Lluís Puig
Veterinario
Las granjas de reproductoras se enfrentan hoy día a problemas de bienestar. La selección intensiva de caracteres productivos, especialmente de la tasa de crecimiento, se asocia con incrementos en los requerimientos nutricionales y las necesidades de consumo de alimento. Pero también se observan problemas reproductivos como la disminución de la libido de las aves a la par que la excesiva agresividad en la cópula y sobreapareamientos.
EL BIENESTAR NO DEBERÍA SÓLO INCUMBIRNOS POR MOTIVOS DE PERCEPCIÓN MEDIÁTICA, SINO TAMBIÉN POR LAS MERMAS QUE SUPONE EN LA PRODUCTIVIDAD
La gestión del problema pasa por abordar la cuestión tanto desde el punto de vista de la selección genética de los animales, como de la adecuación del ambiente (instalaciones y prácticas de manejo). Si bien se realizan esfuerzos en ambos sentidos, conviene revisar la situación a fin de limitar la incidencia de problemas de bienestar.
RESTRICCIÓN ALIMENTARIA, ¿CONTRAPRODUCENTE?
El principal problema es la restricción alimenticia a la que se somete a las pollitas durante la fase de cría a fin de prevenir problemas de salud (cojeras, muertes súbitas, menor fertilidad) y optimizar la producción de huevos.
Esta severa restricción causa un estrés crónico (más nocivo, por definición, que un estrés agudo) por el hambre que sufren. La restricción en condiciones comerciales llega a un 25-33% (en la fase de cría) y a un 50-90% (en la fase de puesta) de lo que consumirían si se las dejara comer ad libitum.
A esta situación de hambre crónica se asocian estereotipias (comportamientos anormales sin sentido aparente y a menudo lesivos, como la conducta pica) y sobreconsumo de agua. Pero también se observan indicadores fisiológicos de estrés (niveles plasmáticos elevados de corticoesterona; aunque este parámetro tenga una interpretación compleja por la multitud de factores que lo afectan). En este sentido se han intentado desarrollar prácticas de manejo para minimizar los efectos de la situación.
Se ha observado cómo el enriquecimiento ambiental reduce la agresividad asociada a la competencia por la comida. También ayuda el reparto del pienso por la cama, del mismo ...