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Brachyspira en avicultura. Diagnóstico y pruebas de sensibilidad antibiótica

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La espiroquetosis intestinal aviar (EIA) es una patología que afecta especialmente a ponedoras y reproductoras.

ETIOLOGÍA Y PATOGENIA

La EIA está causada por la colonización del ciego y del recto por espiroquetas pertenecientes a la familia Brachyspiraceae, género Brachyspira.

Además, las aves silvestres, roedores, insectos o animales domésticos pueden introducir o dispersar la enfermedad, por lo que son necesarias unas buenas medidas de bioseguridad.

El periodo de incubación es variable, la colonización del ciego y el desarrollo de los signos clínicos pueden durar varias semanas.

Algunos factores predisponentes y que pueden influir en la gravedad de los signos clínicos incluyen la edad, los sistemas de producción en suelo o con acceso al exterior, el estrés, el manejo, la dieta, una elevada densidad de animales y las especies de Brachyspira involucradas.

De esta forma la espiroquetosis puede presentar diversas formas clínicas, desde una forma subclínica a procesos con sintomatología grave.

Los signos clínicos más observados son

Ocasionalmente se puede presentar

En los casos más graves se observan lesiones claras de tiflitis con ciegos dilatados y presencia de contenido espumoso marrón-amarillento y mucus (Imagen 2).

TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS

Las lesiones patológicas no son suficientes para confirmar el diagnóstico. Aunque la espiroquetosis intestinal era habitualmente confirmada usando técnicas microbiológicas, las cepas de Brachyspira sp. tienen un crecimiento lento y dificultoso,

Además, han permitido identificar las diferentes especies de Brachyspira presentes en la muestra, pudiendo diferenciar de esta forma los procesos patológicos de una colonización por parte de especies comensales.

En la Tabla 1 se muestra la frecuencia de las diferentes especies detectadas en las muestras recibidas en Exopol en los últimos 5 años.

Aunque la qPCR ha facilitado mucho el diagnóstico de estos procesos, el aislamiento sigue siendo necesario para realizar los estudios de sensibilidad antibiótica.

La probabilidad de éxito del cultivo depende de la calidad de la muestra, siendo las muestras idóneas descargas cecales frescas o contenido cecal fresco.

TRATAMIENTO Y PRUEBAS DE SENSIBILIDAD ANTIBIÓTICA

El tratamiento de los procesos de EIA en las explotaciones avícolas presenta muchas limitaciones debido a la falta de productos registrados y a la escasez de productos sin tiempo de espera que puedan ser usados en ponedoras.

Según la literatura científica se han descrito mutaciones en distintos genes de cepas de Brachyspira sp. que causan resistencia antibiótica a las familias: macrólidos, lincosamidas y pleuromutilinas, así que es necesario realizar pruebas de sensibilidad para detectar estas cepas.

Una de las técnicas que existe para estudiar la sensibilidad antibiótica de una bacteria es la concentración mínima inhibitoria (CMI).

Al ser una bacteria de crecimiento difícil, las condiciones de cultivo para realizar las CMI son especiales. Se preparan diluciones de menor a mayor concentración y se distribuyen por orden en una placa de 48 pocillos (imagen 4). La incubación es más larga de lo habitual, dura 4 días, y se realiza en anaerobiosis.

De las diferentes especies de Brachyspira sp., de la que hay información descrita en cuanto a técnicas de sensibilidad antibiótica estandarizadas y puntos de corte clínicos es de Brachyspira hyodysenteriae, que es el agente causal de disentería porcina.

RESULTADOS DE CMI

Se han recopilado los resultados de CMI de 12 cepas de Brachyspira sp. procedentes de casos clínicos de aves de España. Las muestras fueron tomadas entre diciembre de 2018 y agosto de 2022.

Con estos resultados se ha calculado la CMI 50 y CMI 90 (Tabla 2), que corresponden a la concentración mínima de antibiótico capaz de inhibir el crecimiento del 50% y 90% de la población bacteriana, respectivamente.

Tilvalosina

La CMI 50 de la tilvalosina se categoriza como sensible, y la CMI 90 como resistente (Tabla 2). Es posible que existan dos poblaciones de cepas diferentes, una de cepas sensibles y otra de cepas resistentes.

En su diagrama de frecuencias (Figura 2) se ve este fenómeno. La mayoría de las cepas fueron sensibles, y con unos resultados de CMI muy alejados del punto de corte.

La tiamulina también presenta una CMI 50 que se categoriza como sensible, pero una CMI90 que es resistente (Tabla 2).

CONCLUSIONES

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