¡Al rescate! Estrategias para combatir infecciones sin antibióticos
En las últimas dos décadas hemos sido testigos de un cambio significativo en el paradigma de la avicultura europea.
Estos cambios han respondido a la evolución de las necesidades alimentarias de la sociedad, que ha evolucionado desde el autoabastecimiento a través de unas pocas aves en los patios de las casas, pasando a la intensificación productiva derivada de la necesidad de nutrir a la población que había migrado a las grandes ciudades, y hasta la actualidad, donde las necesidades han cambiado.
Hoy en día, existe un incremento de la preocupación de los consumidores frente a la forma de cría de los animales, dando gran importancia, entre otras, a reducir las densidades en las instalaciones, favorecer el acceso al exterior para las aves y minimizar o eliminar el uso de antibióticos a nivel de campo.
Sin embargo, nuevas medidas de manejo, cómo un mayor acceso al exterior conlleva riesgos adicionales, al perder el control sobre las condiciones en las que se encuentran los animales, dejándolos expuestos a diversos peligros ambientales, incluyendo los de carácter infeccioso.
En este caso si un animal enferma, debe tratarse, sin embargo, la administración de antibióticos es cada vez más limitado.
Toda esta controversia ha llevado a las empresas, las universidades, centros de investigación, compañías farmacéuticas y asociaciones avícolas a dedicar todo su esfuerzo a la búsqueda de nuevas herramientas para una producción alineada con los requisitos sociales actuales sobre la sostenibilidad ambiental, la calidad del producto y la seguridad alimentaria.
Para gestionar esta situación, se están estudiando, desarrollando e implementando exhaustivos protocolos de limpieza y desinfección, medidas de bioseguridad, programas de vacunación y las herramientas alimentarias más avanzadas (probióticos, prebióticos, ácidos orgánicos, fitobióticos, entre otros)
Sin embargo, en los últimos años ha emergido el uso de bacteriofágos, como una herramienta biocida prometedora. Esta es una estrategia terapéutica en la que se aplican virus de forma controlada (bacteriófagos) que son altamente específicos de las bacterias, pudiendo complementar o sustituir antibióticos u otros biocidas a nivel de campo.
Los bacteriófagos una herramienta para ayudar en el control de bacterias
Los bacteriófagos también conocidos como fagos, virus que infectan bacterias, siendo estos la entidad más abundante en la biosfera. Una de sus ...