EE.UU.: En el Super Bowl 2025 las Alitas de Pollo baten récord

• Suficiente para dar más de cuatro alitas a cada hombre, mujer y niño en los Estados Unidos.
• Colocadas una tras otra, 1,47 mil millones de alas darían más de tres vueltas a la Tierra.

El crecimiento de las ventas minoristas de alitas en los mercados representativos del Super Bowl de la NFL (Filadelfia y Kansas City) aumentó significativamente durante los playoffs de este año (durante las cuatro semanas que finalizaron el 19 de enero de 2025 en comparación con el período anterior):

• Los fanáticos de los Chiefs recibieron alitas con un aumento de ventas del 21,9%
• Los fanáticos de los Eagles no decepcionaron a su equipo con las ventas de alitas, salieron corriendo e incrementaron las ventas del mercado de Filadelfia en 19%.
• Las ventas de alitas en los EE.UU. durante los playoffs han sido sólidas, con un aumento del 12% durante las cuatro semanas que finalizaron el 19 de enero de 2025 en comparación con el período anterior.
• Los mercados de los playoffs superaron el aumento nacional del 12% en las alitas, con un crecimiento de las ventas del 15,5% durante las cuatro semanas que finalizaron el 19 de enero de 2025 en comparación con el período anterior.

Las alitas de pollo fritas han sido durante mucho tiempo un alimento básico de la cocina sureña estadounidense. Pero una historia muy conocida sobre cómo nació el concepto de cocinar alitas en salsa picante ocurrió en 1964 en el Anchor Bar en Buffalo, Nueva York, cuando la copropietaria Teressa Bellissimo cocinó las alitas que sobraron en salsa picante como un refrigerio nocturno para su hijo y sus amigos. A los chicos les gustaron tanto que los Bellissimo las pusieron en el menú al día siguiente. Servidas con rodajas de apio y salsa de queso azul, las “Buffalo Wings” fueron un éxito instantáneo.

El auge de las alitas de pollo y su correlación con el fútbol americano tuvieron que ver con el momento. Cocinar el ave entera estaba de moda en los años 60 y 70, pero en los 80, los consumidores estadounidenses comenzaron a preferir la pechuga deshuesada y sin piel, y las alitas se convirtieron en un subproducto económico para los productores de pollo.
Los restaurantes y bares se dieron cuenta de que podían cobrar precios bajos por la proteína relativamente barata y, debido a la naturaleza picante y salada de la salsa, descubrieron que las ventas de cerveza se dispararían cuando los clientes comieran alitas.