En este artículo monográfico, exploraremos de qué manera la producción intensiva conlleva un aumento en los procesos oxidativos del organismo, y cómo esto repercute en el rendimiento productivo de las aves.
Además, examinaremos las soluciones nutricionales disponibles para controlar estos procesos metabólicos habituales. La industria avícola es un pilar fundamental en la producción de alimentos a nivel mundial.
Sin embargo, desafíos sanitarios como el estrés oxidativo tienen un impacto negativo en la productividad de las aves.
El estrés oxidativo se define como un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y la capacidad del organismo para neutralizarlos mediante antioxidantes endógenos.
Las aves de corral están expuestas a diversas fuentes de estrés oxidativo a lo largo de su ciclo productivo, como toxinas, infecciones, manejo inadecuado, estrés por calor y otros factores ambientales.
Un exceso en las condiciones de estrés desequilibra la homeostasis de la oxidación y pueden dañar las células del organismo, como los hepatocitos, provocando trastornos fisiológicos directamente relacionados con la respuesta inflamatoria, reduciendo la eficiencia productiva de las aves.
Otra de sus principales consecuencias es la pérdida de función de barrera intestinal, exponiendo al animal frente a antígenos del lumen intestinal.
Los animales jóvenes son especialmente vulnerables, porque su intestino aún no está completamente desarrollado y fácilmente aparecen daños en la morfología del intestino delgado.
Además, en el caso de las aves, su estado fisiológico, social, inmunológico y nutricional está continuamente desafiado, especialmente en el arranque.
- Otro ejemplo clásico de oxidación, como es el estrés térmico, puede llegar a tener un gran impacto comercial, reduciendo el consumo de pienso, aumentando el índice de conversión y obteniendo una peor calidad de carne.
La estrategia habitual para prevenir estos desafíos ha sido el uso de antioxidantes no enzimáticos aportados en la dieta, que se consumen en pocas reacciones antioxidantes, como la vitamina C, E y otros polifenoles.
- En cambio, los promotores enzimáticos de antioxidantes endógenos entran en ciclo de reducción y oxidación (ciclos Redox), para funcionar durante ciclos continuos de reacciones antioxidantes.
De todo ellos, el sistema del Glutation es uno de los más poderosos.
La última novedad presentada por Andersen con el objetivo de controlar los procesos de oxidación es Aoxy-2.
- Se trata de un pienso complementario en base a una concentración estandarizada de componentes naturales científicamente reconocidos por su capacidad de potenciar los mecanismos antioxidantes enzimáticos propios del animal, así como por sus beneficios a nivel de protección hepática.
El glutation en su estado reducido (GSH) es una molécula muy abundante en el organismo.
- Se trata de un tripéptido formado por 3 aminoácidos: glutamato, cisteína y glicina. Todas las células sintetizan Glutation, pero especialmente los hepatocitos (entre 7 – 10 veces más que otras).
Es uno de los principales antioxidantes celulares endógenos, representando el 80% de las defensas antioxidantes en el cuerpo.
El mecanismo de acción se basa, de manera esquemática, en la enzima Glutation peroxidasa, mediante la cual el Glutation reducido pasa a Glutation oxidado, cediendo un electrón para neutralizar las especies reactivas de oxígeno, un ejemplo de radicales libres muy inestables al no tener un número par de electrones.
De esta manera, se evita el daño oxidativo de estas partículas en los tejidos.
Posteriormente, gracias a la acción de otra enzima, la Glutation reductasa, el Glutation oxidado vuelve a su estado primario, Glutation reducido, listo nuevamente para su acción en caso de volver a tener que neutralizar radicales libres.
Por lo tanto, mantener el equilibrio entre las dos enzimas permite a las células del organismo estar preparadas ante cualquier desafío oxidativo gracias a este ciclo de reducción-oxidación.
Los componentes naturales presentes en Axoy-2, Silybum marianum (cardo mariano) y el Ginkgo biloba (ginkgo), incluyen principios activos como flavonolignanos, terpenos y flavonoides, ofreciendo múltiples beneficios al interactuar con el sistema antioxidante endógeno del glutation, con una acción sinérgica en este ciclo Redox.
El mecanismo de acción de Aoxy-2 se basa en que los componentes del cardo mariano regulan la síntesis de cisteína, uno de los aminoácidos presentantes en el glutation reducido, que a su vez permite aumentar su síntesis en los hepatocitos y aumentar la concentración de glutation reducido lista para actuar en situación de estrés oxidativo.
Los componentes del Ginkgo, en cambio, aumentan los niveles de la enzima glutation reductasa, optimizando el reciclaje de glutatión oxidado en el ciclo Redox.
No podemos olvidar la función de protección hepática, donde el cardo mariano juega un papel importante regulando la permeabilidad y estabilidad de la membrana de los hepatocitos en presencia de agentes externos junto con la disminución de los depósitos de fibras de colágeno que resultarían en cirrosis, dañando la funcionalidad de todo el órgano.
En definitiva, Aoxy-2 se presenta como una solución nutricional para optimizar de manera sinérgica la capacidad antioxidante endógena del organismo y la protección hepática en las aves, con un impacto significativo en su productividad.
- Esta estrategia permitiría reducir el aporte de otros antioxidantes exógenos, que no son enzimáticos y se gastan a medida que el organismo los utiliza, aumentando la rentabilidad.