
22 Ene 2024
Pilas de combustible de hidrógeno a partir de plumas de pollos desechadas
En un avance revolucionario, su equipo en la ETH Zurich ha desarrollado celdas de combustible de hidrógeno utilizando plumas de pollo desechadas, constituyendo un paso significativo hacia la utilización de hidrógeno verde en el transporte, según informes de Fast Company.
Durante los últimos 15 años, el físico Raffaele Mezzenga ha liderado investigaciones para revalorizar desperdicios de alimentos, enfocándose en productos reciclados y sostenibles. En un avance revolucionario, su equipo en la ETH Zurich ha desarrollado celdas de combustible de hidrógeno utilizando plumas de pollo desechadas, constituyendo un paso significativo hacia la utilización de hidrógeno verde en el transporte, según informes de Fast Company.
Estas plumas, predominantemente compuestas por queratina (90%), una proteína también presente en pelo, pezuñas y cuernos, suelen desaprovecharse por su falta de utilidad en productos comunes como relleno de prendas o almohadas, lo que resulta en la incineración anual de 40 millones de toneladas y emisiones significativas de dióxido de azufre, un gas de efecto invernadero. España, solo en 2020, sacrificó hasta 800 millones de aves.
Mezzenga revela que la queratina de las plumas puede transformarse en una membrana ultrafina conductora de protones, funcionando como electrolito en pilas de combustible. Este descubrimiento es particularmente relevante, ya que las membranas tradicionales son tóxicas y costosas, rondando los 2,000 dólares por metro cuadrado, mientras que la membrana a base de queratina, al ser natural, ofrece una alternativa más económica y sostenible, promoviendo la economía circular y la reutilización de este residuo de biomasa de pollo.
Hasta ahora, el equipo ha logrado desarrollar una membrana de pocos centímetros de ancho, demostrando su capacidad para alimentar lámparas LED, operar ventiladores y propulsar automóviles de juguete. Aunque las pilas de combustible actualmente se utilizan en la refinación de petróleo y producción de acero, el potencial futuro apunta a su aplicación en redes eléctricas y vehículos eléctricos. La limitada adopción actual se refleja en aproximadamente 16,000 automóviles de hidrógeno en circulación solo en Estados Unidos.
A diferencia de otros intentos con plumas de pollo, la tecnología de Mezzenga busca un impacto significativo. Planean comercializarla con un socio industrial, sometiéndola a pruebas adicionales y explorando oportunidades de suministro en Asia y América del Sur, concentrándose actualmente en Singapur.