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Con el mejoramiento genético constante y el alojamiento cada vez más frecuente de líneas pesadas, el proceso de incubación debe pasar por revisiones de todas sus etapas, adaptando o corrigiendo su proceso y procedimientos a estos cambios, para que sea posible lograr los mejores índices de eclosión y calidad de aves de un día, permitiendo un buen desempeño de las aves en el campo y reduciendo el costo de producción.
La planta de incubación es una parte importante de la cadena de producción del pavo, que procesa la materia prima de la granja de reproductoras y la transforma en un ave con características que definirán gran parte de su potencial productivo en el campo, donde está la mayor parte de costo de la cadena.
Las principales características de calidad de esta materia prima son:
- Grado de contaminación;
- Calidad de cáscara;
- Huevos sin defectos;
- Fertilidad;
- Desarrollo embrionario;
- Almacenamiento y transporte.
Calidad de los huevos recibidos
Grado de contaminación – Se espera que los huevos lleguen a la planta de incubación libres de contaminación, pero la situación real solo se percibe en el transcurso del proceso de incubación, con aparición de «huevos reventados», mal olor en las salas y/o dentro de las máquinas, en el análisis de la ovoscopia, en el momento del nacimiento o mortalidad en el campo.
El grado de contaminación dentro de la planta de incubación está directamente relacionado con el nivel de contaminación encontrado en estos huevos. Por otro lado, la planta de incubación también tiene el deber de no aumentar este grado de contaminación recibida y sobre todo no pasar esta contaminación a otro lote u otra fuente.
Situaciones de lotes de huevos con alto grado de contaminación, provenientes de determinadas granjas pueden comprometer toda la producción de una planta de incubación, por esto la necesidad de comunicación inmediata con la granja del estatus percibido.
Los principales procedimientos para que una granja tenga bajo índice de contaminación de huevos:
- Nido limpio;
- Recolección por hora;
- Desinfección inmediata después de la recolección;
- Evite la condensación de agua sobre los huevos (choque térmico al pasar de frío a calor).
Almacenamiento de huevos en la granja – El procedimiento ideal para el almacenamiento de huevos es que después de la puesta, éste se someta a una reducción gradual de la temperatura hasta llegar a 25°C en aproximadamente 6 horas y luego se almacena en una sala con una temperatura constante inferior a 21°C.
- En verano, donde muchas instalaciones a temperatura ambiente en horarios de mayor producción de huevos se encuentran por encima de los 30°C, es necesario utilizar una sala con temperatura intermedia hasta que los huevos alcancen esta temperatura.
- En invierno, donde las temperaturas son más bajas, el enfriamiento de estos embriones es naturalmente más rápido, deteniendo así el desarrollo embrionario. Por otro lado, en las noches de regiones de clima frío, la falta de aire acondicionado puede llevar a los embriones a alcanzar temperaturas inferiores a los 13°C (la exposición por más de 6 horas provoca daños en los tejidos).
Calidad de la cáscara: la baja calidad de la cáscara solo se identifica visualmente cuando tiene un grado severo de deficiencia; en algunas situaciones, los casos leves pueden pasar desapercibidos en el momento de la incubación. Sin embargo, en el momento de la ovoscopia (inspección al trasluz) o al nacimiento es percibido un elevado índice de no nacidos, debido a un alto grado de deshidratación o por la presencia de pequeñas fisuras.
En algunos casos, para estar seguro, es necesario investigar más detalladamente con el análisis de densidad de la cáscara. Las microfisuras pueden aparecer como parte del proceso de manipulación, por ejemplo, movimientos bruscos al colocar los huevos en las bandejas de plástico y/o al transportarlos.
Los huevos fuera del estándar (pequeños, deformados, de dos yemas y sucios) – la presencia de estos (Foto 1) puede ocurrir por falta de atención del clasificador o por intento de aprovechamiento indebido de los huevos. Por lo tanto, es necesaria la evaluación frecuente de una muestra de huevos por granja para estar seguros de la calidad recibida, así como una retroalimentación constante al proveedor.
Fertilidad – en este caso tenemos 2 indicadores, el más común utilizado es la “fertilidad real”, que se obtiene a partir de la ovoscopia a los 14 días cuando se retiran los huevos claros y, posteriormente, se realiza su análisis para la identificación de los índices de mortalidad por fase del desarrollo embrionario y, de esta manera, determinar la fertilidad real total que se espera esté entre 94,5% y 98%.
La «fertilidad en la ovoscopia» tiene en consideración solo los embriones vivos identificados al trasluz (no se realiza a los huevos claros rotos), con un índice esperado de 93% a 95,5%.
- Estos índices, por supuesto, están directamente influenciados por la edad de puesta de las reproductoras, el tiempo y las condiciones de almacenamiento de los huevos.
Hay situaciones especiales, especialmente al inicio de la puesta o en el caso de un lote enfermo, donde es necesario realizar incubaciones extraordinarias de muestras de huevos durante 72 horas, con el rompimiento y análisis total de estos, identificando rápidamente los índices de fertilidad real. En todos los casos descritos anteriormente, los resultados deben ser transmitidos a la granja proveedora.
Desarrollo embrionario: es importante comprender que la mayoría de los huevos de pavo, en el momento de la puesta, se encuentran alrededor de la etapa VI o VII del desarrollo embrionario, y la etapa que es más competente para soportar un almacenamiento prolongado es la etapa XI.
Por lo tanto, para obtener la mejor condición de sobrevivencia, sería importante llevar todos los embriones a esta etapa. El problema es que en la planta de incubación a menudo no tienen conocimiento de las condiciones reales de manejo de los huevos en la granja y no tiene idea de en qué etapa se encuentra el embrión cuando se reciben los huevos.
- Debemos observar la estación del año, temperaturas medias de este período, ubicación de la granja y condiciones estructurales de la misma, para luego realizar la descripción de patrones específicos de manejo de los huevos.
Condiciones de transporte de los huevos: a menudo no se les brinda la debida importancia, pero pueden dañar la cáscara de los huevos, principalmente cuando se transportan en bandejas de incubación plásticas y en caminos con muchas vibraciones o baches. Este daño normalmente solo es percibido cuando se analiza el residuo de incubación.
Tamaño del huevo
El tamaño del huevo tiene un impacto importante en dos aspectos. Uno de ellos se refiere a la relación directa con el tamaño del pavito: cuanto más grande es el huevo, más grande es el ave recién nacida.
Otro aspecto es que el huevo de tamaño grande, sumado a los altos índices de fertilidad, termina resultando en una “masa de embriones vivos” que produce mucho calor, y algunas máquinas no tienen la capacidad de enfriarlos adecuadamente (por la deficiencia de las instalaciones, o de la propia máquina).
En estos casos podemos realizar algunas acciones paliativas:
- Reducción de la temperatura del aire que ingresa a la máquina (22°C a 25°C);
- Aumento del volumen de aire que ingresa a la máquina;
- Reducción del número de huevos por bandeja y, en consecuencia, del volumen de huevos en el interior de la máquina.
- El tamaño mínimo indicado para su uso es a partir de 70 gramos. Al final de la producción, los huevos pueden alcanzar hasta 120 gramos (Foto 2).
Almacenamiento de huevos en la planta de incubación y factores de conservación del embrión
El tiempo ideal de almacenamiento de los huevos para obtener los mejores resultados, tanto en términos de eclosión como de calidad de las aves, es de 2 a 7 días.
Cuanto mayor tiempo de almacenamiento de los huevos:
- Mayor es la posibilidad de una caída en los índices de eclosión, debido al aumento de la mortalidad embrionaria en la fase #1, y del aumento en el índice de aves de descarte al nacimiento (aves de 2ª categoría).
Algunas acciones que se pueden tomar para reducir el efecto negativo del almacenamiento:
Tener en consideración que el almacenamiento es esencial, para establecer acciones que aseguren la mejor viabilidad de los embriones. Por lo tanto, es necesario tener un conocimiento detallado de las condiciones a las que fueron sometidos estos embriones hasta llegar a la incubadora. La falta de conocimiento puede provocar grandes errores.
Temperatura de almacenamiento – cuanto mayor sea el tiempo estimado de almacenamiento de los huevos, menor deberá ser la temperatura promedio de la cámara fría hasta el límite mínimo de 13°C.
Volteo de los huevos: realizar por lo menos dos veces al día.
Precalentamiento de los huevos una vez que lleguen a la planta de incubación – Caliente los huevos (hasta 99,5°F) durante 12 horas para llevar el embrión a la etapa XI. Solamente se perciben ventajas significativas para períodos de almacenamiento prolongados (superiores a 14 días).