Las empresas de genética están haciendo un gran trabajo a la hora de seleccionar sus animales para que produzcan a un alto nivel durante más tiempo.
Algunos puntos donde han dirigido su selección tienen que ver con aspectos de la calidad del huevo que se ve deteriorada con la edad y son críticos mejorar si se quieren extender los ciclos significativamente:
- Tamaño de huevo y forma a partir de una edad
- Calidad del albumen, mantener unidades haugh en gallinas viejas
- Color de cáscara en huevos marrones
- Dureza de la cáscara (medida como resistencia a la rotura o con otros métodos como rigidez dinámica, que tienen altas heredabilidades).
Además, otro aspecto en el que trabajan las casas de genética son la robustez de los animales y mortalidad.
- Este último parámetro es indispensable, ya que su mejora tiene un efecto crucial en la rentabilidad de los lotes medida como la cantidad de huevos producidos por gallina alojada o kg producidos por gallina alojada.
Con esta base animal, los retos nutricionales que se presentan son importantes, pues tenemos un animal que necesita unos mejores cuidados para que produzca su máximo potencial genético.
Aunque ya se ha hablado de la importancia de la recría en otras secciones, a modo de recordatorio hay que tener en cuenta aspectos en esta fase como:
- Desviaciones de peso a las 3-5 semanas tendrán un efecto negativo sobre el desarrollo de órganos y sistemas cruciales.
- Desviaciones de peso objetivo entre los 14-16 semanas de vida está íntimamente relacionado con inicio de puesta y tamaño de huevo.
- Manejar el consumo de energía/proteína para tener una adecuada composición corporal (grasa), en especial al final de la recría.
- NO realizar muchos cambios de dieta a lo largo de la recría.
- A partir de las 16 semanas potenciar el consumo de pienso para garantizar que los animales crezcan (importante fase de transición).
Cabe destacar que, durante la fase de recría se realiza el programa de profilaxis con innumerables vacunas, haciendo esta fase más crítica e importante.
- Esta inmunidad debe de potenciarse para que nos dure cuanto más tiempo mejor.
Por esto, una buena nutrición que satisfaga las necesidades del animal y garantice su crecimiento consistente es clave.
Claves en la alimentación durante la puesta
Durante la puesta es importante conseguir un buen ajuste de consumo de energía y proteína, para que se mantenga el crecimiento y apoyemos el inicio de la puesta.
Las necesidades de crecimiento solo serán importantes durante unas semanas tras el pico de puesta y a partir de entonces las necesidades de mantenimiento dependerán del peso vivo y del emplume del animal.
- Por lo que esas necesidades aumentarán ligeramente con la edad, cuando el emplume se deteriora, el peso aumenta ligeramente y la composición corporal tiende a variar.
El momento en que el animal deja de crecer (30-35 semanas de vida), nos indica cuándo deberíamos tener una estrategia de aumento de energía y posterior reducción, siempre teniendo en cuenta el consumo de los animales.
La revisión de la literatura (Kleyn et al 2021; 2023) muestra una clara correlación positiva entre el consumo de energía y la masa de huevo (Figura 1, azul).
- Sin embargo, cuando el nivel de energía de la dieta aumenta, la masa de huevo producida tiende a ser ligeramente menor (Figura 1, naranja), sugiriendo una correlación negativa entre energía de la dieta y consumo (Bouvarel et al., 2011).
Esta adaptación del consumo a los niveles de energía parece depender de la edad del animal y es sólo parcial, dentro de unos rangos de energía.
Se pueden utilizar dietas altas en energía durante la primera parte del período de puesta para satisfacer el requisito continuo de crecimiento y promover un huevo más pesado y temprano sin el riesgo de sobrealimentar y producir gallinas sobre engrasamiento (Pérez-Bonilla et al., 2012).
Sin embargo, hay que redefinir la estrategia energética para no tener un peso de huevo demasiado alto, pues esto no ayudaría a mantener una correcta calidad de la cáscara y una buena persistencia.
La concentración de proteína bruta y los aminoácidos en la dieta de las ponedoras también son importantes.
El consumo de 1g adicional de proteína por día puede dar como resultado un aumento promedio en el peso del huevo de 1,4 g (Bouvarel et al., 2011).
- Sin embargo, la cantidad de proteína consumida depende de la concentración de energía de la dieta y de la presentación del alimento.
Idealmente, la concentración de proteínas y AA en la dieta debería estimarse en relación con el peso del huevo (mg/g de huevo para AA) y ajustarse para optimizar la producción de huevos durante todo el ciclo de puesta.
En la práctica, no es fácil tomar decisiones dada la heterogeneidad de los lotes suelen aumentar con la edad.
- Por este motivo, la mejor estrategia es centrarse en mantener la producción de las gallinas de mayor producción y, en consecuencia, ajustar el suministro de proteínas y AA.
Esta decisión tiene un coste importante, pero garantiza una mejor producción de los lotes.
En animales adultos (< 85 semanas), Kleyn et al., 2023, mostraron que niveles bajos de lisina en la dieta eran capaces de optimizar los niveles de producción, siendo las necesidades incluso menores a 0.6% de Lisina digestible.
- Además, el consumo de lisina estaba relacionado con producción (Figura 2, azul), pero el peso del huevo se mantuvo igual independientemente de la ingesta de lisina digestible obtenida lo que contrasta con los resultados en gallinas más jóvenes (Bouvarel et al., 2011; Spek, 2018; Kleyn et al., 2021).
Aunque en gallinas adultas no es fácil manipular el tamaño de huevo, es necesario para garantizar una mejor calidad de la cáscara en animales adultos.
Akbari Moghaddam Kakhki et al., 2023, mostraron que reduciendo los niveles de lisina entre las 62 y 74 semanas de edad, de 0,59 a 0,55% de lisina digestible mientras se mantiene la proporción dTSAA:dLYS de no menos de 85 puede ser una estrategia eficaz para desacelerar el deterioro de la calidad de la cáscara del huevo, sin afectar la tasa de producción.
- Por tanto, trabajar con niveles de energía y proteína adecuados en las distintas fases, para satisfacer las necesidades del animal y manipular el tamaño de huevo, pueden ayudar a mantener la calidad de la cáscara sin perjuicio de la producción de huevos.
Como consecuencia de aumentar los ciclos productivos, los resultados de calidad de cáscara, así como la mortalidad se empeoran notablemente.
Vivek Arulnathan et al., 2024, a partir de distintas publicaciones, hicieron una revisión sobre el impacto que tiene en distintos parámetros productivos extender los ciclos productivos de gallinas ponedoras y corroboraron estos aspectos mencionados.
Para soportar adecuadamente la calidad de la cáscara, la nutrición mineral de calcio y fósforo es muy importante. Aspectos a tener en cuenta:
- Independientemente de su tamaño, cada huevo contiene unos 2,2 g de Ca.
- La absorción de calcio es de aproximadamente 50%, aunque se reduce con la edad.
- 2/3 del calcio se puede obtener de la dieta y 1/3 se obtiene del calcio medular (durante la noche).
- El Calcio grosero, 2-4 mm de tamaño de partícula, permite que las gallinas retengan durante algo más de tiempo el calcio de la dieta para aprovecharlo durante la noche, cuando no hay acceso al alimento.
- El calcio medular se reabsorbe durante el día para lo que es necesario el fósforo de la dieta.
- Calcio y fósforo son antagonistas, la presencia de uno afecta en la absorción del otro.
- Niveles altos de fósforo inhiben la absorción de este mismo por la acción del factor de crecimiento fibroblástico -FGF23.
Los microminerales Zn, Cu y Mn son importantes también para la correcta formación de la membrana mamilar, sobre la que se deposita el calcio de la cáscara.
Así, Qiuyu Jiang et al., 2021, mostraron el efecto positivo de estos minerales cuando se administran en forma de hidroxicloruro, con una biodisponibilidad mayor que los sulfatos y óxidos de dichos metales.
Puntos clave para poder obtener ciclos largos
- Realizar una buena recría y transición a puesta
- Ajustar los niveles de energía al inicio de la puesta para obtener un correcto inicio de puesta y crecimiento.
- Adaptar el nivel de energía para satisfacer las necesidades de producción y mantenimiento tras finalizar la fase de crecimiento de las gallinas.
- Adaptar los niveles de proteína y aminoácidos para tratar de controlar el peso de huevo, cambios demasiado tarde no tendrán efecto en el peso, pero podrían empeorar en puesta.
- Mantener un nivel de Ca de acuerdo con el consumo del animal. Promover la inclusión de fuentes groseras 2-4 mm, con niveles de inclusión crecientes con la edad.
- Ser críticos con la inclusión excesiva de fósforo, más si cabe si añaden fitasas, pues el animal tiene recursos metabólicos para alterar la absorción de P.
- Usar fuentes microminerales de alta biodisponibilidad.