Estudio
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El presente artículo tiene como objetivo compartir con los lectores una experiencia de campo y las conclusiones que extraemos de la misma sobre la repercusión del agua de bebida en el estado inmunitario general de la granja. No podemos desvelar muchos datos específicos de la prueba por deseo de la empresa avícola, pero si nos permite exponer ciertos datos relevantes.
Estudio
Se planifica una prueba comparativa en una granja de pollo de engorde de la zona norte del Ecuador. Granja de 100.000 pollos. Y se selecciona una nave de 20.000 para la prueba.
Hipótesis
Tratamiento de agua mejorado (peróxido de hidrógeno + plata + sustancias prebióticas y microbicidas) frente a tratamiento convencional de cloro.
Repercute en un mejor índice de conversión.
Lo más interesante no fue solo validar la hipótesis, sino descubrir una serie de hallazgos adicionales que nos parece relevante compartir con ustedes
En las 4 naves control, al igual que en la nave de prueba, se vacuna el día 14 (ocular Newcastle y Bronquitis) y el 28 de producción (refuerzo de Newcastle a través de agua de bebida). Sin embargo, solo en los grupos control (agua tratada con cloro convencional), se ha de usar expectorantes al tercer día post vacuna, manteniéndolo por 3 días, se añade yodo al agua y se hace un nebulizado con monopersulfato potásico para mitigar los síntomas. Esta prueba fue validada posteriormente repitiéndola y volviéndose a evidenciar los resultados que se han expuestos.
Nuestra sorpresa fue que únicamente, en la nave prueba, las reacciones vacunales fueron muy leves, no exigiendo la aplicación del protocolo para las reacciones vacunales.
Una mejor sanidad intestinal proporcionada por un correcto tratamiento de agua de bebida refuerza el sistema inmunitario de las aves tanto a nivel intestinal como general de las aves.