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El estómago en los pollos se subdivide en dos partes, el proventrículo (estómago glandular) y el ventrículo (molleja). El proventrículo es el órgano productor de ácido y enzimas. La molleja es el estómago muscular y el marcapasos de la motilidad intestinal.
Ambos son fundamentales para la digestión y la salud intestinal. Sin embargo, las erosiones de la molleja son frecuentes conforme a los reportes de levantamientos de salud provenientes por ejemplo del Poultry Health Insights HTSi* (Figura 1). La proventriculitis también es un hallazgo clínico común, que provoca el decomiso de la canal cuando los proventrículos hinchados se desgarran durante la evisceración.
Las erosiones de la molleja reducen el consumo de alimento, afectando:
El subdesarrollo de la molleja, la distrofia y la proventriculitis pueden afectar la producción y actividad de ácido clorhídrico y enzimas, causando:
Para comprender una anomalía o lesión en un órgano, es necesario conocer su anatomía (Figura 2) y el desarrollo normal a medida que crecen los pollos de engorde.
Las mollejas y el proventrículo pueden ser un marcador del rendimiento y la salud del pollo de engorde. Se ha observado que del 15% al 25% de las aves necropsiadas habitualmente en granjas avícolas presentan alguna inflamación del proventrículo, erosiones o ulceraciones de la molleja. Una vez descubiertos, es importante conocer los factores que pueden causarlos para comenzar a explorar soluciones.
El proventrículo tiene una mucosa y submucosa espesa ocupada por glándulas productoras de ácido y enzimas digestivas (Figura 3), mientras que la molleja es un triturador en ausencia de dientes.
A comienzos de la vida, la molleja y el proventrículo tienen los pesos relativos más significativos en comparación con otros órganos gastrointestinales. La Figura 4 muestra el peso relativo (g/kg de peso corporal) del buche, el proventrículo, la molleja y el páncreas desde el 1 er día a los 35 días después de la eclosión en pollos de engorde alimentados con dietas basadas en trigo molido o trigo integral.
En pollitos de un día (45 gramos de peso corporal), la molleja + proventrículo pueden llegar a pesar 2,9 gramos. El desarrollo de la molleja puede verse afectado por:
En la Figura 4, Ravindran et al. (2006) representaron las diferencias significativas en los pesos gastrointestinales relativos debidas a la forma del trigo. En mollejas, las diferencias se observaron los días21, 28 y 35.
Un mejor desarrollo de la molleja está relacionado con una mayor eficiencia alimenticia y mejores conversiones alimenticias.
En la Figura 5, el color rojo indica un grupo de pollos de engorde con mejor eficiencia alimenticia y notifica el mayor desarrollo de la molleja (Fig. 5A) a los 14 y 50 días y el tamaño relativo más pequeño y la menor variabilidad del yeyuno (Fig. 5C) y el íleon (Fig. 5D) en los pollos de alta eficiencia.
En los cuadros verde oscuro, el tamaño variable y los intestinos más grandes indican una menor eficiencia alimenticia, una mayor proliferación de microorganismos, más inflamación intestinal y, potencialmente, más problemas de salud y seguridad alimentaria.
También, se ha aislado Clostridium perfringens de mollejas de pollos de engorde con erosiones y úlceras, y los recuentos cecales también incrementan. C. perfringens se considera un patógeno oportunista involucrado en estas lesiones.
Los aditivos alimenticios como la narasina que controlan la C. perfringens e incrementan la fibra dietética insoluble reducen la gravedad de las erosiones y úlceras de la molleja.
Las lesiones en la molleja y el proventrículo pueden ser causadas por múltiples factores presentes antes del nacimiento y durante el crecimiento. Los factores en la granja incluyen:
En los factores previos al nacimiento,
pueden desempeñar un papel. El alimento para reproductoras puede estar contaminado con múltiples micotoxinas.
La combinación de fumonisina B, deoxinivalenol (DON) y zearalenona alimento de las reproductoras se ha relacionado directamente con la ulceración de la molleja en la progenie recién nacida (Wang et al., 2021). Los efectos se pueden observar en la Figura 6.
Varios grupos de investigación han aislado el adenovirus aviar serotipo A (FAdV-1) de las erosiones y ulceraciones de la molleja en gallinas ponedoras (Lim et al., 2012; Matczuk et al., 2017), y se ha demostrado que el mismo FAdV-1 reproduce el brote de erosiones de la molleja en pollos de engorde (Grafl et al., 2013; Schade et al., 2013; Mizazadeh et al., 2019). La transmisión vertical se ha confirmado.
Grafl et al. (2012) reportaron el aislamiento de cepas de FAdV-1 genéticamente idénticas a partir de mollejas de embriones en el punto más bajo de incubabilidad y lotes afectados de pollos de engorde criados en granjas independientes.
Sin embargo, otros han detectado el virus en lesiones de molleja (Figura 6) pero no han podido establecer la transmisión vertical (Lindgren et al., 2022).
Aunque la molleja es el sitio donde la detección del virus puede ser más común y persistente (Steer et al., 2015), es fundamental considerar que este FAdV-1 también provoca lesiones macroscópicas e histológicas en el timo, bursa, hígado, páncreas y riñones. Esta infección por FAdV-1 nosolo afecta a la molleja.
Rol de otros virus:
Además del adenovirus, algunas lesiones provocadas por el virus articular se reflejan en la zona del proventrículo y la molleja.
Asimismo, se ha observado proventriculitis en casos de infección por el virus de la enfermedad de Marek y, junto con el IBDV, puede causar inmunosupresión. El reovirus que provoca el “síndrome de malabsorción” también causa proventriculitis.
El virus de la necrosis proventricular, que es un miembro de la familia Birnaviridae, causa proventriculitis viral transmisible en pollos (Śmiałek et al., 2020). Entonces, la proventriculitis puede ser un signo de infección viral.
Inanición y estrés por calor:
Cuando los pollitos nacen temprano y permanecen sin alimento ni agua durante más de 48 horas en la nacedora, la proporción de molleja ulcerada se incrementa, la inanición también aumenta las erosiones de la molleja en los pollos de engorde a las 1, 2, 4 y 8 semanas de edad.
La restricción de alimento o falta de alimento por más de 12 horas provoca la regurgitación de la bilis a la molleja. Lo cual puede ser protector, pero también un marcador de un problema de manejo (Figura 8).
Estructura del alimento, fibra y tamaño de partícula:
Todas las investigaciones indican que las partículas gruesas del alimento estimulan el desarrollo de la molleja y mejoran su salud, reduciendo las posibles erosiones y úlceras.
Sulfato de cobre:
A niveles superiores a 250 ppm en el alimento durante varias semanas, el sulfato de cobre puede causar:
Micotoxinas:
También, se ha informado que los tricotecenos como DON, T-2, HT-2, diacetoxiscirpenol (DAS) o monoacetoxiscirpenol (MAS) y nivalenol producidos por hongos Fusarium causan erosiones en la molleja en pollos de engorde.
Las fumonisinas B₁ y B₂, la moliniformina, la oosporeína, la rubratoxina y el ácido ciclopiazónico (CPA) entre 50 y 100 pm son otras micotoxinas relacionadas con las úlceras de molleja.
La combinación de varias micotoxinas puede ser más dañina que las micotoxinas individuales que rara vez alcanzan niveles lo suficientemente altos como para causar estas lesiones en las aves con el alimento comercial.
Aminas biogénicas:
El producto llamado mollerosina producido cuando la harina de pescado se sobrecalienta (>130o C) puede causar lesiones cuando la concentración del alimento alcanza 0,15 mg/kg.
Deficiencias vitamínicas:
La vitamina E evitó úlceras de la molleja en condiciones de:
La deficiencia de vitamina B₆, que tampoco es muy común, podría reducir la producción de taurina y ácido taurocólico, que forma parte de la bilis. La falta de bilis puede aumentar las erosiones de la molleja y eventualmente las úlceras.
Sin embargo, en EE.UU. y en la mayor parte del mundo, las dietas avícolas rara vez contienen harinas de pescado a niveles de inclusión considerados necesarios para causar esta patología.
Conclusiones
Las erosiones y úlceras de la molleja, y la proventriculitis son marcadores de la salud intestinal. Varios factores pueden causar estas lesiones. El más común podría ser el tamaño fino de la partícula del alimento o el bajo contenido de fibra no soluble y micotoxinas.
Los virus como el adenovirus aviar de serotipo A (FAdV-1), el IBDV y el virus de la necrosis proventricular transmisible pueden estar implicados. Se debe realizar un diagnóstico diferencial cuidadoso para determinar los factores para controlar la causa de estos signos de problemas de manejo y salud.