Reproductoras Pesadas: Necesidades en Proteína y Aminoácidos
Las necesidades en PB de las reproductoras pesadas en el pico de puesta se estiman entre 19 y 22 g/día (Leeson y Summers, 2012; Arbor Acres, 2013; Ross, 2016, 2017b; Cobb, 2016). La mayoría de los trabajos publicados sugieren un óptimo en torno a 5,3- 5,5 g de PB por cada 1.000 kcal de EMAn. Por tanto, un pienso estándar no debiera superar el 15% de PB.
A destacar que las aves no necesitan proteína sino AA disponibles. Por tanto, caso de disponer de materias primas adecuadas y que se formule con AA digestibles, conviene no superar niveles de proteína superiores al porcentaje indicado.
A efectos prácticos se recomienda un consumo diario de proteína equilibrada en torno a 18 g a las 20 semana de vida y 25 a 26 g a partir de las 35 semana de vida (Mateos y Piquer, 1994; Cobb, 2016).
A tener en cuenta que el exceso de PB origina aves con excesiva masa muscular y un engrasamiento limitado lo que perjudica la reproducción. Además, el exceso de proteína se excreta vía orina, originando un exceso de amonio en la nave con aumento de la incidencia de camas húmedas y pododermatitis.
Van Emous et al. (2013, 2015a,b) observaron un efecto positivo al reducir entre un 2 y un 6% los niveles de PB (y aminoácidos) del pienso suministrado de 7 a 17 sem y un 15% en el pienso de 17 a 23 sem de vida. Ekmay et al. (2013) sugieren que consumos de PB de 20,9 g/ave y día en reproductoras entre las 30 y 40 semanas de vida mejoran la producción de huevos, y que niveles ligeramente inferiores (19,4 g PB/ave y día) optimizan el índice de conversión, sin que se observe incidencia negativa alguna sobre los parámetros de fertilidad o el índice de nacimiento.
Sin embargo, niveles altos de PB (>27 g/ ave y día) podrían ocasionar problemas de deformaciones y elevar la mortalidad embrionaria (Pearson y Herron, 1982). Debido a la menor productividad se recomienda reducir el nivel de PB del pienso en la segunda fase de puesta en un 6,5% (13,3% vs. 14,2%) manteniendo la energía. Esta reducción de la PB favorece la persistencia de la puesta y los índices de incubación y de nacimientos (Van Emous et al., 2013; Van Emous et al., 2015ab).
El balance entre AA y su relación con la energía del pienso deben ser tenidos en cuenta en formulación práctica. Los niveles de AA se han estudiado con mayor detalle en los últimos años. En la tabla 1 se muestran las recomendaciones de AA en inicio de puesta por diversos centros de investigaci...