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El concepto de compartimentación ha avanzado considerablemente en los Estados Unidos, incluyendo dos empresas de genética avícola con la certificación oficial del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Existe una gran expectativa sobre el impacto que la aplicación de este concepto puede tener en la producción avícola mundial dado que facilitaría una continuidad en la proveeduría de pie de cría para asegurar una producción constante de productos avícolas (huevo y carne) local, y beneficio de consumidores al tener acceso a estas fuentes de proteína animal nutritivas y asequibles de manera ininterrumpida.
En la actualidad, el USDA está en proceso conseguir que países importadores reconozcan esta certificación para, en caso de presentarse brotes de influenza aviar o enfermedad de Newcastle en este país, los compartimentos puedan continuar exportando ese valioso y necesario pie de cría.
EL COMERCIO INTERNACIONAL DE LAS AVES
El comercio internacional está regulado por las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC); sin embargo, el comercio de animales tiene una complejidad adicional que es propio de entes biológicos y que por ende requiere consideraciones adicionales de especialidad veterinaria.
Estas consideraciones adicionales son propuestas, discutidas y enmendadas con regularidad por la organización internacional de salud animal (OIE por sus siglas en Francés). Casi todos los países del mundo son miembros activos de la OIE y, en teoría, se adhieren a sus lineamientos generales publicados como el Manual de Salud de los Animales Terrestres.
Algunos otros factores también importantes incluyen la existencia de acuerdos bi- o multilaterales de comercio, así como de la disponibilidad de medios de transporte apropiados para garantizar el bienestar de las aves vivas, normalmente como pollita de un día de nacida o huevo fértil.
El Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE incluye consideraciones epizootiológicas para facilitar el comercio internacional de aves vivas.
La avicultura comercial depende de la obtención frecuente de pie de cría de reemplazo para fines productivos y de mejoramiento de sus parámetros de producción que están relacionados a su rentabilidad como negocio.
El aseguramiento de recepción de reemplazos de pie de cría con regularidad es también una manera de asegurar la continua producción de productos avícolas para el abasto de los mercados locales y regionales; sin embargo, en años recientes, este comercio internacional se ha visto interrumpido frecuentemente debido a brotes de influenza aviar principalmente así como de la enfermedad de Newcastle.
El otoño del 2014 y durante el primer semestre del 2015, el comercio internacional de aves reproductoras sufrió una serie de brotes de influenza aviar en varios países, principalmente de la Comunidad Europea y en los Estados Unidos donde, en general, se encuentran las operaciones de pedigrí de las empresas de reproductores primarios.
El brote inicial en los EEUU fue seguido por reacciones inmediatas de varios países, desde la imposición de restricciones a nivel regional hasta la prohibición total de importaciones avícolas de este país, sin importar que distancias mayores a los 1.000 km eran comunes entre zonas con focos de enfermedad y regiones libres de la misma.
El USDA estima haber gastado cerca de mil millones de dólares en actividades de control y erradicación de la enfermedad. Estimaciones totales se aproximan a los 3,5 billones de dólares solo en los EEUU.
El consejo de exportaciones avícolas y de huevo de los EEUU (USAPEEC por sus siglas en inglés) reportó hacia el cierre del 2015 que un total de más de 40 países impusieron algún nivel de restricciones a las importaciones, 18 de ellos imponiendo un embargo nacional.
USAPEEC estima que la industria avícola de los EEUU perdió cerca 25% de sus exportaciones anuales ese mismo año.
COMPARTIMENTACIÓN
Las autoridades del USDA actuaron rápidamente ante este brote con un plan de control y erradicación.
Simultáneamente establecieron medios de comunicación con países socios comerciales para mantenerlos al tanto de los esfuerzos y alcanzar acuerdos de contingencia comercial que permitieran la continuidad en las exportaciones de tal manera que solo regiones afectadas por la enfermedad fueran excluidas de oportunidades de exportación, en lineamiento con las normas de la OIE.
La acción de exclusión del comercio basado en distancias o áreas geográficas es la premisa que define el concepto de zonificación o regionalización por la OIE.
La separación geográfica es una buena alternativa para continuar el comercio de áreas libres de enfermedad, pero, ¿qué pasa con aquellas operaciones animales que pudieran estar ubicadas dentro de una región bajo restricción que hayan mantenido su población aviar libre de la enfermedad?
La OIE propuso en el 2002 la implementación de un concepto llamado Compartimentación, bajo el cual las operaciones avícolas con un programa de manejo basado en prácticas de bioseguridad y trazabilidad pudieran asegurar el mantener sus poblaciones avícolas libres de la enfermedad de Newcastle e influenza aviar, pudieran continuar sus operaciones cotidianas, incluyendo el movimiento de animales y sus productos aun cuando alguna de estas enfermedades estuviera presente en esa misma región.
El concepto de compartimentación, tiene entonces el objetivo de facilitar la continuidad del comercio internacional como incentivo para empresas avícolas que invierten en sus prácticas operacionales para mantener sus poblaciones animales libres de enfermedad más allá de la convencional teoría de hacer más con menos, porque la bioseguridad no es barata, pero cuesta menos que un brote de enfermedad y aun menos cuando el brote afecta hasta los que no la tienen, como normalmente ocurre en comercio internacional.
El fundamento de compartimentación es a través de la aplicación de medidas de control de riesgo (i.e. bioseguridad) apropiadas a la situación especifica de cada operación, para así obtener una clara diferenciación epidemiológica de esa población avícola de otras parvadas ajenas a la operación o compartimento que puedan estar en mayor riesgo de exposición debido a la falta de un programa de manejo extensivo como el de la compartimentación.
En la actualidad, en los EEUU, las empresas avícolas con la capacidad operacional y estructural para implementar un programa que cubra todos los pasos sugeridos por le OIE son las empresas avícolas de mejoramiento genético dedicadas a la producción, venta y distribución de pie de cría, también llamados reproductores primarios.
Estas empresas son el primer eslabón de progreso y producción para la industria avícola y, por ende, requieren del acceso a mercados internacionales constantemente.
Lo contrario puede traer interrupciones en la cadena de producción avícola de países que con ligereza actúan con imposición de restricciones al acceso de reemplazos de sus parvadas nacionales de reproductoras.
ESTRUCTURA DEL PROGRAMA DE COMPARTIMENTACIÓN EN EEUU
El plan nacional del mejoramiento avícola (NPIP por sus siglas en inglés) se encuentra dentro del organigrama del USDA, y funciona como una cooperación entre autoridades estatales y federales con participación de industria avícola, organizado en una serie de varias clasificaciones, una de las cuales es la de reproductores primarios.
En el caso de los reproductores primarios, el programa titulado “Compartmentalization for the protection against avian influenza disease in primary poultry breeding companies in the United States of America” fue aprobado en la reunión bianual del NPIP en Agosto del 2016 después de aproximadamente dos años de trabajo en equipo que incluyo personal del NPIP, USDA, academia e industria (reproductores primarios).
Importante es recalcar que este programa fue elaborado exclusivamente para reproductores primarios y no para el sector comercial de la industria avícola pero contó con el apoyo unánime de los miembros delegados de la asamblea del NPIP, incluyendo el sector comercial, a pesar de que el programa es excluyente de participación por parte del mismo sector.
Los reproductores primarios de gallinas pesadas habían ya iniciado esfuerzos para mantener sus operaciones en línea con los puntos críticos descritos por la OIE respecto de este concepto.
La única barrera para iniciar trámites de certificación era la ausencia de inspectores con el entrenamiento adecuado para este concepto
Nuevamente el trabajo conjunto entre USDA (servicios de evaluación de regionalización en este caso), NPIP y reproductores primarios organizaron en enero del 2017 el primer taller de entrenamiento para auditores de compartimentación del cual 8 veterinarios del servicio oficial y un veterinario acreditado recibieron su certificación como auditores (Figura 1)
La primera empresa en ingresar solicitud para auditoria fue Aviagen quien en Diciembre del mismo año recibió su certificación como compartimento por el NPIP (Figura 2).
Un segundo taller de entrenamiento para 8 auditores, 6 del servicio oficial y dos veterinarios acreditados, se llevó a cabo en Marzo del 2019.
Cobb-Vantress ingresó solicitud para auditoria más tarde el mismo año y concluyeron las auditorias en julio del 2019 para entonces recibir su certificación como compartimento. (Figura 3).
El siguiente paso es el reconocimiento de compartimentos por parte de los servicios veterinarios oficiales de países socios comerciales.
Esto se tiene que hacer en acuerdo bilateral, donde, al reconocer el programa de compartimentación, el país importador acepta continuar el comercio de reproductoras y progenitoras (según sea el caso) aun en presencia de enfermedad en el país de origen.
Estos acuerdos pueden tomar largo tiempo para llevarse a cabo, pero son un paso necesario para poner este concepto en práctica.
El reconocimiento de compartimentación puede ser reciproco, cuando ambos países poseen programas de compartimentación considerados equivalentes y por común acuerdo deciden reconocer mutualmente sus compartimentos.
Un ejemplo de esto podría ser entre los EEUU y el Reino Unido, países que tienen programa de compartimentación para reproductores primarios.
Sin embargo, con un programa de compartimentación tan especifico (solo para reproductores primarios) como el de los EEUU, y el hecho de que estas empresas solo se encuentran presentes en pocos países, el reconocimiento mutuo puede no ser posible dado que solo el país exportador tiene tal sector.
En este caso, el reconocimiento que se busca es unilateral donde el país importador reconoce el compartimento en el país exportador.
Por supuesto que algunos países pudieran apelar por un reconocimiento reciproco en el cual se contemplen compartimentos para diferentes sectores de una industria (pollo parrillero y reproductores primarios) o incluso diferentes industrias (ejemplo: reproductores primarios avícolas e industria porcícola), pero esa es una ruta difícil con muchas dificultades que podría retrasar el proceso de reconocimiento debido a que las condiciones de producción, manejo y bioseguridad entre diferentes industrias son muy diferentes.
Aunado a esto, las características epidemiológicas entre diferentes enfermedades pueden también requerir condiciones muy distintas para programas de compartimentación de aves comparados con cerdos o bovinos, por ejemplo.
Es casi como querer comparar peras con manzanas.