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Adaptando la bioseguridad en periodos de alto riesgo de influenza aviar parte II

Escrito por: Equipo técnico de H&N
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En esta segunda parte del artículo “Bioseguridad en tiempos de Influenza aviar” trataremos la lista de medidas de bioseguridad de especial importancia en los periodos de riesgo de aparición de casos de Influenza Aviar.

Los programas de bioseguridad deben estar armados para evitar el riesgo de introducción de la enfermedad con anterioridad a los períodos de alto riesgo de Influenza Aviar. En cualquier caso, durante estos periodos existen una serie de medidas que son especialmente críticas y deben ser reforzadas.

Riesgos de introducción de IA debidos a aves migratorias

Evitar contacto con las aves silvestres

Debe evitarse cualquier contacto directo con estas aves y las aves de corral. Para ello debe asegurarse que las naves son “a prueba de aves silvestres”. Esto implica:

Paredes y techos de la granja deben de ser estancos y no permitir el acceso de ningún tipo de ave silvestre.  La puerta de paso debe permanecer cerrada cuando no estén en uso y no deben de dar acceso directo a la zona de las aves. Las puertas que no sean de uso diario deben estar cerradas.

Las ventanas y entradas de aire deben están protegidas con malla pajarera o sistema equivalente. Debe asegurarse que esta ajusta bien y no deja espacios que den acceso a las aves silvestres. En el caso de aves en sistemas con accesos a parques exteriores, debe pedirse autorización de los Servicios Veterinarios Oficiales para que se exima de la obligación del uso de estos parques donde el contacto con aves silvestres sea imposible de controlar.

Evitar atraer aves silvestres a la explotación

Las granjas deben de ser territorios “ no amigables” para aves silvestres. Para ello:

Impedir la aparición de zonas de agua estancada.

Se debe nivelar el terreno de las zonas aledañas para evitar que la aparición de estancamientos de agua.

Debe considerarse la posibilidad de utilizar desagües para drenar del perímetro de las naves.

Evitar la anidación de aves en las naves de la granja o estructuras aledañas. No es aconsejable tener árboles o zonas de maleza en el área circundante.

Asegurar la estanqueidad de los silos de manera que las aves no puedan tener acceso al pienso.

Igualmente, no deben permitirse los derrames de pienso que sirvan para atraer a las aves.

Evitar acopios de gallinaza en las zonas aledañas a las naves. Siempre contiene granos de cereal no digeridos y esto atrae diversos tipos de aves. En sistema de aves camperas, evitar tener bebederos o comederos en zonas no cubiertas en los parques exteriores. Eliminar los salientes o superficies horizontales innecesarios que puedan ser utilizados como perchas por las aves silvestres.

Adicionalmente se pueden utilizar sistemas para espantar a las aves como cañones de láser u otros dispositivos. Debe evitarse la construcción de granjas en las inmediaciones de marismas, lagos u otras áreas donde las aves migratorias suelen hacer sus paradas.

Debe evitarse introducir material fecal infectado al interior de las naves. Para ello: Establecer un único punto de entrada a las naves con un lavamanos y separación zona sucia / zona limpia con cambio a zapatos/calzas de interior. Los trabajadores ( o las visitas) nunca deben pisar el interior de la zona limpia con los zapatos usados en el exterior.

Establecer una zona perimetral con caminos definidos entre las distintas naves e instalaciones de la granja. Los trabajadores sólo deben desplazarse por estos caminos marcados en su actividad diaria. Adicionalmente, se puede aplicar cal para higienizarlos. Controlar la población de roedores ya que estos pueden actuar también como vectores mecánicos de material infeccioso.

Evitar completamente el acceso a la zona de aves de cualquier otro tipo de animal doméstico o no doméstico como perros, gatos u otros.

Evitar la introducción de aguas contaminadas con IA

Debe asegurar un aprovisionamiento de agua libre de IA. Para ello:

Privilegiar las fuentes de captación profunda sobre las de captación de aguas de superficie.

Tratar con un agente higienizante toda el agua usada en la explotación.

Evitar que el agua de lluvia entre en el interior de la nave por el techo o por las bajeras de las puertas.  Evitar la introducción de IA por medio de los trabajadores de la granja

Debe asegurarse que la totalidad de la plantilla comprende el riesgo existente y que adecua su manera de trabajar y sus actividades personales a la situación sobrevenida. Para ello:

Tener lista ropa exclusiva de granja para los trabajadores. Idealmente debe limpiarse en la propia instalación y no deben colgarse para su secado en exteriores. La posibilidad de ducharse antes de acceder a la zona de aves está fuertemente recomendada.

No es recomendable que los trabajadores compaginen trabajos de granja con actividades de campo, especialmente si se desarrollan en lugares donde pueden tener contacto con aves migratorias o sus deyecciones.

Los trabajadores deben tener prohibido tener aves de ningún tipo en sus casas. Especialmente aves de traspatio de cualquier tipo.

Deben tener prohibido cualquier tipo de actividad que tenga relación con aves ya sea cetrería, caza, avistamiento de aves, peleas de gallos u otras similares.

En caso de que los trabajadores encuentren aves muertas, no deben tener contacto en ningún caso con ellas.

Simplemente deben notificarlo a quien corresponda dependiendo de si el hallazgo es en la granja o durante su tiempo libre.

Riesgos de introducción de IA debidos granjas infectadas

Evitar la introducción del IA mediante visitas o personas

Debe evitarse cualquier tipo de visita que no sea estrictamente necesaria para el funcionamiento de la granja. Aquellas que sean indispensables deben respetar una serie de medidas para minimizar su riesgo: Debe prohibirse taxativamente la visita a la granja de cualquier persona que haya estado en zonas donde haya habido focos de Influenza Aviar (y por supuesto en granjas infectadas). Debe pedirse y comprobarse que los visitantes no hayan visitado ninguna granja avícola en las últimas 72 horas.

Es especialmente crítico para las visitas de grupos de carga de aves, de vacunadores, veterinarios, servicio técnico de equipamiento avícola y otros profesionales que dan servicio en granjas. Esto puede constituir un auténtico desafío ya que en la industria avícola existen programaciones, averías y emergencias a las que dar respuesta. El sentido común y la profesionalidad de todos los actores del sector es necesario para racionalizar esta medida. La entrada a las granjas debe hacerse con ropa y calzado exclusivo de la granja. Si esto no fuera posible, al menos, deben proveerse a las visitas de monos desechables y de calzas y tanto la ropa como el calzado del visitante deber haberse lavado antes de la visita y tras la última visita a granja.

El uso de duchas está altamente recomendado. Prohibir de manera taxativa la entrada a la granja de cualquier material con origen de zonas donde se hayan reportado casos de Influenza Aviar. Si es absolutamente necesario entrar nuevo material o herramientas, estas deben ser de primer uso y no provenir de otra granja. Si esa alternativa es absolutamente imposible y las herramientas o material han sido usados previamente, deben llegar limpiados y desinfectados de origen. En caso contrario no deben ser aceptados. Antes de introducirlas a la granja deben seguir igualmente un proceso de limpieza y desinfección.

En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que existen materiales (como los cartones de huevos) que son de muy difícil desinfección y por tanto nunca deben de recircular entre granjas.

Evitar la introducción de IA mediante equipamiento o material de granja

El material de granja puede estar contaminado con heces u otros fómites que permitan la supervivencia del virus y por tanto actuar como vector de la enfermedad. Para ello, para evitar este riesgo deben tomarse las siguientes medidas: Tener en granja la mayor parte de las herramientas y equipo necesario para el correcto funcionamiento de esta. De esta manera se evitará el tener que compartirlas con otras granjas.

Evitar la introducción de IA mediante vehículos

Los vehículos, y en particular sus neumáticos, pueden transportar partículas de fómites que transmitan el IA. Dado que el transporte de materiales desde y hacia las granjas forma parte de la actividad de estas, es necesario tomar los siguientes puntos:

Ningún vehículo que haya circulado por zonas donde se hayan dado casos de Influenza Aviar (y aún menos que hayan entrado en granjas infectadas) debe hacer viajes con destino a la granja. Esto puede implicar que los vehículos tengan que seguir rutas alternativas a las habituales para evitar dichas zonas.

Limitar el tránsito de vehículos a la granja a lo estrictamente indispensable. Intentar igualmente disminuir el número de viajes a la granja optimizando las entregas y recogidas. Deben evitarse rutas en las que se visitan diferentes granjas.

Los camiones de retirada de cadáveres no deben entrar en ningún caso a la granja. La recogida de cadáveres debe hacerse en un punto exterior y lo más alejado posible de la granja. En ningún caso puede haber ningún tipo de contacto directo entre el personal de la granja y los chóferes de los camiones de recogida de cadáveres.

Todos los vehículos que no requieran entrar en la granja deben quedar aparcados en un parking externo a la misma. Esto debería limitar la entrada solo a los camiones de pienso, recogida de huevos y transporte de animales. Igualmente cabe destacar que los arcos de desinfección son de gran ayuda para este trabajo, pero debe comprobarse individualmente que la desinfección de cada camión se hace de manera correcta. Debe prestarse especial atención a la limpieza y desinfección de aquellos camiones que transporten gallinaza.

Establecer circuitos preestablecidos y marcados para el flujo de camiones . Idealmente estos circuitos no deben de entrar en el interior del perímetro de la granja privilegiando las descarga o recogidas desde el exterior de la granja.

Si un vehículo debe obligatoriamente entrar en el interior de la granja, debe de limpiarse y desinfectarse previamente a su llegada a la granja y tras la última visita a cualquier otra granja. Igualmente, a su llegada debe volver a limpiarse y desinfectarse con especial cuidado a los neumáticos. Es crítico renovar la solución desinfectante periódicamente para garantizar su efectividad.

Igualmente cabe destacar que los arcos de desinfección son de gran ayuda para este trabajo, pero debe comprobarse individualmente que la desinfección de cada camión se hace de manera correcta.

Debe prestarse especial atención a la limpieza y desinfección de aquellos camiones que transporten gallinaza.

Los chóferes de los camiones deben intentar tener el mínimo contacto con el personal de la granja. Igualmente deben usar, al menos, monos y calzas durante la descarga y en ningún caso acceder a la zona de las aves.

Evitar la introducción de IA mediante las aves de reemplazo

Obviamente, debe respetarse la legislación en cuanto a movimiento de aves de corral. Adicionalmente deben considerarse las siguientes medidas:

No deben trasladarse aves desde zonas o granjas con brotes de Influenza aviar, aunque su traslado haya sido autorizado previamente y su transporte está ya organizado.

En este punto, debe respetarse el principio de precaución y actuar con el mayor celo posible. Debe prestarse especial atención a la limpieza y desinfección de los camiones y jaulas de los transportes de aves. Igualmente debe planificar su ruta evitando zonas donde haya granjas infectadas.

No debe introducirse en la granja, en ningún caso y bajo ningún pretexto, ningún ave de corral u otro tipo, fuera de los controles oficiales.

Adicionalmente, debe considerarse la presencia de más de una especie de ave de corral en la granja como un factor de riesgo.

Evitar la introducción de IA mediante partículas de polvo o pluma arrastradas por el aire

El viento puede vehicular plumas o partículas de polvo con cargas infectivas de IA de una granja a otra. Es por ello por lo que debe privilegiarse la construcción de nuevas granjas en zonas lo más aisladas posibles.

Es por ello por lo que debe privilegiarse la construcción de nuevas granjas en zonas lo más aisladas posibles.

Puede constatarse que esta lista de medidas es extensa, complicada y costosa de implementar, concerniente a la mayoría de los actores del sector y, con seguridad, incompleta.

Como consecuencia, una bioseguridad en granjas sólo puede hacerse real y efectiva si hay un compromiso inequívoco por parte del sector en su conjunto para su implantación.

No se debe olvidar que, debido a la capacidad de mutación del IA y que su introducción en el territorio depende principalmente de su recirculación en las aves migratorias, es muy difícil prever en qué nivel de desafío se deberá afrontar en los años venideros.

Por ello, la implementación de programas de bioseguridad completos y bien adaptados a la realidad de cada granja es fundamental para poder asegurar cierta tranquilidad en nuestras operaciones.

 

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