si hay más de 13 horas al momento esperado de la transferencia significa que los lotes ya deben estar perfectamente acondicionados a los 147 días de edad con el fin de ser foto-estimulados hacia los 147-154 días de edad.
En estos casos se puede incrementar a 12 horas de luz con hasta 50 lux de intensidad en el galpón de crianza, para transferir a las aves a la granja de producción a los 154 días.
Es fundamental evitar la sobre-estimulación de las aves para evadir problemas reproductivos.
En galpones de producción con paredes sólidas. La transferencia se puede hacer a cualquier edad si la intensidad de luz en producción puede aminorarse con un reóstato (“dimmer”).
El momento de la foto-estimulación continúa dependiendo de la condición de las hembras Después de la foto-estimulación los incrementos de alimento deben ser lentos y por el orden de 2-3 g por semana hasta llegar al 5% de producción gallina día (5% de producción diaria).
Posteriormente se aplica un programa de alimentación basado en la producción e incrementando el consumo aproximadamente cada 3 días (ver Tabla 2 página XXX).
La preparación de la hembra debe concluirse antes de la primera estimulación de luz y no después, ya que la sobre- estimulación con alimento puede inducir mayor mortalidad por postura interna y peritonitis consecuente, e incluso podrían presentarse prolapsos. otra consecuencia potencial es la afectación negativa sobre el pico de puesta y la persistencia de producción de huevo durante la curva de puesta.