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Cresta Roja tuvo un fallido plan de salvataje, diseñado por el gobierno de Argentina y aprobado por la Justicia comercial a fines de 2016 tiene varias caras visibles. Pero hay una en particular que llama la atención: Mariano Miguel Bosch, funcionario nacional y socio comercial del Grupo Lacau, uno de los nuevos dueños de la avícola.
Mariano Miguel Bosch es fundador de establecimientos ganaderos y socio en emprendimientos agrícolas en las provincias de Buenos Aires y Formosa. Durante varias décadas ocupó cargos directivos en importantes firmas del sector, pero la cúspide de su carrera fue llegar a la jefatura de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), más conocido como CREA. Ese cargo le permitió llegar a la vicepresidencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), apoyado por el presidente de Argentina, Mauricio Macri.
Mariano Miguel Bosch es funcionario nacional y comparte negocios con el Grupo Lacau. Las sociedades anónimas vinculadas a Bosh aparecen con domicilio legal en la»Estancia La Matilde, localidad de Arenaza, partido de Lincoln, provincia de Buenos Aires». El mismo que figura para la compañía Petroinsa S.A., que adquirió Cresta Roja.
Sin embargo, su presencia en el INTA no ha sido bien recibida por los empleados, ya que los trabajadores del organismo lo designan como uno de los promotores de 782 despidos, los cuales podrían llegar a 1.000. Preocupación, consternación y angustia, son las palabras que se repiten entre los empleados.
No es casual que Bosch aparezca como socio de Pedro Lacau hijo, uno de los nuevos dueños de Cresta Roja. La familia Lacau está involucrada en negocios agropecuarios desde comienzos del siglo pasado. Controlan miles de hectáreas en la zona oeste bonaerense, la más fértil del país, pero también tienen campos propios y alquilados en otras regiones de Argentina y Uruguay. -Ámbito Financiero.
La familia, Lacau poseen decenas de sociedades, son cinco hermanos y los padres. Para quedarse con Cresta Roja utilizaron La Suerte Agro S.A. Esa firma integró junto a Ovoprot Internacional S.A. y Tanacorsa S.A. un consorcio tripartito denominado Proteinsa S.A., que finalmente ganó la rifa por la quebrada avícola, con una oferta de US$ 121 millones.
Para convencer a la jueza comercial a cargo de la quiebra con continuidad, Valeria Pérez Casado, el grupo de tres ostentó un misterioso respaldo financiero del banco brasileño BTG Pactua. En la compulsa, Proteinsa desbarrancó la oferta de US$ 110 millones de Avícola del Plata, otro holding que quiso adquirir Cresta Roja conformado por Granja Tres Arroyos, Adecoagro y Grupo Lartirigoyen. Sin embargo, la unión entre Bosch y Lacau pudo más. Actualmente, la planta de procesado de aves está inmersa en conflictos gremiales, malas gestiones empresariales y un futuro económico incierto.