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La industria avícola es un sector dinámico que ha experimentado enormes cambios en los últimos años. La globalización significa que el pollo que tienes en el plato puede venir de cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo, los consumidores han cambiado su forma de comprar, diferente a la que estaban acostumbrados en el pasado. Hoy en día, se prefiere ir al supermercado, donde hay una enorme variedad de productos, en lugar de ir a la carnicería local.
Las estrictas exigencias impuestas por estos mayoristas han puesto bajo presión los márgenes de los avicultores y les obligan a ahorrar utilizando economías de escala. Esta tendencia hacia explotaciones cada vez más grandes significa que los costes de producción y la optimización de la eficiencia se han convertido en conceptos claves en la avicultura moderna.
Para poder optimizar los resultados de la producción, las granjas avícolas tienen que aspirar a un alto estatus sanitario, para mantener las enfermedades bajo control.
Para el administrador de la granja, por lo tanto, tomar las decisiones correctas para su granja es una tarea muy difícil que implica tener en cuenta todos los aspectos de la avicultura moderna.
NINGUNA DESINFECCIÓN ANTES DE UNA LIMPIEZA EFICAZ
Después de sacar a los animales de la nave, es el momento de empezar el protocolo de limpieza. Cuanto antes se empiece, mejor.
EL MITO DEL DESINFECTANTE IDEAL…
El desinfectante ideal:
Yodo, cloro, glutaraldehído, compuestos fenólicos o amonios cuaternarios… Ninguna de estas materias primas responde a todos estos parámetros.
RESISTENCIA ADQUIRIDA
La resistencia adquirida a los desinfectantes puede producirse por mutación o por adquisición de material genético en forma de plásmidos o transposones (Gradel, 2007; Mc Donnell y Russell, 1999; Russell, 1999). Los plásmidos y transposones son transferibles entre bacterias de la misma especie o de especies diferentes.
Posteriormente, el desarrollo de resistencia a un agente antibacteriano puede ir acompañado de la aparición de resistencia a otro agente (Chapman, 2003; Condell et al.,2012). Lo mismo ocurre con la resistencia cruzada, cuando diferentes agentes antimicrobianos actúan sobre el mismo objetivo, inician una vía común de muerte celular o comparten una ruta común de acceso a sus respectivos objetivos. (Chapman, 2003; Condell et al.,2012). Existe la preocupación de que, en caso de que el desinfectante utilizado no se impregne (debido a la presencia de materia orgánica o a la dilución del agua) y se exponga a niveles activos más bajos de estos agentes, podría producirse la selección de cepas resistentes a los antibióticos.
Por lo tanto, se requiere una sinergia: una conjunción mutuamente ventajosa de elementos distintos que le permitan acercarse al «mito del desinfectante ideal».
Las formulaciones complejas con varias sustancias activas, que contienen también estabilizadores, agentes secuestrantes, agentes amortiguadores… ofrecen la mejor solución. Además, junto con las propiedades químicas del desinfectante, el método de aplicación es un factor clave para obtener buenos resultados.
Para garantizar una buena actividad del desinfectante, es esencial seguir las instrucciones de uso.
RESISTENCIA A LOS PEROXÍGENOS
Algunos estudios aislaron esporas de Bacillus que sobreviven al tratamiento con agentes oxidantes (Casillas- Martinez y Setlow, 1997; Kempf et al., 2005), sin embargo, se han utilizado varios agentes oxidantes para matar las esporas, como el dióxido de cloro, el peróxido de hidrógeno y los hidroperóxidos orgánicos (Cortezzo et al., 2004)
Muchas bacterias han desarrollado una resistencia que les confiere tolerancia al estrés por peróxido (en particular al peróxido de hidrógeno), que incluye la producción de enzimas neutralizadoras (por ejemplo, catalasas, peroxidasas y glutatión reductasas) (Baureder et al., 2012; Harris et al., 2002; McDonnel and Russell, 1999; Uhlich, 2009).
Esto también se observó en el caso de las bacterias en forma de biofilm (Etkins et al., 1999; Stewart et al., 2000). Además, Dubois- Brissonnet et al. (2011) demostró una mayor tolerancia al ácido peracético mediante la modificación de la membrana de Salmonella entérica.
… Y LA REALIDAD DE SITUACIONES CONCRETAS
Un desinfectante está compuesto por una o varias sustancias químicas. Estas sustancias químicas reaccionan con los organismos y la materia orgánica. Al reaccionar, las sustancias químicas se consumen. Las superficies rugosas y porosas son más difíciles de desinfectar que las lisas.
Por lo tanto, las superficies porosas tendrán cargas de suciedad más altas aún después de haberse limpiado, lo que aumenta la dificultad de la desinfección. En una granja avícola, las fuentes de contaminación son el entorno, el material utilizado en la granja, el ganadero y los propios animales. En las granjas avícolas se utilizan varios desinfectantes con diferentes frecuencias y aplicaciones.
La elección se realiza en función de las respuestas dadas a las siguientes preguntas:
Respondiendo a estas preguntas, se selecciona el desinfectante adecuado.
CONCLUSIÓN
La limpieza y la desinfección son la clave para mantener las instalaciones a niveles mínimos de patógenos y se consideran uno de los parámetros más importantes para la condición sanitaria de los animales. Para que los pollitos recién nacidos tengan un buen comienzo y rendimiento, que se refleje en los costos de producción. Para ello hay que proporcionarles un entorno saludable, al tener claros protocolos de bioseguridad en la granja.
Artículo propiedad de CID LINES, An Ecolab Company. Autoras: DVM Bo Vanbeselaere ([email protected]) & DVM Joséphine Verhaeghe
([email protected]). Traducción y recopilación de datos: Juan Sebastián Ospina. Regional Manager Iberia CID LINES, An Ecolab Company.
Citas tomadas de la Disertación ¨Evaluation and implication of cleaning and disinfection of broiler houses and pig nursery units¨ by Kaat Luyckx.