Salud Animal

Infección por estafilococo en la población de reproductoras – Parte I

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Dra. Carolyn L. Miller

Eric L. Jensen

José J. Bruzual

Especialista técnico veterinario de aves de corral en Aviagen
José J. Bruzual

INTRODUCCIÓN

La infección por Staphylococcus o estafilococosis se refiere a las enfermedades causadas por las bacterias del género Staphylococcus, que generan distintas lesiones según la zona afectada (Tabla 1).

Staphylococcus aureus (S. aureus) es una bacteria en forma de coco grampositiva y catalasa-positiva que forma grupos similares a racimos de uvas en frotis coloreados.

En la población de reproductoras, el S. aureus es la forma más común de la infección y causa tenosinovitis (inflamación de la vaina del tendón) y artritis en las articulaciones del corvejón y la rodilla (pierna) en aves de todas las edades.

Tabla 1. Infecciones estafilocócicas en las aves de corral.

Las infecciones por Staphylococcus se producen con más frecuencia en condiciones que generan cortes en el recubrimiento epitelial, la mucosa intestinal o la barrera de la piel, y puede verse exacerbada por enfermedades inmunosupresoras o situaciones que les permitan generar una enfermedad. Por eso, se la considera una bacteria oportunista.

Los momentos de significancia clínica en la vida de las aves se resumen en cuatro períodos:

La onfalitis y necrosis de la cabeza femoral (NCF), o la condronecrosis bacteriana con osteomielitis (CBO) suelen relacionarse con la contaminación del huevo o de la planta de incubación, y con procedimientos como los tratamientos en las falanges.

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Semanas 2 a 8:

Articulaciones del corvejón y la rodilla infectadas en forma secundaria debido a coccidiosis o reacciones graves a las vacunas (Figura 1).

Semanas 10 a 20:

Articulaciones del corvejón y la rodilla infectadas en forma secundaria por problemas con la vacunación o por una manipulación inapropiada durante la vacunación.

Semanas 24 a 30:

Articulaciones del corvejón y la rodilla infectadas, y pododermatitis (absceso plantar) causados por los problemas con el movimiento, el apareamiento y el comienzo de la producción de huevos.

PATOGENIA

El Staphylococcus aureus es un organismo extendido en el entorno de los galpones de reproductoras y puede aislarse en las camas, el polvo y las plumas.

El organismo debe ingresar al sistema circulatorio para causar enfermedades. Por lo tanto, la probabilidad de infección aumenta con una lesión, que les brinda a las bacterias una ruta de ingreso.

Las dos rutas de infección más obvias son a través de cortes en la piel o en la mucosa intestinal, posiblemente como resultado de una herida causada por una lesión o un problema intestinal, como la enteritis o la coccidiosis.

Además, en algunos estudios se observó que otra ruta de ingreso importante para el Staphylococcus podrían ser las vías respiratorias. La mala calidad de aire o las vacunas respiratorias más virulentas facilitan el ingreso de los estafilococos por las vías respiratorias.

Una vez que están en circulación, los estafilococos tienen una alta afinidad por las superficies ricas en colágeno, como la superficie de las articulaciones y las vainas sinoviales que rodean las articulaciones y los tendones.

Los estafilococos también se ubican en los cartílagos de crecimiento de los huesos con crecimiento activo —lo que explica la mayor incidencia de la necrosis de la cabeza femoral— también llamada condronecrosis bacteriana con osteomielitis (más prevalente en los pollos jóvenes en relación con los más adultos).

La probabilidad de que los estafilococos puedan causar una enfermedad aumenta cuando el sistema inmunitario del portador se ve afectado.

Se demostró que los agentes virales, como la enfermedad infecciosa de la bursa (IBD) y el virus de la anemia del pollo (CAV), suprimen la función inmunitaria y aumentan la incidencia de dichas enfermedades estafilocócicas, como la CBO y la dermatitis gangrenosa.

Otros agentes que pueden causar efectos inmunosupresores similares incluyen el virus de la enfermedad de Marek, el reovirus y las aflatoxinas en el alimento.

El mal manejo puede ser una causa significativa de inmunosupresión y debe evitarse, ya que puede afectar la función inmunitaria o crear una situación en la que las aves sean más susceptibles a la infección.

Los factores más importantes que afectan el bienestar del ave incluyen la muy alta densidad, el alimento insuficiente, el espacio de bebederos y de nidos, la mala distribución del alimento, la manipulación inapropiada, la limpieza y los procedimientos de bioseguridad inadecuados, las temperaturas extremas y la mala ventilación y calidad del aire.

Se propuso que la deformidad del esqueleto tiene una función en la artritis estafilocócica.

La actividad insuficiente durante el levante también hace que las estructuras esqueléticas sean más susceptibles a lesiones leves, como esguinces y distensiones. Estas lesiones leves pueden ofrecer espacio para una infección.

Las prácticas de manejo conocidas por ayudar a reducir el riesgo de enfermedades incluyen:

1. Desarrollo e integridad intestinal

El desarrollo temprano del tracto intestinal es importante para la salud entérica a largo plazo y más benéfico para la salud de las piernas, pero, en general, se pasa por alto.

No brindar las condiciones de crianza correcta probablemente cause un desarrollo insuficiente de las vellosidades, lo cual hace que el tracto intestinal tenga una capacidad de absorción reducida.

Un entorno que promueva el desarrollo apropiado de los tejidos intestinales durante la vida joven del ave garantiza una buena barrera intestinal, y esto previene que las bacterias, como el estafilococo, infecten las aves jóvenes.

En el tracto intestinal, hay una gran comunidad de bacterias conocidas como la microbiota intestinal.

Esta barrera puede fallar por una infección, estrés por calor, mala calidad de los ingredientes, desequilibrio en la microbiota intestinal y micotoxinas.

Después de una falla en la barrera, se produce una reducción en la absorción de nutrientes, que puede causar un crecimiento insuficiente en las aves y un excesivo crecimiento bacteriano en el tracto intestinal (disbacteriosis).

Además, las bacterias también pueden ingresar a los tejidos intestinales, donde podrían transportarse por la sangre hacia los huesos y las articulaciones, y causar enfermedades.

Por lo tanto, garantizar un buen manejo, una nutrición óptima y estrategias de control de enfermedades es esencial para mantener la integridad de esta barrera.

El control efectivo de la coccidiosis es necesario para minimizar el daño al recubrimiento del intestino.

Si el recubrimiento del intestino está excesivamente dañado, los organismos estafilocócicos pueden ingresar al torrente sanguíneo por los vasos sanguíneos intestinales y causar el desarrollo de estafilococosis secundaria.

Se ha demostrado que las vacunas vivas contra la coccidiosis son un método excelente para controlar la coccidiosis, pero se deben monitorear de cerca las reacciones a las vacunas. Se deben examinar con frecuencia las parvadas vacunadas, desde las 2 a 5 semanas de vida, para determinar el grado de reacción. El tratamiento oportuno con un anticoccidial podría ser necesario cuando se observa una reacción excesiva a la vacuna.

2. Integridad de la piel.

Debe manejarse el entorno en el galpón de las aves para prevenir rasguños que podrían favorecer el ingreso de las bacterias estafilocócicas por la piel. El manejo de la cantidad y la distribución de la luz, del alimento y del agua es necesario para evitar los rasguños. Las aves deben tener espacio adecuado para el agua y el alimento, que se logra evitando las densidades poblacionales excesivamente altas.

También es necesario algo de ejercicio durante el levante para fortalecer huesos, articulaciones, músculos y tendones. Esto se puede lograr con una intensidad de luz adecuada y colocando perchas o bebederos sobre slats (rejillas) bajos para motivar la actividad.

El cuidado en la manipulación de las aves durante la vacunación y la transferencia es esencial. Se debe tener cuidado durante la vacunación para prevenir la contaminación de la vacuna, y las agujas y aplicadores de las membranas de las alas se deben cambiar con frecuencia. Los alimentos potenciados y las vitaminas y complementos pueden ayudar a aliviar el estrés asociado con la manipulación.

Minimice la cantidad de veces que se manipula la parvada combinando tantos procedimientos como sea posible. Atrape las aves con cuidado y sosténgalas de modo que se minimice la angustia, los daños y las lesiones (p. ej., magulladuras o dislocaciones). Asegúrese de que haya dos puntos de contacto en el ave: ambas piernas, las alas o los costados.

Como las heridas brindan una puerta de entrada significativa para los estafilococos, se deben tomar medidas para reducir las chances de lesiones. Los objetos afilados —rocas, cables, metales, bordes afilados de los equipos, uñas y astillas— deben retirarse. Los slats (rejillas) y los equipos deben estar bien mantenidos. Establecer la altura correcta del slat (rejilla) (máximo entre 25 y 30 cm [10 y 12 in]) y usar rampas reduce las lesiones en las piernas y las falanges.

3. Prevención y control de problemas respiratorios.

No se ha probado que las vacunas bacterianas estafilocócicas sean beneficiosas. La interferencia bacteriana usando la cepa 115 de la Staphylococcus epidermidis en pavos disminuyó la estafilococosis y mejoró la viabilidad en pavos (Jensen, 1990).

Sin embargo, no se han demostrado beneficios en los estudios en pollos (McNamee y Smyth, 2000). Los productos de exclusión competitiva y los probióticos pueden ayudar a reducir la incidencia de la estafilococosis, pero se justifican más investigaciones.

4. Optimización de las prácticas de manejo.

Mantener una buena calidad de cama reduce el daño al cojinete plantar. La ventilación apropiada, la buena calidad del material de la cama, la remoción de la cama apelmazada y el correcto manejo de los bebederos ayudan a preservar la calidad de la cama.

El surgimiento de la madurez sexual y la producción de huevos puede ser un período estresante. Se debe tener cuidado para lograr la sincronización sexual entre los machos y las hembras, y adoptar las recomendaciones de relaciones de apareamiento y la cantidad de nidos por gallina.

El manejo apropiado del alimento y los programas de iluminación durante este período crítico es esencial.

Una limpieza y desinfección meticulosas entre las parvadas puede minimizar el nivel de problemas con el Staphylococcus.

La mayoría de los desinfectantes de buena calidad son efectivos contra el Staphylococcus. Las observaciones de campo mostraron que la limpieza de la fuente y las líneas de agua puede reducir los problemas en las piernas.

También se ha demostrado que es beneficioso usar un sistema de agua cerrado (bebederos de niple) y un programa de sanitización del agua.

PARTE II DEL ARTÍCULO DISPONIBLE EN LA PRÓXIMA EDICIÓN

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