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A pesar de que sabemos que la EN es capaz de infectar a muchas y diversas especies de aves silvestres – y que algunas de éstas han actuado claramente como vectores para introducir el virus a países libres de la enfermedad- también, debemos entender que las aves comerciales vacunadas constituyen una fuente constante de reciclaje del virus patógeno en el ambiente al liberar el virus en secreciones nasales y excremento, como más adelante se comprenderá.
Por ejemplo, baste dejar sin vacunar algunas aves en ciertas zonas avícolas densamente pobladas para que éstas terminen muriendo con los signos clínicos patognomónicos de EN.
¿Cómo es posible que se mantenga una concentración viral tan elevada como para establecerse y permanecer como una amenaza constante para los productores avícolas?

Pollos de engorde
En los países donde la EN es enzoótica, generalmente se recurre al empleo de al menos una vacuna a virus inactivado “muerto” emulsionado y adicionado de adyuvantes y de una a dos aplicaciones de vacunas a virus activo “vivo” con cepas lentogénicas en el pollo de engorde.
Postura
Los programas de inmunización en aves de postura contemplan el uso de 3 a 4 vacunas a virus inactivado emulsionado durante el levante o recría y múltiples revacunaciones con virus activo durante el levante y en el ciclo de producción de huevo.
A pesar de estos programas intensivos, el virus velogénico se mantiene en el ambiente. ¿Cómo se puede explicar esto?
 
A continuación se exponen los principales factores por los cuales esta enfermedad continúa representando un reto constante para nuestra industria avícola.
-Durante el año de 2004 se presentaban bajas de producción de huevo en diversas empresas de producción de huevo comercial en México.
-Las bajas se caracterizaban por afectar la calidad externa de la cáscara de huevo, generando huevos en forma de mango que se presentaban alrededor del pico de postura o después de que las aves eran alojadas en los galpones de producción.
Las caídas de producción podían ser del 8 al 30% y duraban de 6 a 9 semanas, recuperando las aves la curva de producción posteriormente.
No se observaba ningún signo clínico importante en las aves (diarrea, signología respiratoria o nerviosa) y tampoco se pudo recuperar ningún virus cuando procesamos muestras para aislamiento viral en embrión de pollo.

Imagen 1. Huevos en forma de mango con menor tamaño y menos calidad del albumen que aparecen alrededor...

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