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“Durante el apoyo técnico a las plantas de incubación surgen algunas preguntas interesantes que quiero compartir con ustedes.”
Estudios realizados durante décadas previas en que se medía la temperatura del aire y no la del embrión reportaron cambios o efectos del dióxido sobre los pollitos.
Mediciones recientes donde la temperatura embrionaria es ajustada a 37,8ºC arrojan que niveles entre 1000 a 8000 ppm de dióxido de carbono no tienen injerencia en el desarrollo de los órganos, ni sobre la calidad del pollito (peso libre de saco de la yema o deformidades umbilicales), ni sobre los niveles de glicógeno hepático (van den Brand et al 2021).
En pocas palabras si en tu planta de incubación la temperatura embrionaria es cercana a los 37.8ºC no observarás ningún efecto en la calidad de los pollitos si los niveles de dióxido suben o bajan en un rango de hasta 8000 ppm o 0.8%.
La idea de este perfil surgió de dos publicaciones, una realizada por Nangsuay (2016) en la cual reporto que incremento en la temperatura en la segunda semana a 38.9°C mejora la masa libre de saco de la yema (YFBM) al día 14 y 16 de incubación y una publicación de Maatjens et al (2016) que mostraba que baja temperatura en la tercera semana mejora varios parámetros de calidad del pollito al nacimiento como masa libre de saco de la yema, mayor peso en corazón, hígado, intestino.
Wijnen y colaboradores (2020) combinaron las dos teorías para realizar experimentos con un perfil que incluía alta temperatura en la segunda y baja en la tercera semana. Los resultados obtenidos en granja en especial a la edad de sacrificio no mostraron diferencia al ser comparados con los logrados a temperatura constante de incubación de 37,8ºC cómo postuló Lourens et al (2005).
Bajo condiciones ideales los huevos después de ser puestos por las gallinas deberían estar en las incubadoras 3 a 4 días después.
La mayoría de los administradores de planta y publicaciones reportan que los huevos provenientes de lotes de aves jóvenes toleran mejor los cambios de pH y viscosidad que se produce durante el almacenamiento (Lapao et al 1999).
Nuestra recomendación es realizar una prueba bajo tus condiciones. Siempre ten en cuenta que el tiempo requerido para la formación correcta del embrión se extenderá con el almacenamiento.
Las plantas donde realizan evaluaciones de calidad como la prueba de Tona o Pasgar reportan que a más días de almacenamiento menor calidad de los pollitos. Uno de los defectos físicos más notorios que se observa es el incremento en problemas umbilicales (Reijrink et al 2009).
Se ha reportado que el almacenamiento de los huevos retarda el inicio y la velocidad de formación de órganos como corazón e hígado y un menor peso pulmonar, siendo esta la razón para la menor calidad (Özlü et al 2021).
Esa disminución de la calidad del pollito puede ser compensada parcialmente con prácticas como pre incubación comúnmente conocida como SPIDES.
Genéticamente un pollito nacido de un huevo de una reproductora muy joven o una mayor son iguales. Morfológicamente solo se ha reportado que vellosidades intestinales en el yeyuno al día 20 podrían tener menor superficie de absorción de nutrientes en aves provenientes de lotes muy jóvenes.
La mayor mortalidad observada en granja se puede atribuir a dos cosas.
1.- La primera es la disponibilidad de los nutrientes del huevo y la habilidad para movilizar lípidos y transferir lipoproteínas para energía de los pollitos. Las reproductoras muy jóvenes están en crecimiento y se presenta una competencia por los nutrientes entre crecer o formar los componentes del huevo.
Estudios con diferentes dietas en reproductoras muy jóvenes se han llevado a cabo para tratar de minimizar el problema, pero no han sido del todo satisfactorias.
2.- La segunda causa es que los pollitos al nacer están en un proceso de transición entre semi-poiquilotermos a homeotermos, ese cambio toma varios días y es más prolongado en pollitos provenientes de reproductoras jóvenes (24-48 horas extras).
En otras palabras, los pollitos provenientes de lotes jóvenes sufrirán más si la temperatura de recepción no es correcta.
Los ajustes fisiológicos de las aves para manejar bajas temperaturas al llegar a la granja son más complejos que a altas temperaturas.
Las aves ante una baja temperatura en la recepción reaccionan con inactividad y falta de deseo de búsqueda de alimento.
Gran parte del calor corporal se genera a partir del proceso metabólico de
digestión de nutrientes
De ahí la importancia de que las aves en particular provenientes de lotes muy jóvenes coman y beban lo más pronto posible y que su temperatura corporal sea la correcta, cloacal de 39,4 – 40,5ºC (103-105°F).
No, los estudios reportan una gran estabilidad de los anticuerpos maternales a pesar de los cambios que se presentan en los huevos durante el almacenamiento (Goliomytis et al 2015)
Adicionalmente, no se han reportado alteraciones morfológicas ni de peso en bursa, timo y bazo de aves provenientes de huevos expuestos a diferentes periodos de almacenamiento.
No hay muchos estudios, pero se ha reportado que a la primera vacuna no, pero la respuesta inmune a la revacunación o “booster” no es igual en aves provenientes de huevos almacenados por períodos prolongados que en huevos “frescos” (van Boven et al 2008)
Goliomytis y su equipo vacunaron con el virus de Newcastle pollitos al día 8 y 26 provenientes de huevos expuestos a diferentes edades de almacenamiento, mediante gota al ojo y reportaron que la respuesta a la segunda dosis se vio afectada de manera lineal con la prolongación del almacenamiento.
El rol de la planta en este tipo de lesiones no está muy claro. Algunos atribuyen estas lesiones a alta temperatura de incubación, aunque usualmente los ensayos publicados muestran que una alta temperatura compromete el tamaño y peso de la molleja debido a afección de la multiplicación celular mas no hay lesiones visibles (Leksrisompong et al
2007).
Se ha postulado que la espera innecesaria dentro de las nacedoras, en sala de espera o la carencia de comida y bebida durante las primeras horas de recepción en granja si puede estar involucrado (Good et al 1968).
Adicionalmente estas lesiones han sido atribuidas a problemas en la dieta de las reproductoras como presencia de micotoxinas y a algunos agentes patógenos como Adenovirus. Estas lesiones se pueden observar algunas veces en embriones sin nacer.
En las aves el género de la descendencia es determinado por la hembra a diferencia de los mamíferos que es el macho. Si la temperatura de incubación es correcta la proporción será muy cercana a 50/50 tanto en línea de pollo de engorde como en ponedoras.
Si usted determina el sexo de los embriones quedados en bandeja por muerte tardía se dará cuenta que la mayoría eran machos. En ponedoras se reporta lo contrario, tienden a más mortalidad tardía de las hembras si el manejo no es ideal.
Respecto a quién nace primero Burke 1992 realizó un estudio en pollos de engorde (Peterson x Arbor acres) y reportó que las hembras nacieron primero. Vicentini et al 2016 reportaron también que las hembras nacen primero y atribuyó esto a los tiempos de picaje:
¿Es cierto que el porcentaje de nacimiento en carga única es mejor que en carga múltiple?
En las plantas de carga múltiple donde se ha logrado mantener la temperatura embrionaria no muy lejana de los 37,8ºC, los nacimientos totales no son mucho menores que la carga única. La diferencia se podría ver en el porcentaje de aves de primera.
En plantas donde la temperatura de la cáscara pasa de 38,3 – 38,6ºC (101-101.5°F) la diferencia es más notoria y en la apertura de los huevos quedados en bandeja se ve mayor mortalidad tardía, huevos fisurados y picado vivos y muertos en carga múltiple (Mesquita et al 2021).
A altas temperaturas las aves tienen una menor utilización de los nutrientes del saco de la yema, menor tamaño del corazón y de molleja, lo que se refleja en las plantas de sacrificio con menor peso corporal.
No. Contrario a lo que se cree algunos estudios muestran que ruidos tan altos como 90 dB, equivalentes a los que emite la sirena de bomberos, o el paso de un tren mejoran el nacimiento, la calidad de los pollitos y se reduce el tiempo de incubación (Donofre et al 2028).
En teoría la vacunación se puede realizar desde el día 17.5 al 19.2 de desarrollo embrionario. Durante este lapso de tiempo debido a los cambios posicionales del embrión y al desarrollo embrionario la vacuna será inyectada en una superficie diferente a medida que va transcurriendo el tiempo.
Estudios realizados por Kroetz el al 2024, muestran que los mejores resultados productivos como peso promedio, ganancia de peso y conversión alimenticia se logra cuando la vacunación se realiza cerca a las 460 horas (19 días y 16 horas), comparadas con tiempos menores (440 o 458).
Otra explicación sobre el efecto benéfico de postergar la vacunación es la consecuencia de la ruptura de la aguja a la cáscara del huevo. La ruptura de la cáscara acelera la pérdida de agua del embrión y adelanta el nacimiento.