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Kirk Dawkins ha trabajado como gerente de incubación en dos empresas importantes productoras de pollos de engorde (House of Raeford y Pilgrim’s Pride) en los Estados Unidos. Este artículo fue escrito durante el periodo de transición entre ambas empresas. Kirk Dawkins es además propietario de una granja de reproductoras.
La sanidad en las plantas de incubación es uno de los aspectos más importantes del manejo de plantas de incubación para producir pollitos sanos y de alta calidad siempre utilizando buenas prácticas de manejo adecuadas a la incubadora.
Hoy más que nunca es de primordial importancia encontrar la manera de incubar y nacer pollitos sin la utilización de antibióticos. Por ello el lavado, limpieza y desinfección en las plantas de incubación representan uno de los primeros pasos críticos para la producción de pollitos sin la ayuda de antibióticos. Debe siempre verificarse el resultado de los procedimientos aplicados en la planta de incubación.
Es además imprescindible contar con un manual de procedimientos
Para todos los empleados de cualquier nivel de preparación o entrenamiento
2.- Inmediatamente después de retirar los pollitos de las máquinas debe retirarse el plumón y todo el residuo de incubación. Estos desechos deben ser descartados bajo lineamientos que respeten el ambiente, consideren la bioseguridad, aseguren la protección de los empleados y consoliden la sanidad efectiva de la planta de incubación.
4.- Se recomienda utilizar un detergente que produzca espuma para lo cual es conveniente contar con equipos que produzcan espuma y que faciliten la desinfección de cualquier superficie con detergente en forma de espuma para cubrir el techo, las paredes, y cualquier superficie presente en las salas de nacimiento. Una vez cubiertas con espuma las superficies de la sala de nacimientos debe permitirse que ésta repose por lo menos 20 minutos sobre las superficies en proceso de desinfección.
Si por razones de falta de personal o de tiempo es necesario acortar este periodo, el material detergente deberá permanecer por lo menos un tiempo mínimo de 10 a 15 minutos.
5.- Una vez que la espuma detergente haya permanecido por el tiempo recomendado sobre las superficies en proceso de limpieza deben entonces lavarse nuevamente todas las superficies incluyendo el techo, las paredes, las máquinas incubadoras y otros equipos que puedan ser lavados de esta manera. Es particularmente importante cubrir con espuma detergente las superficies internas de las máquinas nacedoras cubriendo el 100% de las superficies incluyendo las estructuras que soportan los ventiladores.
Permitir que la espuma permanezca sobre la superficie por lo menos 10 a 15 minutos.
Este segundo lavado para retirar el detergente debe efectuarse también con agua a alta presión. Si es posible, debe utilizarse agua templada. En este segundo lavado ya no es tan necesaria la utilización de agua caliente, a menos que todavía se detecte una cantidad significativa de materia orgánica sobre las superficies.
6.- Además de aplicar agua a alta presión a temperatura templada junto con el detergente es frecuentemente necesario e incluso imprescindible cepillar los ventiladores y otras estructuras para poder retirar efectivamente los residuos de incubación.
Lógicamente este procedimiento debe hacerse con cuidado de manera que se pueda retirar la materia orgánica sin dañar el equipo de incubación
7.- Posteriormente se procede a enjuagar perfectamente las máquinas, el equipo de incubación, y cualquier superficie que requiera ser enjuagada. Este enjuague también debe efectuarse utilizando agua a alta presión.
El riesgo de contaminación del ombligo de los pollitos puede agravarse aún más cuando los pollitos son colocados dentro de bandejas mojadas
Uno de los aspectos más importantes a cuidar en la incubadora desde el punto de vista sanitario es la limpieza de las bandejas de pollitos. Esto es fundamental pues las superficies de las cajas o bandejas de pollitos entran en contacto directo con el ombligo y la piel de pollitos recién nacidos. En cada nacimiento hay por lo menos un pequeño porcentaje de pollitos que han nacido retrasados y por ello su ombligo no ha cicatrizado perfectamente.
8.-Después del paso anterior puede procederse a desinfectar las máquinas, el equipo y las superficies de la sala de incubación con desinfectantes a base de cuaternario de amonio o algún desinfectante equivalente.
Muchas plantas de incubación no hacen un enjuague final después de aplicar el desinfectante, especialmente si se trata de cuaternario de amonio pues aún después de secado tiene un efecto residual que se reactiva al incrementarse la humedad de la sala durante el proceso de incubación, especialmente cuando los pollitos comienzan a nacer.
El ombligo de estos pollitos fácilmente puede contaminarse con bacterias causando onfalitis e infección del saco vitelino. El efecto negativo de esta contaminación es imposible de documentar en la planta incubadora; por el contrario, es fácil observar el resultado de esta contaminación hacia los tres o cuatro días de edad en que los pollitos exhiben un incremento en la mortalidad y en los que es fácil constatar la infección del saco vitelino y muchas veces también la onfalitis.
Esto puede agravarse aún más cuando los pollitos son colocados dentro de bandejas mojadas, pues con ello se facilita aún más la contaminación del ombligo.
Por esta razón también debe contarse con un procedimiento perfectamente descrito para lavar y desinfectar las bandejas de pollitos como se describe a continuación
1.- Definir perfectamente los procedimientos de protección para empleados en la zona de lavado. No solamente es necesario definir estos procedimientos si no también entrenar perfectamente a todos los empleados, los nuevos y los antiguos
Este entrenamiento debe hacerse periódicamente, aún para empleados que llevan años laborando en la incubadora.
2.- Retirar perfectamente el plumón, los residuos de incubación y todo el material orgánico visible en las bandejas. La mayoría de las plantas de incubación cuentan actualmente con máquinas de lavado automáticas que utilizan agua caliente y detergentes. La temperatura mínima para el lavado de las bandejas debe ser 70°C.
Cuando no se cuenta con equipo automatizado es crítico lavar las bandejas manualmente de manera que toda la materia orgánica sea retirada. Cuando por alguna razón los pollitos han permanecido demasiado tiempo en las bandejas estas serán más difíciles de lavar y habrá que aplicar un procedimiento de lavado más riguroso de lo normal.
Al mismo tiempo, cuando ha habido un mal nacimiento en el que hay demasiada sangre sobre las bandejas también se dificulta mucho la limpieza de éstas. Tomar en consideración que si la empresa tiene problemas de infección con salmonela, la presencia de materia orgánica remanente en las bandejas puede representar un medio de cultivo y permanencia excelente para las salmonelas.
3.- El siguiente paso es aplicar detergente, si es posible a temperatura templada. Permitir que el detergente permanezca sobre las superficies de las bandejas por espacio de por lo menos 15 o 20 minutos. Si es necesario debe cepillarse manualmente las bandejas hasta retirar perfectamente toda materia orgánica visible. No debe permanecer ninguna cantidad significativa de meconio, pues este contiene una alta concentración de bacterias, incluyendo salmonelas.
4.- Enjuagar posteriormente las bandejas con agua a alta presión, al igual que las máquinas y equipo de la salas de nacimiento.
5.- Posteriormente se aplica desinfectante en forma de amonio cuaternario y en forma de espuma, pero pueden aplicarse otros desinfectantes. De hecho, es recomendable rotar desinfectantes en la planta de incubación por lo menos cada seis meses
6.- El último paso en el lavado y desinfección de las bandejas de pollitos es el enjuagado antes de almacenar las bandejas para permitir que se sequen. Muchas plantas de incubación cuentan no sólo con lavadoras automáticas de bandejas, sino que también cuentan con secadoras muy eficientes. El concepto fundamental es no permitir que los pollitos sean colocados dentro de bandejas mojadas pues esto es uno de los motivos más comunes de contaminación bacteriana.
No debe olvidarse que además de las bandejas de pollitos es muy importante lavar y desinfectar los carritos de huevos y de bandejas de pollitos, incluyendo las ruedas de los carritos.
Muchas incubadoras hacen circular carritos de huevo fértil entre granjas y entre granjas y la incubadora. Aunque esta práctica no es recomendable, en ocasiones es inevitable por fallas o deficiencias en infraestructura y en estos casos por lo menos debe existir la certeza de que los carritos y sus ruedas sean desinfectados perfectamente para reducir al mínimo la contaminación cruzada con patógenos como salmonelas.
Es mejor utilizar máquinas lavadoras de bandejas que cuenten con dos tanques para permitir que el primer tanque capture la mayor parte de la materia orgánica y que el segundo tanque sea dedicado a retirar el detergente y los residuos. La temperatura del agua debe ser 70 °C como mínimo para poder degradar la viabilidad de las bacterias presentes en las bandejas y para facilitar el desprendimiento de materia orgánica.
Es esencial limpiar y desinfectar los ductos del sistema de ventilación por lo menos una vez semanalmente utilizando un desinfectante y un inhibidor de hongos. Para ello, debe asperjarse el serpentín de evaporación, ya que en él se produce mucha condensación de agua y por ello la unidad tiende a promover el crecimiento de hongos.
Se deben utilizar también filtros descartables que puedan ser eliminados cada semana para ser reemplazados con filtros nuevos en la sala de incubación. Esto también debe hacerse en la sala de nacimientos después de cada nacimiento; de lo contrario se producirán contaminaciones muy importantes con hongos como Aspergillus.
Es importante desinfectar utilizando un inhibidor de hongos diariamente en la planta de incubación. La sala de incubación debe ser tratada mediante fumigación inmediatamente después de colocar un nuevo grupo de huevos y también al momento de hacer la transferencia.
La mayoría de los países han impuesto restricciones muy estrictas en el uso de formaldehído e incluso en algunos países se ha prohibido su utilización. Más que prohibir su utilización debe buscarse alguna metodología y equipo para poder utilizar formaldehído en forma segura e inocua tanto para los empleados como para los pollitos.
Cuando se utilice formaldehído, este debe ser destinado a la desinfección de las máquinas nacedoras pero nunca para las máquinas incubadoras
Uno de los mejores sistemas cuenta con un mecanismo de dosificación continua que depende de una bomba peristáltica que fuerza el formaldehído a través de un sistema de ductos cerrados que conducen al formaldehído hasta cada una de las máquinas dentro de las cuales existe una mecha humedecible de 100 a 120 cm de longitud y que puede absorber hasta 12 onzas (350 ml) de formaldehído cada 24 horas.
Esta dosificación proporcionará una concentración de 30 a 40 partes por millón de formaldehído en cada máquina, lo que representa la mejor dosificación para inactivar hongos. Por el contrario, si la concentración de formaldehído es demasiado alta esto dañará el epitelio de la tráquea de los pollitos incluso antes de que nazcan.
Las concentraciones excesivas de formaldehído pueden incrementar la tasa de mortalidad durante la primera semana
Las concentraciones excesivas de formaldehído pueden incrementar la tasa de mortalidad durante la primera semana y facilitar problemas respiratorios pero cuando se utilizan en forma adecuada pueden reducir al mínimo la mortalidad observada en los primeros siete días de vida e incrementar la calidad de los pollitos.
Obtener muestras del interior de las bandejas de pollitos y del interior de la máquina. Colocar una placa de agar McConkey, otra de agar sangre y una más de agar Saboureaud para cultivo de hongos dentro de la máquina incubadora y dejarlas abiertas por espacio de 10 minutos e incubarlas a 37ºC durante 48 horas.
Obtener muestras de las aspas de los ventiladores dentro de las incubadoras y las nacedoras. Obtener muestras de los filtros para los ductos de ventilación, calefacción y aire acondicionado (HVAC), y también de los serpentines. Tomar muestras de los tanques de lavado y también de la máquina lavadora de bandejas.
Obtener huevos del cuarto de almacenamiento de huevo y aplicarlos en forma aséptica sobre agar TSA. Incubar estas muestras durante 48 horas y examinar las placas para determinar si es necesario mejorar el sistema de limpieza y desinfección.
Este procedimiento se recomienda para hacerlo dentro de la misma planta incubadora sin necesidad de enviar las muestras al laboratorio, a menos que se pretenda determinar el género y la especie de bacterias o de hongos detectados.
La idea es básicamente determinar si existen variaciones o desviaciones a partir de los datos considerados como normales para la planta. Solicitar a proveedores de vacunas o a la empresa de servicio de vacunación in ovo que haga auditorías microbiológicas en la sala de vacunación y para el equipo de vacunación in ovo o post-nacimiento
Por último, es necesario recordar que siempre es conveniente contar con sistemas de verificación de resultados de nuestro trabajo en lavado, limpieza y desinfección de la planta incubadora y de los equipos de incubación