Signos de inconsciencia
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El aturdido eléctrico busca inducir una actividad epileptiforme generalizada en el cerebro de las aves (electroencefalograma con actividad de alta amplitud y baja frecuencia), que la reconoceremos por las convulsiones/ temblores en pechuga, alas pegadas al cuerpo y cuello ligeramente arqueado.
Signos de inconsciencia
El reglamento CEE 1099/2009, relativo a la protección de los animales en el momento del sacrificio, en vigor y de obligado cumplimiento desde enero del 2013, indica que “los animales no presentarán ningún signo de consciencia o sensibilidad en el período comprendido entre el final del proceso de aturdimiento y la muerte”.
Según el “Dictamen científico sobre procedimientos de supervisión de mataderos de aves relativo a la salud y bienestar Animal” de la European Food Safety Authority (EFSA) en 2013, existen varios indicadores de las aves que nos indican la efectividad del aturdido (ver fig 1).
El dictamen de la EFSA, indica que para la evaluación del aturdido (justo a la salida del baño aturdidor), se tendrá en cuenta la presencia simultánea de al menos dos indicadores recomendados de signos de inconsciencia, para poder asegurar que las aves están realmente aturdidas (ver figura 2). Los “indicadores auxiliares” tienen un valor predictivo limitado, por tener una sensibilidad baja o por tener alta dificultad de inspección (reflejo corneal/palpebral en cadenas de alta velocidad), pero son útiles como una «señal de advertencia»
Parámetros eléctricos mínimos en legislación
El reglamento CEE 1099/2009 establece unos valores mínimos a aplicar en aves aturdidas por baño de agua.
Una excepción a esta regulación es el sacrificio prescrito para los ritos religiosos de las comunidades judía (shechita), musulmana (halal) y sikh (jatka), (Directiva 93/119/CE) que exime de métodos de aturdimiento previo a condición de que el sacrificio se lleve a cabo en un matadero. Aunque, por otro lado, Suecia, Noruega, Austria, Estonia, Suiza, Lituania, Islandia y Dinamarca han establecido la prohibición de sacrificar animales para consumo humano sin aturdimiento previo.
Ausencia de fibrilación ventricular
El aturdido eléctrico busca inducir una actividad epileptiforme generalizada en el cerebro de las aves (electroencefalograma con actividad de alta amplitud y baja frecuencia), que la reconoceremos por las convulsiones/ temblores en pechuga, alas pegadas al cuerpo y cuello ligeramente arqueado.
Pasados unos segundos, se pasa a una segunda fase de despolarización completa (electroencefalograma isoeléctrico inactivo), que produce una pérdida generalizada del tono muscular, y por tanto el cuello se vuelve flácido y las alas se caen. Ambas fases causan inhibición de las neuronas de núcleos encargados de la vigilia, por lo que las aves se mantendrán en un estado de inconsciencia.
El propósito del aturdido eléctrico es mantener este estado de inconsciencia, el tiempo suficiente para que las aves mueran por exanguinación, pero sin llegar a la fibrilación ventricular en el corazón, lo que supondría la muerte por electrocución. Podremos reconocer el estado de fibrilación ventricular porque, justo a la salida del aturdidor, hay una falta de la actividad epileptiforme y por tanto hay una pérdida completa e irreversible del tono muscular, falta de movimiento y alas caídas (EFSA 2013), además de un menor sangrado inicial (Raj and Gregory, 1991).
Lesiones por hiperaturdido
Los parámetros eléctricos establecidos por el reglamento CEE 1099/2009 son muy superiores a los que se utilizaban habitualmente en los mataderos de aves de la UE hasta la entrada en vigor de esta legislación (Sirri et al. 2017).
La aplicación de estas nuevas intensidades que establece el reglamento, aumenta la prevalencia de hemorragias petequiales en pechugas (Sirri et al. 2017) y otras lesiones asociadas al sobreaturdido.
Al aplicar los parámetros eléctricos establecidos, tendremos que aplicar de forma apropiada los otros parámetros que influyen en el aturdido, ya que disponemos de poco margen para evitar, no sólo las lesiones en las canales, sino también la fibrilación cardiaca.
Deberemos de encontrar la combinación de factores que influyen en el aturdido, para alcanzar el equilibrio entre la legislación vigente, el bienestar animal y la exigencia del consumidor de canales de calidad.
Factores que influyen en la eficiencia del aturdido
Existen muchos factores que influyen en la calidad del aturdido, y por tanto habrá muchas combinaciones de estos factores; veamos como ejemplo, la variabilidad de los parámetros de voltaje, frecuencia e intensidad, en los mataderos de Bélgica (ver tabla 3).
Los factores que influyen en la calidad del aturdido serían: las 4 magnitudes eléctricas (intensidad, frecuencia, voltaje y resistencia), tiempo de aturdido, tiempo para el desangrado, número de aves que se sumergen adecuadamente, etc.
A mayor intensidad, mayor incidencia de lesiones en las canales: petequias superficiales y profundas en la pechuga, rotura de la fúrcula y coracoides, hematomas en la articulación del ala, incluso desinserción de la musculatura pectoral de la quilla. Los valores mínimos de intensidad eléctrica los establece el CEE 1099/2009 (ver tabla 1).
La frecuencia de la corriente parece ser la variable más relevante en la desconexión del sistema nervioso central, que es la base del aturdimiento. A mayor frecuencia, mayor porcentaje de animales mal aturdidos. Por tanto, la frecuencia máxima utilizada nunca deberá exceder de 600 Hz. (Efsa 2019). Frecuencias muy bajas también influyen negativamente en las canales (ver tabla 4). Frecuencias iguales o inferiores a 50 Hz provocan la muerte instantánea por fibrilación ventricular (Sante´ et al. 1998), no considerándose aturdimiento.
Según Ali et al, en 2007, en pollos de 2 kg de peso vivo, encontraron que: 53 a 63 voltios es el voltaje más efectivo para el sangrado y el que mejor calidad de la canal genera. 0-23 voltios producía un sangrado deficiente y una peor calidad de canales. 103-193 voltios produce un buen aturdido, pero causa otros efectos secundarios como hemorragias en pechugas y las puntas de las alas rojas.
La resistencia eléctrica al paso de la corriente
La ley de Ohm establece la relación entre voltaje, resistencia y corriente; por tanto, a mayor resistencia menor intensidad recibe el ave. Intensidad =voltaje/resistencia Las aves sumergidas a la vez en el baño de agua (cerrando el circuito eléctrico) se consideran como resistencias conectadas en paralelo. La resistencia va a depender de:
Las hembras tienen mayor resistencia eléctrica que los machos, por tener menos humedad y las patas más delgadas; por lo tanto, requerirán voltajes más altos que los machos, para mantener la misma intensidad, necesaria para un aturdimiento eficaz (Prinz et al, 2012).
Los pollos pequeños tienen mayor resistencia eléctrica que los pollos grandes, (por tener menor superficie de contacto con el agua y menor sección al paso de la corriente); por tanto, con la misma intensidad y voltaje en el baño, por los pollos pequeños pasará menos intensidad de corriente, y por los pollos grandes pasará más intensidad, o lo que es lo mismo se sobreaturdirán.
Si previamente humedecemos o no la zona de contacto del gancho con la pata, antes de suspender a las aves. A menor resistencia, mayor intensidad. Si se añade sal común al agua del baño aturdidor o incluso la conductividad del agua utilizada. La sal reduce la resistencia eléctrica, por tanto, manteniendo el mismo voltaje sería como si aumentáramos la intensidad.
El tiempo de sumergido de las aves en el baño de aturdido
Como mínimo será de cuatro segundos (Reglamento 1099/2009); y al menos ocho segundos con frecuencias mayores de 100 Hz (Defra, 2007). Los aturdidores comerciales fluctúan entre 8 y 12 segundos. A mayor tiempo, mayor probabilidad de lesiones. Si se realiza el corte de una o ambas carótidas Recordemos que la inconsciencia debe durar hasta la muerte por exanguinación. Cuanto más tarde en morir, más “intenso” tendrá que ser el aturdido. En un estudio de Raj et al, (1997), a los 100 segundos después del corte de ambas carótidas, el pollo de engorde pierde 34,2 gramos de sangre por kg de peso vivo. Con el corte de una carótida, sólo pierde 29,7 gramos de sangre por kg.
Si las aves reciben un prechoque eléctrico al contactar las alas con el borde inicial del aturdidor, levantarán la cabeza y atravesarán el tanque sin ser aturdidas. Para evitarlo, se deberá colocar antes de entrar al baño, una rampa aislada eléctricamente (con una inclinación de 19º aproximadamente) para que una vez rebasada, la cabeza del ave caiga de golpe al sistema de aturdido. También ha de evitarse que haya rebosamientos de agua del tanque y salpicaduras que mojen la rampa.
Lo relajadas que lleguen las aves al tanque de aturdido
Si el electrodo sumergido en el tanque tiene o no la longitud completa del tanque.
Si el electrodo no ocupa toda la longitud del baño, la intensidad de corriente que pasa por el cuerpo de las aves a lo largo del baño no será uniforme.
Si los ganchos se mantienen continuamente en contacto con el electrodo conectado a tierra, o por el contrario el contacto es intermitente debido al movimiento de las aves, como se ve en la foto 4.
Existen muchos factores que influyen en la efectividad del aturdido eléctrico y que podremos ir variando para tratar de encontrar el equilibrio entre la legislación vigente, el bienestar animal y las canales sin hematomas.
A destacar que “la desconexión del sistema nervioso central, base del aturdido eléctrico, está más relacionada con la frecuencia que con la intensidad y voltaje de la corriente aplicada. En cambio, la intensidad y el voltaje guardan cierta relación directa con las lesiones producidas, principalmente vasculares” (Blasco, et al 2013).