La empresa Cresta Roja no abrió sus puertas, el martes 2 de enero de 2018, y los trabajadores fueron enviados de vuelta a sus casas. En medio de la incerteza por el pago del sueldo de diciembre y los premios de fin de año.
Planta de Cresta Roja permanece cerrada con custodia policial, y sus trabajadores no habrían recibido el sueldo del mes de diciembre.
La planta de Cresta Roja ubicada en Esteban Echeverría, propiedad del grupo Proteinsa, permanece cerrada y custodiada por cuatro camionetas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y dos de Gendarmería Nacional, las cuales amanecieron apostadas junto a la planta avícola, conforme informó el Diario Sur.
Los trabajadores aún esperan el cobro de su sueldo de diciembre, y algunos denuncian que están de vacaciones sin cobrar también. A todo esto, se suma el posible despido de los once delegados gremiales tras una medida de fuerza que se llevó adelante el viernes, en reclamos del pago de los premios de fin de año.
Los trabajadores continúan bajo un escenario incierto debido a que ayer no recibieron pollos para procesar, y por eso se les pidió que vuelvan a sus casas y que no trabajen.
Los empleados de la emblemática fábrica -que fue visitada por María Eugenia Vidal y Mauricio Macri al poco tiempo de asumir el Gobierno para anunciar la reincorporación de trabajadores despedidos- aún esperan el cobro de su sueldo de diciembre, y algunos denuncian que están de vacaciones sin cobrar también. – Diagonales.
Cabe señalar que la empresa atraviesa una profunda crisis que no puede terminar resolver y que data de las épocas en las que le pertenecía a los hermanos Rasic. El presidente Macri eligió la planta en 2016 para anunciar el veto a la Ley Antidespidos.
Es así como en el 2016, el presidente Macri decidió tomarla como “símbolo de la recuperación”, ya que a su entender la compañía, por voluntad o por imposición, resumía el modelo económico del kirchnerismo. Pero lejos está de ser el final del conflicto.
Las dos plantas de la Cresta Roja (Proteinsa S.A.), se encuentran ubicadas en las localidades bonaerenses de Esteban Echeverría y El Jagüel, donde 1.200 empleados trabajan en la faena de pollos.
Por lo visto, esta planta de procesado de aves argentina continúa inmersa en conflictos gremiales, malas gestiones empresariales y un futuro económico incierto para este 2018.