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Por Xavier Asensio Dávila, Responsable Técnico de Aviagen SAU
SUMARIO:
Los aumentos adecuados de peso corporal durante este período garantizarán en las hembras una transición suave y uniforme a la madurez sexual y a la producción de huevos; en los machos reforzarán una condición física óptima y uniforme, así como la fertilidad.
Es fundamental trabajar con una correcta densidad de población y con el espacio de comedero y de bebedero adecuados a medida que las aves llegan a la madurez sexual.
Se trata de prevenir la pérdida de uniformidad del lote, reduciendo así la variación en la madurez sexual (tanto entre el mismo sexo como entre machos y hembras) y ayudar así a mantener la aptitud reproductiva y la condición física óptimas de los animales.
Después de los 140 días (20 semanas) de edad, se debe reducir la densidad poblacional y aumentar el espacio de comedero y de bebedero, con el fin de adecuarse al aumento en el tamaño del ave y a los equipos adicionales (por ejemplo, nidales) que se encuentren en la nave durante la etapa de producción.
La tabla 1 muestra las recomendaciones para las densidades de población de machos y hembras desde las 15 semanas hasta el sacrificio. Las cifras que se muestran son una guía; las densidades reales pueden ser diferentes a las recomendadas dependiendo de:
Tabla 1: Densidades de población recomendadas, desde la semana 15 hasta el sacrificio.
La competencia entre las aves genera heterogeneidad del lote. Respetar los espacios recomendados de comedero y de bebedero es esencial si queremos llegar al final del período de recría con lotes uniformes y bien plumados. La observación del comportamiento de las reproductoras durante su alimentación nos permitirá conocer si las aves comen y beben con tranquilidad. En el caso contrario revisaremos los espacios que tienen disponibles con el fin de evitar el exceso de competencia.
Así mismo nos debemos asegurar que se incrementen los espacios disponibles de suelo, comedero y bebedero conforme la edad de las aves va aumentando.
La siguiente fotografía nos muestra cómo debería ser el plumaje de las hembras alrededor del cuello a las 20 semanas. Las plumas deben se densas y con forma de paleta.
Las hembras a las 20 semanas deben ser compactas y anchas alrededor de la pelvis. El plumaje del dorso tiene ser también denso y liso
Tabla 2. Recomendaciones para espacios de comedero y bebedero desde las 15 semanas hasta el sacrificio.
El enfoque en el manejo durante el período de las 15 semanas (105 días) de edad hasta el estímulo con luz es el mismo para machos y hembras. El objetivo es mantener un lote uniforme de aves que se encuentre dentro del perfil de objetivo de peso corporal, de manera que la transición a la madurez sexual sea uniforme y se produzca a la edad deseada. Esto se hace siguiendo las recomendaciones respecto a los incrementos semanales de ingesta de energía y peso corporal.
Durante esta etapa, la supervisión frecuente, el registro del peso corporal y la uniformidad son herramientas vitales de manejo.
El desarrollo de características sexuales secundarias, tales como la separación de los huesos pélvicos en las hembras y aumento de la intensidad del color facial en ambos sexos son buenos indicadores del progreso de la madurez sexual del lote.
El no cumplimiento de los objetivos semanales de aumento de peso corporal entre las 15 semanas de edad y el estímulo con luz es una causa común de un resultado deficiente, que puede conducir a:
Figura 1. Ajuste de las curvas de peso corporal si las hembras tienen pesos inferiores (aves livianas) o superiores (aves pesadas) al peso objetivo a las 15 semanas (105 días) de edad.
En los casos en los que el peso corporal es inferior al objetivo (es decir, el peso corporal está 100 gr o más por debajo del objetivo) a los 105 días (15 semanas) de edad, la curva de peso corporal deberá trazarse de nuevo y las aves deberán acercarse gradualmente al objetivo (haciendo incrementos adecuados en la ración) hasta el momento del estímulo con luz (figura 1).
Los lotes que están sobrealimentados y exceden el objetivo de peso corporal entre las 15 semanas de edad y el estímulo con luz normalmente mostrarán:
Ejemplo de una hembra joven con la cresta y la barbilla bien desarrolladas y de color rojo (lado izquierdo) y una hembra inmadura con la cresta y la barbilla sin desarrollar (lado derecho).
Ejemplo de un macho joven maduro con la cresta y la barbilla bien desarrolladas y de color rojo (lado izquierdo) y un macho inmaduro con la cresta y la barbilla poco desarrolladas y de color rojo pálido (lado derecho
En los casos en los que el peso corporal es superior al objetivo (100 gr o más que el objetivo de peso) a los 105 días (15 semanas), se deberá trazar una nueva curva de peso paralela al objetivo original (figura 1).
Es importante tener en cuenta que las aves no pueden llevarse al peso objetivo estándar si tienen sobrepeso; esto daría como resultado una pérdida de condiciones que tendría un efecto negativo en la producción de huevo.
Si las aves tienen sobrepeso, el manejo se debe centrar en limitar las consecuencias de esta situación (minimizar el efecto negativo en la producción y la uniformidad). En cuanto a las aves livianas, es posible mejorar la situación aumentando los niveles de pienso y la ganancia de peso. Lo ideal es que no se presente ninguna de estas dos situaciones, para lo cual es fundamental un manejo eficaz que se enfoque en la supervisión constante.
A medida que las aves se acercan a la madurez sexual, si el suministro de nutrientes no es el adecuado se puede alterar la uniformidad del lote.
Cuando se hacen cambios en el tipo de alimento, por ejemplo, cuando se pasa de dieta de crecimiento a dieta de prepuesta, es importante tener mucha precaución en el manejo y que el responsable de la granja tenga en cuenta todos los cambios en el contenido energético entre las fórmulas o tipos de alimento.
Al cambiar el tipo de alimento, la ración debe ajustarse de forma acorde; si el cambio conlleva un menor contenido energético, se deberá incrementar la ración, o viceversa.
Para el desarrollo adecuado del aparato reproductor se requieren aminoácidos suficientes, así como otros nutrientes.
Una dieta de prepuesta debe proporcionar una mayor ingesta de aminoácidos y proteínas, para un desarrollo adecuado del tejido reproductivo.
Todas las aves reproductoras nacen siendo fotorrefractarias. Esto quiere decir que son incapaces de responder positivamente al fotoperíodo estimulador (largo o mayor ≥ 11 horas). La capacidad para responder al fotoperíodo estimulador depende de que las aves se expongan primero a un fotoperíodo neutral o corto (8 horas), durante al menos 18 semanas, si se trata de reproductoras pesadas criadas de manera estándar.
Deben evitarse los fotoperíodos largos (≥ 11 horas) durante la etapa de recría, ya que pueden retrasar el desarrollo sexual, reducir la producción de huevos y aumentar el peso del huevo.
La iluminación para las aves reproductoras de engorde tiene el objetivo de eliminar la fotorrefractariedad y asegurar que todas las aves sean fotosensibles y puedan responder al fotoperíodo estimulador, de forma que optimicen la producción.
En el período entre las 15 semanas de edad y el estímulo con luz, es importante que se proporcionen 8 horas constantes de luz, de manera que las aves puedan responder adecuadamente al fotoestímulo cuando éste suceda.
Imagen 3. Evaluación del llenado del buche de las aves reproductoras después de la transferencia. El ave del lado izquierdo tienen el buche vacío, mientras que el ave del lado derecho lo tiene lleno.
La transferencia de aves de la nave de recría a una diferente para la producción es una práctica común. La edad en la que se realiza el traslado a la nave de postura puede variar, dependiendo del tipo de nave destinada a la producción.
Cuando es cerrada, con control de la iluminación, la transferencia no debe hacerse después de las 21 semanas (147 días) de edad; si es abierta, el traslado podrá realizarse después de las 21 semanas (dependiendo de la estación del año y de la duración del día).
Independientemente de qué tipo de nave se utilice, la transferencia no debe realizarse antes de las 18 semanas (126 días) ni después de las 23 semanas (161 días) de edad. Se recomienda que los machos se trasladen antes que las hembras (por lo menos un día antes) para permitirles encontrar sus comederos y los bebederos.
Un incremento a la ración de alimento (aproximadamente 50% más) el día antes y el día después del traslado ayudará a compensar el estrés por el cambio. No se debe suministrar pienso a las aves la mañana del día que se haga el traslado.
Los comederos de las instalaciones de producción deben estar llenos, de manera que las aves tengan acceso inmediato al alimento a su llegada.
Las raciones de pienso deben volver a la normalidad el segundo día después de la transferencia. La cantidad exacta de alimento adicional suministrado y el lapso de tiempo durante el cual se suministra después del traslado dependerá de la estación del año, la temperatura ambiental y la duración del transporte.
Es importante que no se reduzca el espacio de comedero y que los programas de luz y bioseguridad se sincronicen entre las naves de recría y las de producción.
Después de la transferencia, se debe revisar el llenado del buche de machos y hembras (figura 2) para asegurarse de que las aves estén encontrando el alimento y el agua. Se debe evaluar el buche el día del traslado, 30 minutos después del primer pienso, y otra vez a las 24 horas. Se debe evaluar una muestra al azar de al menos 50 hembras y 50 machos.
Si se encuentran problemas en el llenado del buche (lo ideal es que todas las aves evaluadas tengan el buche lleno), se debe investigar y resolver el motivo (las posibilidades incluyen que el espacio de comedero, la distribución del pienso o la disponibilidad de alimento no sean los adecuados).
– Los espacios disponibles de suelo, comedero y bebedero deben incrementarse conforme la edad de las aves va aumentando.
– Los pesos corporales del lote tienen que seguir el perfil de objetivos de peso.
– Maximizar la uniformidad del peso corporal y de la madurez sexual.
– Si el lote a las 15 semanas tiene peso bajo o alto respecto a la curva estándar se deben ajustar nuevos objetivos de peso corporal. Hay que conseguir que las aves livianas hayan conseguido el objetivo en el momento que se dé el estímulo lumínico. En cuanto a las aves pesadas, determinar un nuevo objetivo de peso.
– Tener presente todo cambio en el contenido energético entre fórmulas y tipos de piensos, y modificar la ración de la forma adecuada.
– Proporcionar 8 horas de luz des de la semana 15 hasta el estímulo de luz.
– Suministrar alimento adicional el día antes y el día después de la transferencia.
– Posteriormente al traslado a la nave de puesta debemos asegurarnos que los machos y las hembras estén encontrando el alimento y el agua mediante la evaluación de llenado del buche y la supervisión del comportamiento alimenticio.