La primera pesada al llegar los pollitos a la nave nos sirve para saber de dónde partimos dependiendo muchísimo este peso de la edad de las madres y de cómo ha transcurrido el tiempo desde que los pollitos han nacido hasta que son alojados en la granja. El segundo peso –a los 7 días de edad– nos va a indicar cómo ha arrancado el pollito en su primera semana de vida. Para ello su peso habrá tenido que ser sobre 4,5 veces su peso al llegar. Este peso es muy importante pues dependiendo de cual haya sido, así será el posible peso del pollo al nal de la crianza.
Los pollos más pesados a los siete días serán los más pesados al llegar al sacricio si no ha habido incidencias durante la crianza. El pesaje puede hacerse de forma automática o manual. Las básculas tanto digitales como analógicas tienen que revisarse periódicamente para comprobar que su escala mide de forma correcta. Las digitales son más seguras que las analógicas y su gran ventaja es que, además del peso medio, también nos informan de la homogeneidad de los pollos al darnos el coeciente de variación.
Los avicultores se van dando cuenta de la importancia de conocer el peso de sus pollos y van cediendo a la sugerencia continua de los técnicos para que efectúen dicho pesaje
Se van instalando en las naves básculas automáticas jas que nos informan diariamente del peso y por tanto del crecimiento diario del lote. El conocimiento de éste crecimiento diario ayuda a conrmar cualquier situación anómala en el desarrollo de las aves en la crianza. Este método de pesaje es mucho menos agresivo que el manual y provoca a las aves mucho menos estrés. No nos asombremos si en aquellas naves en que se pesan semanalmente los pollos a mano inadecuadamente se obtienen pollos con más arañazos.