En la medida que avanza la curva de puesta o ciclo productivo el tamaño del huevo aumenta, pero la cantidad de cáscara depositada no se incrementa proporcionalmente, deteriorándose la calidad de la misma.
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Las gallinas ponedoras actuales tienen un altísimo potencial genético para producir huevos. Incluso, en adecuadas condiciones pueden mantener sobre un 90% la puesta por un largo período del ciclo productivo, presentando por tanto una alta persistencia.
Pero, son las condiciones del mercado las que van a determinar la conveniencia económica de producir huevos de cierta calidad externa e interna.
CALIDAD DE LA CÁSCARA
La frescura del huevo y la calidad de la cáscara, incluyendo color y limpieza, son primordiales para su venta. Para mejorar la calidad de cáscara y prevenir problemas de calcificación, es de suma importancia que las aves inicien la puesta con una reserva de calcio adecuada, lo que trae consigo un hueso medular bien formado. El calcio del hueso medular está siempre disponible para la formación de la cáscara.
Por ello, es necesario entregar la suficiente cantidad de nutrientes en la dieta en el momento adecuado para que este proceso funcione. De lo contrario, la reserva medular se mantendrá a expensas del hueso estructural, dando lugar a la debilidad en patas y fatiga de jaula.
La formación del hueso medular, principalmente en tibia y fémur, comienza alrededor de los 10 días antes de la puesta. Esto trae como consecuencia un aumento del esqueleto del ave en un 20%.
Durante la puesta la formación del hueso medular sucede entre cada ovulación y se debe exclusivamente a los estrógenos.
El tamaño de partícula de la fuente de calcio es una de las medidas más importantes para mantener una buena calidad de cáscara.
Partículas > 2 mm.
Partículas mayores de 2 mm son retenidas en la molleja, solubilizándose lentamente y demorando así la asimilación del calcio. Este calcio dietético estará disponible durante la noche, que es cuando ocurre la mayor calcificación de la cáscara y la gallina no tendrá que depender exclusivamente del calcio proveniente del hueso medular.
Partículas de 2 a 5 mm.
Proveer a las ponedoras de una buena cantidad de calcio en partículas de 2 a 5 mm. antes del período de oscuridad ayuda a mejorar calidad de cáscara.
En la medida que avanza la curva de puesta o ciclo productivo el tamaño del huevo aumenta, pero la cantidad de cáscara depositada no se incrementa proporcionalmente, deteriorándose la calidad de la misma.
CALIDAD DE LA CÁSCARA
El nivel dietético de fósforo disponible es también importante en la calidad de la cáscara. Durante el crecimiento, son necesarios un nivel y una relación apropiada de calcio y fósforo disponible para la óptima calcificación de los huesos y formación del hueso medular. Sin embargo, durante la puesta, un nivel alto de fósforo disponible inhibe la movilización de calcio de los huesos.
Esto sucede porque aunque exista disponibilidad de calcio dietético durante la noche, la gallina siempre recurrirá al hueso medular para obtener parte del calcio que va a la cáscara y la movilización de calcio del hueso implica la presencia de un alto nivel de fósforo en la sangre.
Por lo tanto es necesario limitar el nivel de fósforo disponible en la dieta, especialmente después de las 60 semanas de edad a 0.25 – 0.30%, para mejorar calidad de cáscara.
VITAMINA
La presencia de un nivel adecuado de vitamina D3 en la dieta es imprescindible para una buena calcificación de huesos y de la cáscara. En la actualidad se encuentran disponibles los metabolitos de la vitamina D3 que permiten aumentar la retención de calcio.
Zg Mg
También es importante que la dieta contenga niveles adecuados de zinc, manganeso y cobre; pues participan en la formación de las membranas o cutículas del huevo y la matriz orgánica de la cáscara. El zinc ayuda en la disponibilidad del carbonato para el carbonato de calcio. La adición de estos minerales a través de una buena fuente orgánica ha resultado beneficiosa.
Tampoco se debe aumentar la densidad de las aves o disminuir la frecuencia de recolección de huevos. Además, no debemos someter a las aves a cambios bruscos de iluminación y estrés. Los equipos, incluyendo transporte y clasificación de huevos deben tener un diseño adecuado sin partes punzantes.
Si se desea mejorar calidad de cáscara, es imprescindible una correcta aplicación de los programas de vacunación de las enfermedades que la afectan a las aves. Los programas de vacunación deben actuar frente a enfermedades como la bronquitis infecciosa, el síndrome de caída de puesta y la enfermedad de Newcastle.
ESTRÉS POR CALOR
Cuando las gallinas se encuentran bajo estrés calórico, el continuo jadeo genera una bajada del carbonato en sangre y un deterioro de la calidad de la cáscara por falta de dicho carbonato.
AFECTACIÓN POR MICOTOXINAS
La presencia de algunas micotoxinas (aflatoxina, ocratoxina y toxina T-2) afectan indirectamente a la calidad de la cáscara. Las micotoxinas tienen un efecto negativo en el metabolismo de la vitamina D3 y provocan una disminución del consumo de pienso y de la absorción de nutrientes.
Por lo tanto es recomendable prevenir la afectación por micotoxina con el uso de un adsorbente efectivo de amplio espectro, capaz de proteger los órganos sensibles. Este producto debe ser utilizado en la dosis que científicamente se ha comprobado su eficacia.
TAMAÑO DE HUEVO
En la mayoría de los países, la rentabilidad del negocio va ligada a huevos de mayor peso o tamaño. Es frecuente también que el productor desee reducir un tamaño exagerado de huevo hacia el final de la postura para reducir problemas de calidad de cáscara o porque económicamente no resulta ventajoso.
No hay duda que el peso corporal es el factor más importante que influencia el tamaño de huevo. Además, el peso corporal afecta a la madurez sexual durante todo el resto del período productivo.
COLOR DE LA CÁSCARA
Con respecto al color de la cáscara de los huevos marrones, solo podemos evitar el deteriodo, pues no es posible mejorar el color. La pigmentación de la cáscara está determinada genéticamente y es muy difícil modificarla. Es normal observar un cambio en la intensidad del color de la cáscara después de las 40 semanas de edad, aunque hay considerables variaciones entre las diferentes estirpes genéticas.
Las situaciones fuertes de estrés siempre van a provocar una falta de coloración de la cáscara. Un cambio significativo en la pigmentación de la cáscara de huevos marrones ocurre con :
FACTORES NUTRICIONALES QUE AFECTAN AL TAMAÑO DE HUEVO
Los principales factores nutricionales que tienen una influencia significativa en el tamaño de huevo durante la postura son: nivel de energía, ácido linoleico, aceite o grasa adicional y nivel de aminoácidos digestibles.
La gallina necesita un consumo diario mínimo de energía metabolizable de 280 a 300 kcal/kg para asegurar un adecuado tamaño de huevo.
Ácido linoleico y grasa
Para mejorar el tamaño del huevo, especialmente al inicio de producción, es recomendable que la dieta contenga no menos de 1.5% de ácido linoleico y grasa adicional, en especial aceites vegetales hasta un nivel de 4%; acompañados de niveles adecuados de aminoácidos indispensables.
Metionina
El nivel de metionina tiene a su vez un efecto específico en el peso del huevo, más allá del efecto del resto de los aminoácidos.
No es recomendable usar niveles altos de proteína en la ración para mejorar el peso de huevos, pues significan un costo adicional, además crean
un problema de contaminación y afectan el desempeño productivo de las gallinas, en especial ponedoras en condiciones de estrés calórico.
FINAL DE LA PUESTA
Es posible manipular el excesivo tamaño del huevo hacia el final del ciclo de puesta reduciendo el nivel de proteína, de los aminoácidos indispensables y especialmente el nivel de metionina en la dieta. La máxima reducción de peso de huevo es de 1 a 1,5 g sin afectar producción. La aplicación práctica de esta medida requiere conocimientos precisos de la composición de aminoácidos de los ingredientes y del consumo de alimento.
CALIDAD INTERNA DEL HUEVO
La calidad interna del huevo está determinada fundamentalmente por la altura del albumen, la pigmentación de la yema y la presencia de factores nutricionales apreciados por el consumidor. La pigmentación de la yema depende de las preferencias de cada mercado.
Si se requiere una yema bien pigmentada, además de una suplementación adicional de pigmentos en la dieta, es necesario mantener una óptima integridad intestinal para maximizar su absorción.
Debemos evitar las micotoxicosis, en especial la aflatoxicosis, que además de afectar a la absorción disminuye la movilización de los pigmentos desde el hígado a la yema.
CLARAS
Una clara acuosa es sinónimo de un huevo añejo. Lamentablemente en la medida que las gallinas envejecen tienden a poner huevos con claras cada vez más acuosas. Las medidas más importantes para evitar claras acuosas son:
CONCLUSION
Es importante considerar calidad de huevo cuando se planifica la producción, pues nos permite generar un mayor consumo de huevos en la población y retornos financieros más favorables para el productor.