La bioseguridad no se trata de centrarse en uno o dos posibles vectores de riesgo de contaminación y esperar haber acertado. La bioseguridad se trata de controlar y manejar toda una serie de pequeños puntos críticos.
La bioseguridad externa se refiere a las medidas tomadas para mantener agentes patógenos fuera de las poblaciones, rebaños o grupos de animales donde todavía no están presentes.
A fin de evaluar correctamente el riesgo de una vía de contaminación determinada en una granja, no sólo es preciso considerar qué posibilidad existe de que ese vector (por ejemplo: suministro de alimento balanceado, transportes que acceden a la granja, movimientos de personas, etc.) contamine su granja. También tiene que tomar en cuenta la frecuencia de dicha vía de contaminación en la granja. En otras palabras, las veces que se corre ese riesgo por año.
El verdadero riesgo puede expresarse mediante la siguiente fórmula de probabilidad: P = 1-(1-p)n. P (riesgo de vía de transmisión) = 0,1%.
La probabilidad de que dicha vía de transmisión efectivamente cause un peligro o una contaminación real en la granja es de 1 en 1000.
N (frecuencia de la vía de transmisión) = 50.
Por lo tanto, este pequeño riesgo se corre semanalmente. El verdadero riesgo de contaminación en su granja por esa vía de transmisión específica será P= 1 –(1- 0,001)50 => 4,88%.
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