Los organizadores del Premio Egg-Tech de 6 millones de dólares, para encontrar tecnologías escalables para sexar pollitos antes de que nazcan, aún no ha concedido el premio porque «ninguno de los solicitantes cumplió con los criterios».
La Fundación para la Investigación de Alimentos y Agricultura (FFAR), en asociación con Open Philanthropy, lanzó el 20 de junio la Fase II del Premio Egg-Tech, una competición para determinar con precisión y rapidez el sexo de un pollito antes de que nazca. El Premio Egg-Tech tiene el potencial de revolucionar la producción mundial de huevos al evitar el sacrificio de pollitos machos de un día y mejorar la producción mundial de alimentos, ahorrando miles de millones de dólares.
La Fase II del Premio Egg-Tech es la etapa final de un programa de dos partes dotado con 6 millones de dólares destinado a desarrollar tecnologías para la determinación del sexo precisa, de alta velocidad y en etapa temprana de pollitos ponedores mientras aún están en el huevo. En 2019, FFAR otorgó aproximadamente 2 millones de dólares en subvenciones iniciales de la Fase I para investigar y desarrollar enfoques novedosos, principalmente no invasivos, para resolver el desafío del sexado de huevos. En la segunda fase del programa, el Premio Egg-Tech ofrece 4 millones a las personas o equipos que tengan el potencial de ofrecer una solución escalable y comercialmente viable para determinar el sexado in-ovo y terminar con el sacrificio de pollitos machos en todo el mundo.
Se estima que evitar el sacrificio de pollitos machos ahorraría al sector del huevo aproximadamente 500 millones de dólares en huevos y mano de obra desperdiciados y reduciría significativamente la huella de carbono de la actividad. Si las incubadoras de huevos pudieran conocer el sexo del huevo el día de puesta, más de seis mil millones de huevos que contienen embriones masculinos podrían usarse para la producción de alimentos para humanos o animales, o bien para vacunas.
“El Premio Egg-Tech podría conducir a una poderosa herramienta que mejore el sistema alimentario mundial, al tiempo que aumenta la rentabilidad de los productores de huevos”, dijo el Director del Programa Científico de FFAR, el Dr. Tim Kurt.
El Premio Egg-Tech se da a quienes demuestren que tienen «una solución escalable y comercialmente viable para el sacrificio de pollitos machos en todo el mundo». Las solicitudes se presentaron hasta el 31 de agosto de 2022. Pero no se entregó ningún premio en el otoño del pasado año, como estaba previsto. El ganador recibiría un millón de dólares al año durante cuatro años. Pero la “opinión unánime de los evaluadores que ninguno de los solicitantes cumplió con los criterios para merecer la concesión del premio”. Según el Dr. Jeffrey L. Rosichan, director de Crops of the Future Collaborative en FFAR, los criterios, incluyen factores como la velocidad, la precisión, la viabilidad económica y el rendimiento.
Por ello “El comité recomendó extender la fecha límite para permitir a los solicitantes tiempo adicional para desarrollar aún más su solución para cumplir con los criterios. También proporcionó a cada solicitante objetivos específicos que necesitaría ver alcanzados al final del período de extensión para merecer el premio”.
Técnicas de determinación del sexo in ovo
Las tecnologías actuales para determinar el sexo in-ovo se pueden agrupar en seis tipos:
1. Imágenes no invasivas (ya en el mercado): mirar a través de la cáscara de un huevo para determinar el sexo del embrión en su interior. Las imágenes no invasivas son «rápidas, simples y económicas», y la desventaja es que debe esperarse hasta una etapa tardía de la incubación del embrión (más de 12 días) para garantizar la precisión.
2. Muestreo de líquido alantoideo (ya en el mercado): extracción de una gota de líquido del interior de los huevos alrededor del día nueve de incubación y análisis de biomarcadores que permitan sexar el huevo. Actualmente comercializado en Europa a través de la marca Respeggt. Generalmente más costosa que las imágenes no invasivas, pero puede funcionar antes en el período de incubación. El Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura (BMEL) alemán ha modificado el pasado 16 de junio la regulación existente sobre el sacrificio de pollitos en Alemania. Desde el 1 de enero de 2024 se puede realizar el sexado in ovo hasta el día 12 del proceso de incubación, en base a la última investigación realizada por la Universidad Técnica de Munich sobre cuándo los embriones de pollo sienten dolor. El marco legal para la legislación sobre el sacrificio de pollitos en Alemania permite mayor margen al sector del huevo. Hasta ahora ninguna de las soluciones desarrolladas podía sexar antes del día 7, pero muchas pueden hacerlo antes del día 13.
3. Edición genética: usar la edición de genes para dar a los embriones masculinos un marcador genético que les permita identificarse fácilmente o dejar de crecer por completo. Solo los machos portan el rasgo genético, por lo que las hembras y los huevos que llegan al mercado no están modificados genéticamente. Si bien cualquier enfoque que utilice ingeniería genética puede presentar desafíos regulatorios o de consumo, este sistema permite una detección sexual rápida y no invasiva antes de que los huevos entren a la incubación, mientras que la mayoría de los otros enfoques solo son viables varios días después, en el proceso de incubación.
4. Análisis de compuestos volátiles: detección de compuestos volátiles específicos del sexo que escapan a través de la cáscara del huevo.
5. Imágenes espectroscópicas: toma de imágenes de embriones mediante finos agujeros en la cáscara. Esto es más complejo y costoso que las imágenes no invasivas, pero puede ser efectivo en una etapa más temprana de la incubación.
6. Reversión de sexo: se están explorando técnicas que incluyen cambiar la humedad, la temperatura y las vibraciones del sonido para cambiar el sexo de los embriones de macho a hembra, lo que, si se valida, sería una solución interesante, aunque la técnica aún es incipiente.
El sexado in ovo avanza en la UE mientras EE. UU. espera
El sexado in-ovo gana terreno en la Unión Europea, impulsado por la legislación sobre bienestar animal. Alemania y Francia (con algunas excepciones) ya han prohibido la práctica de sacrificar pollitos machos; Italia planea eliminarlo gradualmente para 2026 y Suiza ahora requiere métodos de sacrificio más «humanitarios». Las soluciones de sexado de huevos actualmente tienen una penetración de alrededor del 10-20% en el mercado de la UE.
Los grupos de bienestar animal también están presionando a la Comisión Europea para que incluya una eliminación gradual en toda la UE del sacrificio de pollitos machos en su revisión de la legislación de bienestar animal de la UE. Y la Comisión ha anunciado que se ha incorporado este punto en la agenda de revisión de las normas sobre bienestar animal que están preparando para presentarlas este mismo año.
Los productores estadounidenses no están bajo la misma presión del gobierno para poner fin a la práctica y han tardado más en entrar en el debate. United Egg Producers (UEP), que representa el 90% de la producción de huevos de EE.UU., pidió la eliminación del sacrificio de pollitos machos de un día en 2016, pero emitió una declaración cinco años después argumentando que “aún no están disponibles los métodos que cumplan con los estándares éticos y de seguridad alimentaria y las soluciones escalables necesarias para los Estados Unidos”, algo que se considera igualmente válido en la actualidad.