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Por Serni Morera Vilanova, New Farms
El propósito principal de la ventilación es proporcionar un ambiente que permita a los pollos lograr un rendimiento óptimo en el crecimiento, la uniformidad y la eficiencia alimenticia, asegurando al mismo tiempo que la salud y el bienestar de las aves no se vean comprometidos.
La ventilación tiene como objetivo
Los objetivos de la ventilación están en función de la época del año en la que nos encontremos.
En invierno la ventilación debe proporcionar la suficiente cantidad de aire para limitar los niveles de humedad relativa y de gases nocivos.
La cantidad de aire que los pollos requieren para cubrir sus exigencias en oxígeno es menor que la requerida para retirar el exceso de humedad y gases nocivos.
En verano la ventilación debe disipar del alojamiento el calor producido por los pollos, con el fin de que la temperatura percibida por los pollos esté lo más cerca posible de la temperatura de confort.
Básicamente el sistema consiste en ventiladores con motor eléctrico que extraen el aire del interior del alojamiento y entradas de aire que dirigen el aire fresco al lugar donde deseamos que vaya.
Los ventiladores, al extraer el aire del interior de la nave crean un vacio parcial o de presión negativa. La diferencia de presión empuja el aire fresco a través de entradas de aire al interior de la nave reemplazando al aire que extrajeron los ventiladores.
Cuanto menor sea la presión negativa dentro del alojamiento, mayor será la velocidad del aire que entra en él
Estanqueidad
En las naves con sistema de ventilación por presión negativa la estanqueidad es una consideración esencial para la consecución de una buena y fiable la presión negativa. Esto significa que todas las grietas, agujeros, paneles mal ajustados y puertas deben estar herméticamente sellados, para garantizar que el aire sólo entra por donde se pretende, es decir, a través de las entradas de aire.
Lo primero que debemos tener en cuenta es el caudal máximo de aire que debemos instalar en la nave.
Como mínimo debe ser de 130 m3/h por m2 (Czarick, M. 2009). En España el caudal máximo se calcula entre 5 – 6 m3/h Kg PV. Cuando se calcula una ventilación en túnel el caudal máximo estará en función de la velocidad deseada del aire y de la superficie de la sección transversal de la nave.
Para tener una adecuada versatilidad para ajustar el sistema de ventilación a los cambios climatológicos es mejor combinar la instalación de ventiladores de “poco caudal” (alrededor de 12.000 m3 / h) para la ventilación mínima con ventiladores de gran caudal (alrededor de 40.000 m3 / h) para la ventilación máxima.
El emplazamiento de los ventiladores debe contribuir a obtener la uniformidad del reparto del aire en el interior de la nave
Los ventiladores extraen el aire del interior de la nave creando una presión negativa
Debido a la diferencia de presión el aire es forzado a entrar dentro de la nave
para reemplazar al aire extraído por los ventiladores
Como el caudal de los ventiladores varía en función de la presión estática a la que operan para obtener el caudal de aire calculado el caudal de los ventiladores se debe determinar como mínimo para una presión estática de 25 Pa (Czarick, M. 2009)
En primer lugar debemos tener en cuenta la relación del precio de los ventiladores con los materiales que están fabricados los ventiladores y su calidad.
En segundo lugar debemos tener en cuenta la eficiencia energética (W / 1.000 m3 / h).
Este ratio nos informa de la potencia eléctrica que emplea un ventilador determinado para extraer 1.000 m3 / h. Este ratio nos ayuda a seleccionar los ventiladores mas adecuados para mantener los costes operativos al mínimo.
El aire entra en la nave a través de las entradas de aire que tienen como misión dirigir el aire fresco hacia donde queremos que vaya.
El diseño y emplazamiento de las entradas de aire es de lejos el factor más importante para mantener un correcto control ambiental de las naves de pollos.
“Mas del 80% del diseño del sistema de ventilación es el diseño adecuado y la distribución de las entradas de aire, tal vez 20% o menos es la distribución de los ventiladores” (Czarick, M. 2009)
La distribución de las entradas de aire debe asegurar la uniformidad en el reparto del aire fresco en toda la nave. Para ello debemos asegurarnos de que la nave es estanca y que el aire solo entra a través de las entradas de aire.
Como norma general la superficie de entrada de aire debe ser de 1 m2 por cada 12.000m3/h de capacidad de extracción de los ventiladores (Czarick, M. 2013).
En ventilación mínima y de invierno las entradas de aire deben dirigir el aire hacia la parte más alta de la nave para atemperar el aire frio que entra del exterior y mantenerlo alejado de los pollos el mayor tiempo posible. Las entradas de aire también se deben diseñar para maximizar la eliminación del calor producido por los pollos en tiempo caluroso.
Para facilitar que el aire que entra en la nave haga el circuito deseado, las entradas de aire se den instalar lo más cerca posible del techo.
El techo debe ser completamente liso y libre de obstáculos
Si en el techo hay vigas u otros obstáculos el aire puede colisionar contra ellos, cambiar de dirección y caer rápidamente sobre las aves sin tener tiempo de atemperarse enfriando a los animales y provocando condensaciones en la cama.
Para evitar estos efectos negativos en estas situaciones lo ideal es instalar guías de aire encima de las entradas para dirigir el flujo de aire de forma que el aire no colisione con dichos obstáculos.
La dirección en la que el aire entra en una nave está vinculada con la presión negativa (velocidad del aire cuando entra en la nave), al diseño de la nave, al diseño de entrada y al tamaño de la abertura.
Si las entradas de aire están demasiado abiertas el aire puede caer demasiado pronto encima de los animales enfriándolos en exceso. Sin embargo, si las entradas no están abiertas suficientemente aumenta la presión negativa en la nave y la velocidad del aire en la entrada.
Cuando el aire entra demasiado rápido en la nave no se mezcla con eficacia con el aire del interior y no se atempera, cae aun demasiado frio encima de los animales y puede provocar condensaciones en la cama.
Para evitar todos estos problemas la velocidad del aire en la entrada debe ser la adecuada, en función del ancho de la nave, y constante. Para conseguir este objetivo la abertura de las entradas de aire será proporcional a la cantidad de aire que extraen los ventiladores en cada momento.
Aunque las entradas de aire pueden gobernarse mediante temperatura o mediante porcentaje el mejor sistema es el control de la presión negativa. En las tablas siguientes se muestran recomendaciones de las presiones negativas y velocidades del aire en la entrada recomendadas por varios autores.
El mejor sistema es el control de la presión negativa
Debemos tener siempre presente que la medición de la presión negativa y la velocidad del aire en la entrada son formas indirectas de asegurar el flujo correcto del aire en el interior del alojamiento.
Por tanto es necesario comprobar dicho flujo mediante pruebas de humo durante la puesta en marcha de la instalación y siempre que se observen fallos o imprevistos en el funcionamiento del sistema de ventilación.