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Por Ricardo Martínez Aleson & Catherine Hamelin DSM Nutritional Products Iberia S.A.
Desde la reciente ampliación del registro y la autorización del Enterococcus faecium1 como aditivo para alimentación de pollitas para puesta y especies menores de aves de corral, hemos incluido el uso de este probiótico, que ya utilizábamos en pollos de engorde, dentro del Programa de DSM para reducir la incidencia de problemas patológicos y en consecuencia el uso de antibióticos en ponedoras y reproductoras.
La administración del E.faecium1 en el primer alimento que consumen las aves, va a permitir aplicar el concepto de “Exclusión Competitiva” desarrollado por Nurmi y Rantala en la década de los setenta.
Este concepto continúa estando vigente y es de gran utilidad en la producción avícola para regular la microbiota intestinal, favorecer la fisiología del intestino y reducir el riesgo de infección por enterobacterias patógenas.
La cepa de E. faecium1 tiene la capacidad de reducir la colonización de diferentes serotipos de Salmonella en los ciegos de las aves.
En la Tabla 1, se recopilan los resultados de distintos trabajos de investigación publicados en los que se utilizó E. faecium1 de forma continua en el pienso. Se puede observar una reducción significativa de la prevalencia de Salmonella en ciegos de pollos sometidos a un desafío oral inicial. Los pollos fueron sacrificados y analizados sobre los 30 días de edad.
Figura 1. Enterococus faecium. Esquema de su forma “protegida” multi-capa, que permite su liberación en la luz intestinal
1 Cylactin® NCIMB 10415
Esta reducción de la prevalencia se justifica por la alta producción de ácido láctico en la luz intestinal, que además de inhibir el crecimiento de Salmonella, estimula el aumento de la población de Lactobacillus spp.
Otro efecto importante, observado por Lourenço et al se refiere a la capacidad del E. faecium1 para estimular el sistema inmunitario de las aves, aumentando la cantidad de linfocitos T, CD4 y CD8 en la luz intestinal de los pollos a los 7 días de edad.
Esto representa una barrera primaria importante contra agentes patógenos, que potencia el efecto del uso de las vacunas vivas (Garcez 2014). Ésta es una medida más que dentro del programa de DSM para reducir la incidencia de problemas patológicos permitirá conseguir durante la fase productiva de estas aves la máxima producción de huevos de alta calidad.
Sin olvidar otras acciones importantes, ciñéndonos al programa de alimentación de forma general, debemos actuar en todas las fases de cría, recría, prepuesta y producción, con el fin de conseguir la mejor sanidad y el más alto y uniforme estado inmunitario.
Imagen 2. Linfocitos T
PARA CONSEGUIR ESTE OBJETIVO, DEBEMOS:
CUBRIR LAS NECESIDADES DE VITAMINAS Y MINERALES en cada fase de la cría y producción, para facilitar las funciones y procesos metabólicos: aplicación del concepto OVN -Óptima Nutrición Vitamínica-.
FACILITAR LA DIGESTIBILIDAD Y BIODISPONIBILIDAD DE NUTRIENTES con el correcto equilibrio enzimático, reduciendo de esta forma el efecto negativo de factores antinutricionales y empleando nutrientes, “Eubióticos” -probióticos y prebióticos- eficaces en las distintas fases del programa de alimentación para ejercer acciones importantes en el organismo de las aves, consiguiendo un efecto directo sobre la fisiología, el crecimiento, la sanidad y la inmunidad.
DESDE EL PRIMER ALIMENTO QUE CONSUMEN LAS AVES podemos influir para conseguir una correcta modulación intestinal. Aprovechando el concepto de “exclusión competitiva” para favorecer en el futuro el equilibrio de la microbiota
REFORZAR EL USO DE POTENCIADORES de la respuesta inmunitaria.
Se deben considerar y revisar los niveles de las vitaminas necesarias para obtener una óptima y uniforme respuesta inmunitaria, concepto OVN de DSM (Klasing, 1998).
La acción antioxidante de la cantaxantina2 favorecido por su cinética y tropismo en el organismo de las aves, hace que este carotenoide influya de forma determinante en el sistema inmunitario favoreciendo la respuesta de las pollitas al programa de vacunaciones.
Se debe tener en cuenta que la respuesta inmunitaria, consecuencia de las vacunaciones y exposición a antígenos ambientales de las aves, provoca un “estrés oxidativo” causando alteraciones en las aves con deficiencias o desequilibrios en antioxidantes (Constantini y Møller, 2009). La respuesta al programa de vacunaciones tiene un coste fisiológico y nutricional. Los antioxidantes juegan un papel fundamental, para que esta respuesta no sea perjudicial y provoque daños y reacciones secundarias -Concepto “MaxiPullet”-.
Reducir el estrés oxidativo provocado por la respuesta inmunitaria como consecuencia de las vacunaciones y exposición a antígenos ambientales
APORTAR NUTRIENTES ESTRUCTURALES PARA EL DESARROLLO MUSCULOESQUELÉTICO
Se consideran imprescindibles nutrientes como la proteína, “proteína ideal” basada en la correcta relación de aminoácidos esenciales digestibles necesarios para favorecer el desarrollo muscular y nutrientes minerales, para facilitar la mineralización ósea. Hay que considerar que el tejido óseo es un órgano complejo en constante modificación y crecimiento.
Los nuevos retos para la alimentación de las aves requieren soluciones científicas probadas
La alimentación de las aves exige nutrientes de alto valor biológico, nutrientes fundamentales y estructurales, los necesarios para mediar en las funciones metabólicas, vitaminas, minerales, antioxidantes, carotenoides/xantofilas, enzimas, carbohidasas, fitasas, proteasas, eubióticos. Una solución específica para cada necesidad.
Gráfico 1. Refleja de forma esquemática, el programa de alimentación para las fases de cría, recría, prepuesta y puesta propuesto por DSM para potenciar la inmunidad y reducir la incidencia de problemas metabólicos y patológicos en las aves durante su fase productiva. Con el fin de mejorar su viabilidad y productividad, manteniendo la calidad de los huevos producidos hasta el final del ciclo productivo.