Contenido disponible en:
English (Inglés)
La enfermedad de la bolsa de Fabricio (del Ingles, infectious bursal disease o IBD), también conocida como enfermedad de Gumboro, es una enfermedad inmunosupresora que conduce a pérdidas económicas asociadas a:

Disminución de la eficiencia alimentaria
Retraso del crecimiento
Menor uniformidad de peso de las aves
Períodos de engorde más prolongados.

Debido a la inmunosupresión, las aves que sobreviven son más susceptibles a padecer infecciones secundarias asociadas a patógenos oportunistas.

El virus causal de la enfermedad de bolsa de Fabricio (del Ingles, infectious bursal disease virus o IBDV) es muy difícil de eliminar de los galpones una vez que se ha presentado. Por ello, el control de la enfermedad se realiza, principalmente, a través de la vacunación.
Poco después del descubrimiento del virus, se desarrollaron vacunas que proporcionaban una protección excelente contra sus efectos. Sin embargo, a lo largo de los 60 años siguientes, la presión de selección ha contribuido a la evolución del virus, de modo que las vacunas comerciales ya no logran una protección completa contra varias cepas con diferencias antigénicas que actualmente afectan a las parvadas.
La solución a este problema podría ser mediante una nueva tecnología de vacunación utilizando vacunas VLP (del Inglés, virus-like particle vaccines) que consisten en partículas semejantes a los virus.
Estrategias de vacunación contra la enfermedad de la bolsa de Fabricio.
La primera línea de defensa contra esta enfermedad debe ser la bioseguridad, pero como se mencionó anteriormente, el virus es muy difícil de inactivar y eliminar de los galpones.
Por ello, la segunda línea de defensa para proteger a los pollitos contra la infección es mediante el uso de vacunas que se emplean tanto en los lotes de reproductoras como en su progenie.
 
 
Vacunación de las reproductoras
El primer paso en la protección contra la enfermedad es transferir inmunidad materna a los pollitos mediante la vacunación de las parvadas de reproductoras. Los anticuerpos generados en las reproductoras son transferidos a los pollitos a través de la yema.
Dado que el virus infecta a los linfocitos B inmaduros, es crítico proteger a las reproductoras durante la crianza y poco después de su llegada a la granja.
Típicamente, las reproductoras reciben una primo-vacunación con una vacuna viva atenuada durante las primeras semanas de vida, seguida de una vacuna inactivada a las 18 s...

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Phasellus non massa sit amet risus commodo feugiat. Quisque sodales turpis sed felis scelerisque, et luctus sapien facilisis. Integer nec urna libero. Sed vehicula venenatis lorem. Aenean fringilla dui non sapien pulvinar, sed tincidunt turpis tempus. Cras non nulla velit.

🔒 Contenido exclusivo para usuarios registrados.

Regístrate gratis para acceder a este post y a muchos más contenidos especializados. Solo te llevará un minuto y tendrás acceso inmediato.

Iniciar sesión

Regístrate en aviNews

REGISTRARME
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Phasellus non massa sit amet risus commodo feugiat. Quisque sodales turpis sed felis scelerisque, et luctus sapien facilisis. Integer nec urna libero. Sed vehicula venenatis lorem. Aenean fringilla dui non sapien pulvinar, sed tincidunt turpis tempus. Cras non nulla velit.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Phasellus non massa sit amet risus commodo feugiat. Quisque sodales turpis sed felis scelerisque, et luctus sapien facilisis. Integer nec urna libero. Sed vehicula venenatis lorem. Aenean fringilla dui non sapien pulvinar, sed tincidunt turpis tempus. Cras non nulla velit.