¿Por qué son tan importantes la primera y la última semana de vida del pollo?
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La evolución genética de los pollos trajo algunos desafíos a los especialistas. La nutrición y consumo de alimento son algunos de ellos debido a que el período de vida de los animales en producción ha disminuido significativamente. Las dos fases en consideración en este artículo, implican el desafío más importante de la producción de pollo de engorde y pueden corresponder al 30 o 40% de la vida total de los animales.
La calidad de la dieta de la primera semana es fundamental
Primera semana
Los pollitos salen de una condición embrionaria, donde la base energética de su nutrición es la grasa de la yema y la proteína de la clara. Inmediatamente después del nacimiento, la base energética viene del almidón, componente nutricional que el que nunca tuvo contacto en la vida embrionaria y la base proteica de otras proteínas, que pueden tener digestibilidades distintas, dependiendo de las fuentes. También en esta fase se desarrolla la base de la estructura muscular, que será importante para la formación posterior de los muslos. Por todas estas limitaciones iniciales es que la calidad de la dieta de la primera semana es fundamental.
Hay una razonable correlación entre el peso de 7 días y el peso de sacrificio. Así tener buen peso a los 7 días tiene una importancia significativa en la producción final del lote. Se recomienda, como referencia, que los pollitos a los 7 días tengan alrededor de 4.5 veces el peso del primer día.indebidamente.
Los pollitos deben APRENDER a consumir rápidamente agua y alimento
Última semana
Normalmente, es la semana que presenta mayor mortalidad. Por esto es que en algunas condiciones los pollos son sometidos a restricción alimenticia, en las más variadas intensidades. Así sea que se defina que tendrá de 5 a 7 días; con respecto al consumo del alimento, este período puede variar debido a:
Esto puede dificultar la administración correcta de los nutrientes para esta fase y también la manipulación de aditivos que requieren plazos legales de retirada. Es posible que en diferentes días de la última semana se retiren pollos del galpón, causando períodos de estrés y retirada de alimento no recomendados, además de aumentar los riesgos de bioseguridad. Si los pollos son separados por sexo, toda la programación de retirada requiere diferentes estrategias. Además, las dietas en esta fase y en la fase anterior pueden tener composiciones diferentes y también requieren estrategias específicas para las cantidades de alimento y de su distribución
Nutrición en la primera semana
Consumo de alimento y agua
Este es el primer gran desafío en esta semana de vida de los pollitos. Aquí las preocupaciones básicas están relacionadas con:
La relación consumo agua:alimento debe ser 2:1 desde el primer día de vida. El consumo de alimento y su estructura física, junto con el consumo de agua, juega un punto importante en el inicio de la vida de los pollitos, pues necesitan agua para consumir alimentos al producir poca saliva. Se dice que los “pollos comen, porque beben”. Los pollos deben tener partículas groseras a su disposición para verlas facilmente y así estimular los mecanoreceptores del pico, para mayor consumo. Los pollitos, desde la primera semana de vida, prefieren comer partículas gruesas, cuando se les ofrece esta posibilidad (Bueno, 2006).
Krabbe (2000) mostró que el aumento de las partículas de la dieta de pre iniciación promovió un aumento de la energía metabolizable de la dieta así como aumentó la retención de nitrógeno y de materia seca
La relación consumo agua vs alimento debe tener una relación 2:1 desde el primer día de vida
Dibner et al. (1988) demostraron que pollitos que se quedaron sin alimento por 72 horas, tuvieron una significativa reducción de desarrollo de la bolsa de Fabricio. La falta de consumo de alimento también compromete la síntesis de glicógeno, indispensable para la manutención de la actividad cerebral de los politos y su crecimiento.
La cantidad de glicógeno que viene en el pollito, proveniente de su vida embrionaria, no le permite tener niveles normales de este metabolito por más de un día. Después de este período, la apatía del pollito es significativa (Best, 1966). Los pollos que no consumen alimento en los dos primeros días tendrán porcentaje de pechuga menor que los que comen en este período.
Calidad de los ingredientes
La calidad del alimento es otro tema fundamental para el debido desarrollo de los pollitos en la primera semana. Los pollitos vienen de una condición distinta en la fase embrionaria, dependen de muchos factores ambientales para empezar a ambientarse a una nueva condición. Si no reciben dietas con ingredientes de alta digestibilidad se atrasan desde el inicio y se identifican desuniformidades de los lotes. Conocer la calidad de los ingredientes es el primer paso para que se tenga una dieta eficiente para la primera semana. De nada sirve tener una fórmula teóricamente bien elaborada si el alimento que le llega a los pollitos no tiene nada que ver con la teoría.
Vieira y Moran (1999) ya habían demostrado que 24 horas de retraso en el alojamiento de los pollitos disminuye la ganancia de peso y aumenta la mortalidad. Halevy et al (2000) mostraron que el ayuno de los pollitos en los dos primeros días de vida compromete el desarrollo de las células satélite y el futuro desarrollo de las células musculares. Moore et al (2005) también hicieron referencia de la importancia de la leucina en la dieta inicial, pues su metabolito, βhidroxi βmetil butirato, promovió un aumento de peso de pavos y también un aumento de células satélite y un aumento consecuente de peso de músculo de pechuga.
Maíz
Con respecto al MAÍZ, cada vez se está dando más crédito de que debe ser lo más limpio posible (los procesos de pre limpieza son inevitables) y que sea seleccionado por densidad, empleando mesas densimétricas. Estos procedimientos mejoran la uniformidad del ingrediente y disminuyen significativamente la presencia de micotoxinas. Silva et al. (2008) mostraron que maíces más densos tienen más energía que los menos densos, tanto para animales más jóvenes como para los más viejos. Los maíces más densos tienen menos presencia de micotoxinas (aflatoxinas, fumonisinas, etc). Los maíces más densos tienen más energía y menos micotoxinas
Harina de soja
La misma preocupación debe ser tenida en cuenta con la HARINA DE SOJA. Cuanto más elevado el nivel de proteína cruda, menor es el nivel de fibra cruda y mejor es el desempeño de los pollos en los primeros días de vida (Gerber et al, 2006). Cuando la harina de soja es de mala calidad, el principal síntoma en la primera semana es la presencia de cloaca sucia, que se presenta porque se reduce la digestibilidad de los ingredientes, proporcionando un aumento de la velocidad de pasaje por el tracto digestivo -aumento del peristaltismo-. Además, favorece el recambio de las células intestinales y altera la composición microbiana del tracto digestivo
Una cloaca sucia en la primera semana de vida se puede presentar por mala calidad de la grasa empleada en la dieta y/o la presencia de polisacáridos no amiláceos (NSP, por sus siglas en Inglés)
Harina de carne
Referente a la GRASA, no solo la calidad es importante, por todo que puede causar en el intestino, descrito arriba. También es importante el tipo de grasa que debe ser empleado en dieta pre inicial. Wiseman y Salvador (1991) ya demostraron que pollitos jóvenes digieren grasas saturadas con menos eficiencia que pollitos más viejos. Los ácidos grasos saturados promueven menos la activación de la colipasa y la formación de micelas, importantes en este período de vida de los pollitos, cuando la actividad de lipasa normalmente es más baja que en períodos posteriores. Maiorka et al (1997) demostraron que los pollitos en la primera semana no digieren la grasa añadida a la dieta, lo que se identificó cuando se observó que no tenían respuesta con ganancia de peso y conversión alimenticia al aumentarse la grasa (energía) de la dieta.
Agua
El AGUA puede ser considerada como ingrediente o nutriente. Su aumento de consumo promueve, de forma lineal, el consumo de alimento que, a su vez, promueve la ganancia de peso (Viola, Penz y Ribeiro, 2005). Todos los cuidados con la cantidad, la calidad y la temperatura del agua son fundamentales para el buen desempeño de los pollitos en la primera y demás semanas de vida de las aves. Los mismos autores identificaron que la falta de agua comprometió el desarrollo de las vellosidades duodenales.
Proteína y aminoácidos
La proteína y los aminoácidos son componentes nutricionales fundamentales en esta fase de vida de los pollitos. Wijtten et al. (2012), comparando dietas conteniendo proteínas de alta digestibilidad (harina de pescado, proteína de patata y gluten de maíz) con dietas a base de harina de soja, observaron mejores ganancias para los pollos que recibieran la dieta de alta digestibilidad. Esta diferencia se mostró más efectiva en los primeros 4 y 7 días de edad.
Fernandes et al. (2009) ya habían demostrado que el aumento de lisina de las dietas proporcionaba un aumento en los pesos de la pechuga y del filete de pechuga; además de un aumento en el grosor del filete de pechuga, en pollos con 7 días.
Tesseraud et al (2011) identificaron que la metionina tiene una especial función en la primera semana de vida de los pollos que es la estimulación de la actividad génica de las aves. En la forma de sus metabolitos, glutamina y cisteína, funciona como inhibidor de los procesos oxidativos celulares. La producción de mucina es importante para proteger el huésped contra la acción de los patógenos, de las enzimas digestivas y del quimo, así como para colaborar en el proceso de la digestión y absorción de los nutrientes. Aminoácidos importantes en la síntesis de mucina, como treonina, glicina + serina y pro cisteína, son fundamentales en las dietas de pollos (Horn et al., 2009 y Lehmann et al., 2009).
En 2010, Wijtten et al., trabajando con una dieta conteniendo un valor normal de proteína y otra con 30% más de proteína que la primera, identificaron un mayor desarrollo del duodeno acompañado de una mayor ganancia de peso en la primera semana de vida de los pollitos. Esto fue observado para pollos machos Cobb 500 y Ross 308. Everaert et al. (2010) observaron que dietas con más proteína favorecen la absorción del saco vitelino en la primera semana de vida de los pollitos, pudiendo ser reconocida por un mejor desarrollo del sistema inmune de las aves, el 70% de la estructura inmune de los tejidos digestivos.
Minerales
La relación entre calcio y fósforo disponible de la dieta de la primera semana es muy importante. Deben respetar los niveles mínimos de cada uno de los minerales. Granja Experimental de Provimi, Holanda (2011) demostró que la relación ideal está cerca de 2:1 en los períodos de 1 a 3 días y 1 a 17 días de edad. En la primera semana, si el nivel de calcio aumenta por encima del 1%, manteniendo la relación de 2:1 con el fósforo disponible. Los resultados de ganancia de peso disminuyen. El sodio es un mineral importante en esta fase de producción. Stevens et al (1984) demostraron que la absorción de glucosa y metionina después de la eclosión puede estar relacionada con una deficiencia de sodio, mineral hace parte del mecanismo de transporte de carbohidratos y aminoácidos.
Deficiencias marginales de sodio en la primera semana vienen acompañadas por pérdida de peso, aumento de conversión alimenticia y desuniformidad del lote
Evidencias prácticas confirman la observación de Stevens et al (1984) pues deficiencias marginales de sodio en esta edad vienen acompañadas por pérdida de peso, aumento de conversión alimenticia y desuniformidad de las parvadas.
Muchas veces, por preocupación con el tema de camas húmedas, el nivel de sodio es disminuido, pudiendo mejorar la cama pero, eventualmente, comprometiendo el desarrollo de los pollos
Maiorka et al (1998) y Vieira et al (2003) demostraron la importancia de la suplementación de sodio en dietas de pre iniciación y como se comportaron las humedades de las excreciones y de las canales de los pollos. Los datos muestran que en esta fase específica, aumentar el valor de sodio en la dieta mejora el rendimiento de los pollos sin comprometer las humedades de las excretas y de las canales. También fue posible identificar la importancia de la relación de cloruro de sodio y bicarbonato de sodio en la primera semana de vida. La mejor relación entre estas dos fuentes de sodio, fue de 63% de cloruro de sodio, para una dieta que tenía como sodio total 0,21% (Provimi Brasil, 2009).
La última semana resulta muy desafiadora para los nutricionistas para ajustar las necesidades nutricionales de los pollos. Algunos parámetros importantes deben considerarse antes de formular la dieta para la última semana, como son:
Los tejidos de los pollos tienen distintos crecimientos alométricos: la pechuga tiene un valor más grande (1.26) que los muslos (1.06), diferencia presente en fases más tardías del desarrollo (Govaerts et al., 2000 y Schmidt et al.., 2009), siendo distinta la demanda de aminoácidos y acorde al propósito final de producción.
Cuando la edad de sacrificio cambia, la composición de las fórmulas no pueden ser las mismas pues los períodos fisiológicos y de desarrollo varían en períodos muy cortos
Las empresas deben contar con programas nutricionales adaptados a las fechas del sacrificio. En general, las dietas que aumentan de energía disminuyen en los nutrientes y mantienen o aumentan las relaciones de aminoácidos digestibles con la lisina digestible.
En producción de pollos sexados es fundamental considerar dietas distintas para todas las fases, especialmente después de los 21 días de edad. Formulaciones para machos y hembras tienen diferencias de precios que pueden alcanzar valores ponderados de precio mínimo 3%, incluyendo además la decisión del producto final. En formulación de venta de pollos vivos los requerimientos son distintos de los requeridos por pollos que serán despresados, donde las diferencias de costo de formulación son significativas. Lo más complejo en la última semana son las restricciones alimentarias. Los pollos consumen cantidades de nutrientes con aumento diario. Las referencias en calorías o porcentual de nutrientes de las dietas son las que acomodan los consumos adecuados para cada día, pues ocurre un aumento diario de consumo total de alimento.
Cuando hay restricciones, o la densidad de los nutrientes debe ser aumentada para compensar las reducciones de consumo o los pollos tendrán acceso a menos nutrientes a cada día (y que conlleva, a su vez, a una suplementación marginal de todos los aditivos, reduciendo su velocidad de crecimiento. Normalmente, la segunda situación es la más común, pues la idea es reducir velocidad de consumo, por alguna razón metabólica y que lleva a un aumento de mortalidad
Considerando el costo de la energía se han realizado diversos estudios para identificar sus efectos en el rendimiento de machos y hembras en fases finales de producción, donde los consumos de alimentos son muy representativos. Dozier III et al.. (2011), trabajando con machos y hembras Ross x Ross 708, en el período de 36 a 47 días, empleando una amplitud de EMAn de 3140 a 3240 kcal/kg, desarrollaron dos experimentos. En el experimento 1, independiente de sexo, el incremento de energía tuvo un efecto cuadrático para ganancia de peso y consumo de energía y un efecto lineal para consumo de alimento, conversión alimentaria y conversión calórica.
Los machos siempre responderán mejor que las hembras a los aumentos de energía metabolizable
Una mejor respuesta a los aumentos de energía metabolizable por parte de los machos se explica con cierta claridad, pues en esta edad las diferencias de ganancia diaria entre los dos sexos son significativas, donde los machos necesitan más energía para seguir con ganancias más elevadas que las hembras
Proteínas y aminoácidos
Rostagno et al. (2007), presentaron trabajo de su grupo de investigación (Paéz, 2007) en que trabajaron con modelos de crecimiento y dieran especial atención a los requerimientos de lisina digestible de las dietas. La reducción de lisina promovió el aumento de deposición de grasa abdominal. Sin embargo, los autores no identificaron que la reducción de proteína de la dieta tenga comprometido el desempeño y el rendimiento de pechuga de los pollos, pero posibilitó un aumento de la grasa abdominal. Corzo et al. (2006), trabajando con machos y hembras Hubbard Ultra Yield, de 42 a 56 días de edad, evaluaran los requerimientos de lisina total, empleando un rango de este aminoácidos de 0.68 to 1.10%.
Las hembras no presentaron ninguna respuesta a los diferentes niveles de lisina para todos los parámetros medidos. Sin embargo, los machos tuvieron una respuesta lineal a la suplementación para conversión alimentaria.
Los autores encontraron respuestas cuadráticas para rendimiento de canal (0.88%), rendimiento de file (0.93%) y rendimiento total de pechuga (0.93). Así, con los valores obtenidos, los autores concluyeron que los machos de alto desempeño necesitan 0.93% de lisina total, lo que, segun ellos, representa 0.85% de lisina digestible.
Dozier III et al (2008), evaluaron las exigencia de lisina digestible para machos y hembras Ross x Ross 708, en un período de 49 a 63 días de edad. En este trabajo los autores, como en el trabajo de Corzo et al (2006) también identificaron una diferencia entre sexos, para exigencia de lisina digestible. Los requerimientos para machos fueran de 0.87%, para crecimiento y 0.90%, para rendimiento de pechuga. Para hembras, el requerimiento para crecimiento fue de 0.81%.
Dozier et al (2010), también fueron capaces de identificar diferencias entre líneas genéticas de alto desempeño. Los autores trabajaran con Ross x Ross TO16 y Cobb x Cobb 700, de 28 a 42 días de edad. Los pollos Ross y Cobb presentaron, para ganancia de peso, requerimientos de 0.988% y 0.965%, para conversión alimentaria 1.053% y 1.012%, para peso de canal 0.939% y 1.029% y para peso de pechuga 0.962% y 0.987%, respectivamente. En 1999, Kidd y colaboradores, todavía trabajando con exigencias totales de aminoácidos, definieron la importancia de la treonina en la ganancia de peso, la conversión alimentaria y el endimiento de pechuga de machos Ross x Hubbard en el período de 42 a 56 días de edad. La respuesta fue cuadrática para estos tres parámetros y al final, la recomendación fue de 0.67%, de treonina total.
Los autores comentaron que esto correspondería a 0.60% de treonina digestible y que su relación con lisina digestible debería ser de 70%. Mejia et al. (2012) evaluaran la relación lisina digestible: arginina digestible de dietas para machos Ross x Ross 708, en el período de 21 a 42 días, sometidos a ambiente con alta temperatura. Los autores concluyeron que la mejor respuesta es de 110%, para conversión alimentaria, mismo que los valores entre 105 y 120 no mostraron resultados estadísticamente diferentes. No se encontraron diferencias para consumo de alimento, ganancia de peso y mortalidad así como para rendimiento de canal y de pechuga y grasa abdominal Mejia et al. (2011) demostraron que machos Ross x Ross 708, en un período de 28 a 42 días de edad, tienen un requerimiento de relación Ile digestible:Lys digestible de 68.9% para desempeño y de 71.7% para rendimiento de pechuga.
Minerales
Dandu y Angel (2003) demostraron la importancia de avaluar las exigencias de fósforo (P), especialmente en las fases finales de producción de pollos, considerando que ellas representan de 45 a 65% del total consumo de los animales. Normalmente, P se expresa como P total (tP), fósforo disponible (dP) y fósforo non fítico (nPP). El primero representa, como la palabra dice, el total de P obtenido por análisis. Fósforo disponible refiere la parte del P total que es empleada por el animal. Sin embargo, P non fítico es el fósforo que no está asociado con el inositol, y por esto es non fítico y su valor es obtenido por la diferencia entre las valores analizados de tP y P fitico. En el experimento que trabajaron con pollos machos Ross 308, en el período de 42 a 49 días de edad, los autores identifican la exigencia de 0.16% de nPP, donde el nivel de calcio fue de 0.72%.
Los autores defienden esta manera de determinación de fósforo pues está más cerca de la necesidad real del animal, siendo su recomendación más precisa, eliminando un posible exceso de suplementación de este mineral. Rousseau et al (2012) también consiguieron demonstrar, trabajando con pollos Ross PM3, con edad entre 21 y 38 días, que es posible formular dietas con nivel más bajo de fósforo no fitico que los comúnmente empleados. Los autores reforzaron que es necesario compatibilizar el nivel de fosforo non fitico con el de calcio y con la fitasa, si ésta está siendo adicionada a la dieta. Los principales efectos fueran observados en las características óseas de los animales y no en su rendimiento.
Restricción alimentaria
Como hemos comentado anteriormente, la restricción alimentaria en las últimas fases de producción de pollos requiere una evaluación caso a caso, desde cuando inicia la restricción, la forma como es aplicada y la intensidad de la misma. Las dos principales razones para aplicar la restricción es disminuir problemas metabólicos de final de producción (ascitis, muerte súbita, problemas de piernas. etc), que resultan en una mayor mortalidad, o para buscar una mejor conversión alimentaria del lote. El riesgo, cuando es indebidamente manejada, es que el lote tenga una reducción de ganancia de peso y peor conversión alimentaria, permaneciendo por más tiempo en el galpón para alcanzar el peso y teniendo la uniformidad del lote comprometida
Cornejo et al (2007) realizaron restricción cualitativa en pollos Hubbard, a través de la disminución de los niveles de energía metabolizable y del aumento de los niveles de proteína cruda de la dieta. Esto fue hecho con el propósito de disminuir la relación energía:proteína de la dieta. Las aves fueran divididas en 4 grupos, un grupo control, con alimentación a voluntad y otros tres grupos con restricción alimentaria de 7 a 14, de 7 a 21 y de 22 a 35 días de edad. La ganancia de peso acumulada (1 a 49 días de edad) de los pollos del grupo control fue estadísticamente superior de aquellos que recibieran cualquier de las restricciones. Considerando solamente la restricción de 21 a 35 días, ésta no afectó significativamente el consumo de alimento pero altero la ganancia de peso y la conversión alimentaria de los pollos
Una vez promovida una restricción, y si después el alimento vuelve a ser ofrecido a voluntad, el consumo aumenta pero no hay tiempo para compensar las pérdidas ocurridas durante el período de restricción alimentaria
La nutrición de la primera semana así como de la última semana de vida de los pollos es muy importantes para la producción de un lote. Sumando los dos períodos, pueden representar hasta 40% del período total de crianza. Sin embargo, cada fase tiene sus características importantes.
Primera semana
En la primera semana el pollo es preparado para su máximo desarrollo futuro. Cualquier restricción de ganancia en esta fase, comprometerá el desempeño final de los animales. En la primara semana se desarrolla toda estructura de digestión y absorción, permitiendo un mejor aprovechamiento de los nutrientes en las fases siguientes
Última fase
Cuando pensamos en la última fase, esta es muy compleja pues antes de establecer cualquier programa nutricional es fundamental que se defina: La edad de sacrificio de los pollos Si son criados separados por sexo o no Si son promovidas restricciones alimentarias en esto período. Todas estas variables tienen que ser llevadas en consideración en el momento de la formulación.