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Picaje en la industria avícola

Escrito por: Daniela Gomes Carneiro
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Además del daño directo sobre el plumaje, que supone un problema para el bienestar de las aves, el picaje es también un grave problema desde el punto de vista económico, por el incremento en las necesidades energéticas del animal para la termorregulación y por el riesgo de evolución hacia el canibalismo, con consecuencias catastróficas para el lote de aves.

Los problemas de picaje son frecuentes en varias especies de aves de producción: gallinas ponedoras, gallinas reproductoras, pavos, perdices, codornices y faisanes.

De todos ellos, ha sido en el sector de puesta que más se ha estudiado e investigado este comportamiento. El recorte de pico se practica como una medida para reducir el daño que subyace en el comportamiento de picaje entre aves.

En la Unión Europea, el sector avícola de puesta se sigue transformando y adaptando a nuevas exigencias en función del bienestar de la ponedora. Después de la revolución en instalaciones y equipamientos, en los últimos años se ha enfocado mucha atención al recorte de pico.

Algunos países como Austria y Suecia han prohibido el recorte de pico hace ya algunos años.

De su experiencia, sabemos que han logrado controlar la mortalidad por canibalismo pero no el comportamiento de picaje, y siguen estudiando formas de controlarlo

Figura 2 y 3. Efecto del recorte de pico: Ponedora sin y con recorte de pico

¿QUÉ ES EL PICAJE?

El comportamiento de picotear las plumas es un comportamiento anormal, clasificado como NO agresivo, en que un ave pica o tira, y a veces, arranca las plumas de otra ave. No debe ser confundido con el picaje que se observa en la constitución de la jerarquía social.

Este sí es un comportamiento agresivo, pero normalmente limitado a un único movimiento, rápido y preciso, dirigido a la zona de la cabeza o cuello.

El picaje de plumas puede ser clasificado en dos tipos distintos:

CANIBALISMO

El picaje en su forma severa puede conducir al canibalismo. El picaje de la cloaca se considera en esta clasificación. Una vez que la función protectora del plumaje de las aves se pierde, exponiendo la piel y posibles heridas subyacentes, con hemorragias, hay un grave riesgo que desencadene un brote de canibalismo, una vez que las aves son atraídas por la sangre.

Las aves tienen una tendencia natural a imitar a las demás a su alrededor, así cuando uno de los miembros del lote comienza el picaje severo, otras harán lo mismo y el canibalismo puede propagarse rápidamente entre ellas causando una elevada mortalidad.

El canibalismo es un grave problema de bienestar, salud y viabilidad del lote y por lo tanto, una amenaza económica para la granja. Episodios de canibalismo son a menudo observados en lotes de gallinas ponedoras, reproductoras, pavos, faisanes, codornices y patos.

PRINCIPALES FACTORES QUE AFECTAN AL COMPORTAMIENTO DE PICAJE

 

El picaje es un comportamiento anormal de origen multifactorial. Se han estudiado y descrito varios factores relacionados con este comportamiento, que se pueden agrupar en dos categorías:

El picaje es un comportamiento anormal con origen multifactorial que puede conducir al canibalismo causando una alta mortalidad en el lote

FACTORES INTERNOS

LA GENÉTICA

En los últimos años se han realizado pruebas de selección genética y se han podido obtener líneas genéticas con distintos niveles de prevalencia del comportamiento de picaje, lo que indica que existe una base genética para este comportamiento.

En el 2001, Kjaer et al., en sus pruebas de selección genética de ponedoras con mayor capacidad para adaptarse a situaciones de miedo y estrés concluyó que hay una relación entre esta característica y niveles más bajos de picaje.

Estudios recientes, como el de Bennewitz (2014) sobre la correlación genética entre la producción de huevos y el picaje severo, han revelado una heredabilidad en la escala de enlace genético entre la capacidad de producción de huevos y este comportamiento. Esto nos deja condicionados, pues si la selección genética puede reducir el comportamiento del picaje también podrá dar lugar a una selección no deseada para una menor capacidad de producción de huevos.

ESTADO FISIOLÓGICO – INFLUENCIA DE LAS HORMONAS

Las hormonas tienen un importante efecto en el comportamiento general de los animales y el picaje no es una excepción.

El aumento de los niveles de progesterona y estrógenos está relacionado con el comportamiento de picaje (Hughes, 1973), lo que explica la tendencia a que se observe en el inicio de la puesta, cuando los niveles de estas hormonas aumentan significativamente.

LAS MOTIVACIONES SOCIALES INTERACCIÓN SOCIAL

El picaje agresivo y los comportamientos de amenaza de agresión son las principales formas de exploración/interacción social que las aves utilizan para establecer y mantener sus relaciones sociales, definiendo una jerarquía de dominancia estable, también denominada “pecking order” (Savory, 1995; Riedstra and Groothuis, 2002). Las aves dominantes mantienen su posición en la jerarquía recurriendo al picaje agresivo de sus subordinadas.

El comportamiento de las aves dominantes atrae la atención de las otras aves, que tienden a imitar a las dominantes. Si este comportamiento se repite muchas veces despertará la atención del grupo y las aves empezaron a picar las plumas unas de otras.

En grupos pequeños la jerarquía es estable y el picaje o comportamientos de amenazas raramente son observados. Con el aumento del tamaño del grupo de ponedoras en los nuevos sistemas de alojamiento, tanto en jaulas enriquecidas como en sistemas de aviarios en suelo, se complica la formación de una jerarquía social estable, pues las aves están en permanente contacto con nuevos individuos, lo que estimula el comportamiento del picaje exploratorio.

Por otra parte, en grupos grandes las aves con mayor tendencia a este comportamiento tienen acceso a muchas más víctimas y son más difíciles de identificar y eliminar del lote, lo que aumenta el riesgo de propagación del comportamiento por toda la manada.

FACTORES EXTERNOS

FACTORES DE ESTRÉS – MANEJO, CONDICIONES AMBIENTALES, ENFERMEDADES

Las gallinas ponedoras son capaces de hacer frente a factores de estrés cuando se producen de forma aislada. Las desviaciones de las condiciones de manejo o condiciones ambientales normales aumentan el riesgo de que surja un brote de picaje.

La transferencia de las pollitas de la nave de recría a la nave de puesta es probablemente el momento más estresante en sus vidas y el punto más alto de riesgo para el desarrollo de comportamiento de picaje.

Para minimizar este impacto, se debe intentar que los equipamientos y las condiciones del medio ambiente en la nave de puesta sean lo más similares posible a los de la nave de recría.

La reducción del miedo y estrés de las ponedoras, manejándolas en entornos más complejos durante la recría ha logrado resultados muy positivos en la fase de puesta, reduciendo los niveles de desarrollo de este comportamiento anormal.

La intensidad de la iluminación es de los factores que más influencia en el comportamiento de las aves, aumentando los niveles de actividad en general, lo que especialmente en presencia de otros factores de riesgo, precipita el comportamiento de picaje.

Es común en las naves de ponedoras en jaulas que los pisos superiores y filas laterales sean las más susceptibles a problemas de picaje, por los niveles de luminosidad superior a la media de la nave.

La instalación de lámparas rojas es otra de las medidas de control y prevención utilizadas, ya que las heridas y hemorragias aparecen en color negro cuando la luz que incide es roja, y por eso no atraen la atención de las otras aves.

Figura 5. Instalación de lámparas rojas en granja de ponedoras

La disminución de la intensidad luminosa es una de las medidas de manejo más utilizadas para controlar y reducir brotes de este comportamiento

EL COMPORTAMIENTO DE ESCARBAR/FORRAJEO

La domesticación de las aves ha limitado su libertad para realizar algunos de sus comportamientos naturales, como son el baño de arena y el escarbar/forrajeo (búsqueda y selección de alimento en el suelo), que ellas siguen motivadas a realizar aunque tengan el pienso a su libre disposición.

La imposibilidad de completar estos comportamientos induce un estado de frustración y estrés que puede llevar al desarrollo de “comportamientos estereotipados”, que son repeticiones de movimientos aparentemente sin función, pero que de alguna forma son parte de ese comportamiento que el ave intenta realizar pero no puede. Esto explica que, en ausencia de un sustrato apropiado donde forrajear, las aves redirija sus picoteos de forrajeo a las plumas de otras aves.

La acumulación de factores de estrés aumenta el riesgo de desencadenar el comportamiento de picaje

TIPO DE GRANJA

Aunque el comportamiento de picaje en ponedoras se ha observado en todos los sistemas de alojamiento, desde las jaulas convencionales hasta los sistemas de alojamiento alternativo, el tipo y las condiciones del alojamiento tienen un importante efecto en los niveles de estrés y comportamiento de picaje.

Las ponedoras alojadas sin acceso a material de forraje tienen los niveles más altos de estrés y de picaje (H. El-Letthey 2000). Estudios recientes (De Jong et al., 2013) demostraron que el tipo de sustrato de la cama en aviario tiene una gran influencia en este comportamiento, ya que la disposición de un tipo de material adecuado aumenta/estimula el normal comportamiento de escarbar/forrajeo y desalienta el picoteo de las plumas.

La colocación de bloques de forraje a disposición de las ponedoras en los aviarios es una de las medidas más utilizadas para disminuir la incidencia de picaje

NUTRICIÓN – LA PARTE ESENCIAL

La nutrición tiene un papel muy importante en el desarrollo del comportamiento de picaje.

El normal desarrollo y crecimiento de las plumas requiere una dieta equilibrada. Una dieta desequilibrada o cualquier deficiencia en uno de los nutrientes esenciales en la dieta para la formación de las plumas, va a afectar al normal desarrollo de las plumas.

La pluma se compone de aproximadamente 90% de queratina – una proteína especial con estructura fibrosa, en láminas β y hélices α – cadenas polipeptídicas formadas por combinaciones de aminoácidos, donde predomina la cisteína (aminoácido azufrado), que se enlazan por puentes de hidrógeno y puentes disulfuro entre las cisteínas de diferentes cadenas.

Figura 10. Composición en aminoácidos y minerales de las plumas de las aves

INGESTIÓN DE LAS PLUMAS – ¿EN QUÉ LE BENEFICIA AL AVE?

La queratina que constituye las plumas, es una proteína poco digestible en su estado natural, menos de un 5% (datos de Fedna). Debido a su concentración en aminoácidos con grupos hidrofóbicos, es una proteína insoluble en agua y resistente a la digestión por las proteasas o la tripsina.
La ingestión de las plumas por las aves les aporta, sobre todo, un efecto similar al del forraje o fibra celulósica, que proporcionan algunos beneficios para la eficiencia del sistema gastrointestinal de las aves, como el aumento de rendimiento de la molleja y la motilidad intestinal, estimulación de la digestión y la absorción de nutrientes.

Por otra parte, al aumentar la velocidad de paso del alimento por el intestino, las plumas ingeridas podrían tener un efecto beneficioso en la disminución de la presencia de parásitos o microorganismos patógenos (Harlander- Matauschek en al, 2006), y aumentar el efecto de adsorción de compuestos tóxicos por un material orgánico (Kay, 1982)

FIBRA INSOLUBLE
En los últimos años se ha estudiado mucho sobre el aporte de la fibra insoluble para la eficiencia digestiva y salud de las aves. Experimentos con ponedoras han revelado que las dietas altas en fibra insoluble o la adición de forrajes disminuyen el comportamiento de picaje entre ellas (Van Krimpen).

Además de los beneficios para la digestión, la incorporación de fibra insoluble contribuye a proporcionar una sensación prolongada de saciedad y, al tener un efecto de dilución de la dieta, aumenta el tiempo necesario para la alimentación, dejando menos tiempo para picoteo de las plumas de sus congéneres.

En 2012 I. Kriegseis et al. concluyeron en sus experimentos que los niveles de picaje eran más bajos en ponedoras cuando su pienso incorporaba un porcentaje de plumas, incluso comparado con ponedoras con el mismo aporte en pienso de fibra insoluble pero de origen vegetal.

Esto se puede justificar por una querencia o necesidad especial por proteína de origen animal, algo que las aves siempre han tenido de forma accesible en su vida salvaje, comiendo insectos y gusanos. En esta línea de investigación se están haciendo varios experimentos utilizando insectos como fuente proteica – proteína de origen animal.

 

PIENSO

La presentación física del pienso también influye en el comportamiento de picaje. El menor tiempo requerido para ingerir el pienso en forma de gránulos, comparado con la ingestión de harina deja más tiempo libre para desarrollar el comportamiento de picoteo de las plumas.

INVESTIGACIÓN DE PATRONES NEUROBIOLÓGICOS EN EL PICAJE

Estudios neurobiológicos sobre el picaje han revelado la influencia de las monoaminas cerebrales, principalmente la serotonina y la dopamina. Este comportamiento anormal está asociado con niveles bajos de serotonina y dopamina en el cerebro (Marjolein S. Kops et al, 2014).

Dado que el triptófano es un precursor en la síntesis de la serotonina y un componente esencial en la dieta, cualquier deficiencia aumentará la incidencia de picaje

CONCLUSIONES

El picaje es un comportamiento anormal influenciado por distintos factores. Cualquier intento para evitar o reducir este problema en avicultura debe procurar entender sus causas y tener en cuenta los complejos mecanismos multifactoriales implicados. Debemos centrarnos en los factores que podemos controlar y apostar en prevención.

Entre estos factores destacamos la nutrición como la parte esencial en la prevención del picaje. Una dieta equilibrada es la base para la salud y bienestar de las aves y su plumaje. También es importante la monitorización regular del estado del plumaje de las aves, lo que nos permitirá identificar el picaje desde su inicio y poner en práctica estrategias de control para prevenir que el problema se agrave.

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