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Soporte nutricional durante la temporada de estrés calórico

Escrito por: Marco A. Rebollo
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golpe de temperatura pollos

Contenido disponible en: Português (Portugués, Brasil)

Las aves sometidas a estrés calórico son capaces de adaptarse si la exposición es gradual, no obstante, la pérdida productiva sucede tanto por reducción en el consumo como por el trastorno metabólico que se desencadena.

Sabemos que aun cuando contemos con la tecnología más avanzada de control ambiental (casetas aisladas, ventiladas, selladas, con paneles, etc.), dicho control nunca será al 100%, en especial en esos momentos de calor extremo.

Bastan unas horas para causar mortalidades importantes, además del impacto crónico en bajos pesos y conversión pobre.

La zona termo neutral en aves se ubica entre 19 y 25 ºC (DaghirN.J., 1998). En época de calor las temperaturas dentro del galpón climatizado fácilmente rebasan los 28 ºC . Dependiendo de la humedad relativa, estas temperaturas pueden caer en la zona de peligro (<65%HR) y hasta de emergencia (<90% HR) (Baumgard, L. 2013). Al no contar con glándulas sudoríparas las aves dependen en gran manera de la perdida evaporativa por jadeo. Que si se prolonga lleva a una hiperventilación seguida de una descompensación metabólica (alcalosis, desbalance acido-base, inmunodepresión, afección gastrointestinal, etc.) y muerte.

Las aves cuentan además con una densa cubierta de plumas y en el caso del pollo de engorda su relación masa corporal: capacidad ventilatoria es aún más desfavorable.

El manejo que se les da a las aves en época de calor incluye:

  • Bajar densidades
  • Abasto pleno de agua fresca
  • Aumentar el flujo de aire en el galpón
  • Administrar electrolitos
  • Incluso restringir el acceso al alimento previo a las horas críticas
  • Mojar a las aves*

El uso de aclimatización se ha intentado en algunas zonas tropicales; exponiendo a las aves gradualmente al calor (4 a 5 días, 32 – 35 ºC, Hillerman and Wilson, 1955).

 

Por el lado de la nutrición también se suelen hacer ajustes preventivos para estrés calórico. Al preparar las dietas para la temporada cálida se deben considerar algunos puntos importantes:

Las aves bajo estrés calórico sufren un cambio metabólico derivado de la liberación de gluco- y mineralocorticoides. Esto implica:

Es importante considerar los más iones posibles para establecer un adecuado balance electrolítico (mEq/Kg); Na, K, Cl, Ca, fosfatos, sulfatos, Mg. De ser posible contar con los análisis de los ingredientes y agua en cuanto a su contenido, para lograr mayor precisión.

Aumentar los niveles de vitaminas A, E y C ha sido de ayuda ( Moreng, 1980, Cheville, 1970, Njoku, 1984).

La administración de bicarbonato de sodio puede ser de utilidad como fuente compensatoria de sodio sin agregar más cloro, y ha sido controversial con respecto a su efecto como fuente de carbonatos.

El uso de vit. C ha probado ser de ayuda.

Recientemente se ha desarrollado el uso combinado de zinc y cromo (III) unido a aminoácidos (complejos metal aminoácidos, Availa®Mins, Zinpro Corp.).

En un estudio hecho en broilers Ross 308, sometidos a estrés calórico de 21 a 35d (33ºC, 85%HR) al ser comparados con un testigo que tenían picolinato de cromo a los 35d., se observaron mejoras en:

Previos estudios han demostrado mejoras en salud intestinal con el uso de esta fuente de zinc por preservar las uniones estrechas en el intestino (Peirce, S. et. al. 2013).

 

Las aves sometidas a estrés por calor son capaces de adaptarse si la exposición es gradual, no obstante, la pérdida productiva sucede tanto por reducción en el consumo como por el trastorno metabólico que se desencadena.

La exposición súbita a altas temperaturas lleva sin duda al incremento en la mortalidad.

El cuidado de las fuentes y los niveles nutricionales son fundamentales, así como la suplementación de electrolitos y algunas vitaminas. El uso de Zn y Cr de complejos metal aminoácidos (Availa®Mins) ofrecen una nueva alternativa para mitigar los efectos productivos adversos del estrés calórico.

 

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