Veterinario, Servicio Técnico Hubbard, Sur de Europa y Turquía
¿Por qué las aves buscan un lugar oscuro, tranquilo y confortable para poner el huevo?
Porque la puesta de un huevo es una situación expuesta para la gallina. Necesita prolapsar parcialmente su cloaca para hacerlo, lo que hace que se sienta insegura. Aunque guardando las distancias, podría ser algo parecido a lo que nosotros sentimos cuando tenemos que ir al servicio. Podemos ser muy maniáticos con eso. Lo mismo ocurre con las gallinas, no ponen el huevo en cualquier parte, a no ser que no tengan otra opción.
La puesta en el suelo es un problema tradicional en las granjas de reproductoras pesadas, y actualmente crucial debido a la automatización de la recogida de los huevos y el embalado de los mismos.
El huevo debe ser puesto en el nido por evidentes motivos higiénicos (huevos sucios, huevos rotos, higiene de la incubadora, huevos explosivos, calidad del pollito de un día, etc…), por las pérdidas productivas (huevos no incubables, menor incubación) y además por el trabajo extra necesario para la recogida del suelo.
Pero tan importante como todo lo anterior es que hoy, el huevo que no es puesto en el nido, hace obsoleta la inversión en automatización de la recogida: nidos automáticos, cintas de recogida, máquinas de clasificación y embalado, etc. Por tanto es vital tener el mínimo posible de huevos en el suelo.
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Los nidos automáticos, a pesar de su favorable evolución en confort para las gallinas, no son tan deseables para ellas como los tradicionales nidos individuales con yacija.
Así que es necesario un esfuerzo extra para tener un porcentaje mínimo de huevos en el suelo. Aquí usted encontrará una actualización de las recomendaciones, a diferentes niveles, para intentar minimizar la puesta en el suelo, adaptada a la situación actual de los nidales automáticos.
Diseño de la granja
Porcentaje de slats
Existe una discusión acerca de la cantidad ideal de slats a instalar.
En las zonas húmedas se prefiere mayor superficie de slats que en las secas.
Una mayor superficie de slat favorecerá el control de la humedad de la cama reduciendo también la posibilidad de puesta en el suelo, pero supondrá una mayor inversión, más trabajo de limpieza y desinfección después de cada lote de aves y mayores problemas de pododermatitis en machos y también en hembras, con sus consecuencias sobre la fertilidad, productividad y mortalidad.
La evolución genética de las líneas de reproductoras pesadas a pesos todavía más altos no parece que vaya a favorecer el control de este problema.
Además, si hay comederos instalados sobre el slat, estos pueden suponer una barrera para llegar al nido.
Probablemente una buena regulación de la ventilación resuelva también los problemas de humedad de la yacija.
Altura y pendiente del slat
Cuanto más bajo, mejor.
Más facilidad para subir, bajar y circular por la nave.
Las estirpes pesadas no se caracterizan por su buena movilidad.
El problema es la acumulación de deyecciones debajo del slat, que podrían sobrepasar la altura del mismo con el consecuente problema de higiene.
La pendiente ayuda a dar más capacidad debajo del slat y favorece la puesta en el nido ya que a las aves les gusta poner en un lugar más alto.
Un máximo de 30 cm de altura frontal es un buen compromiso, incluyendo a las reproductoras enanas.
Un ángulo de 45 grados en el cierre frontal puede constituirse en una rampa a lo largo de todo el slat que facilite el acceso al mismo.
Una forma fácil de solucionar el problema de una altura excesiva del slat es mediante un escalón como en esta imagen.
Hembras por nidal
Calculado por metro lineal (óptimo: 70 hembras) o por metro cuadrado de nido (óptimo: 80 hembras).
Es un factor importante que las aves tengan espacio suficiente de nido, ya que la puesta suele acumularse durante ciertas horas del día.
El espacio de nidal automático está limitado por la longitud de la nave, sea cual sea su anchura.
Todo lo que exceda de las 85 hembras por metro lineal o de 105 hembras por m2 repercute en más huevos en el suelo.
Intensidad de luz
Evitar las zonas de penumbra que puedan favorecer la puesta en el suelo.
Tener una intensidad de luz suficiente en producción, es decir la intensidad de la recría multiplicada por 10 (mínimo de 50-60 lux en naves cerradas: 5 lux x 10 = 50 lux) y una buena distribución por toda la nave que evite zonas oscuras.
La intensidad de luz en la recría también influye en la menor (menos intensidad) o mayor (más intensidad) movilidad de las aves.
Las actuales granjas de recría suelen trabajar con intensidades muy bajas para evitar problemas de picaje, lo que va en detrimento de la movilidad y del fácil acceso al slat y nidal en producción.
Shock eléctrico
Es una forma eficaz de evitar la puesta cerca de la pared y en las esquinas y rincones de la nave.
Normalmente solo es necesario que esté activado durante el inicio de la puesta, pudiendo desconectarlo una vez las aves se han habituado a poner los huevos en el nido.
Perchas de recría
Es una forma de entrenar a las aves desde la recría para saltar sobre el slat de la granja de puesta más fácilmente.
Situaciones de los bebederos
La secuencia lógica del día a día del ave es: primero comer, después beber y finalmente poner el huevo.
Por lo tanto, situando los bebederos delante de los nidos favorecemos la aproximación al nidal para conseguir la puesta del huevo dentro del mismo.
Por supuesto, todos los bebederos deben estar encima del slat y enfrente del nido para movilizar a las aves en la dirección adecuada.
Pueden instalarse bebederos solo para los machos sobre la yacija, siempre que estén a una altura no accesible para las hembras.
Manejo del nidal
Transferencia de las aves a la nave de puesta
Algunos puntos importantes en esta fase son:
Transferir antes de que se inicie la puesta con tiempo suficiente para adaptarse a la nave y a los nidos.
La situación más difícil es con origen en recría de pienso granulado sobre el suelo y destino a granja con slats.
Adaptarse al nuevo comedero (cadena o platos), a los bebederos sobre el slat y al mismo tiempo a los nidos requiere su tiempo y atención.
Tener alimento disponible en el comedero las primeras 24 horas: no preocuparse por la cantidad consumida, es solo un día.
Tener agua disponible en el bebedero las primeras 24 horas.
Seleccionar las aves no adaptadas diariamente durante la primera semana.
Emplazar a las aves “perdidas” sobre el slat (hembras/machos) para que encuentre los bebederos.
Si es necesario, recuperar las aves no adaptadas en un departamento separado.
Corrientes de aire
Hay que evitar que existan corrientes de aire dentro de los nidos automáticos ya que, incomodan tanto a las aves, que son una de las razones de rechazo del nido.
Puede hacerse bloqueando el paso del aire entre la alfombrilla del fondo del nidal y la rejilla de soporte del mismo con papel o plástico, o también mediante una cortina plástica entre el nido y el suelo como en la imagen.
Cantidad de yacija
Transferir las aves a la nave de puesta con poca cantidad de cama de forma que no sea posible que el ave se sienta confortable sobre la misma como para desarrollar su comportamiento de “nidificación”, pero la suficiente como para evitar lesiones plantares, especialmente de los machos.
3-4 cm de cama serán suficientes al principio, incrementándolos una vez las aves estén habituadas a poner dentro del nido.
Luz en el nidal
Es una estrategia para atraer a las aves dentro del nido.
La luz está instalada en el interior del nidal, bajo la cubierta de las cintas de recogida, pero no dentro de la zona donde entra la gallina (ver imagen).
Se enciende unos minutos antes de que se encienda la luz de la granja, haciendo visible el nido cuando este ya se ha abierto, y antes de que la luz de la granja se conecte.
Las aves se siente atraídas y se desplazan al nido.
Es muy útil al inicio de la puesta para que las aves conozcan el nido y decidan que este será su espacio de puesta del huevo.
Una vez iniciada la puesta, y tras el pico, no es tan necesaria su utilización.
Apertura del nidal
Normalmente es suficiente iniciar la apertura de los nidos unos días antes de la puesta del primer huevo (por ejemplo 2 semanas antes).
Si se utiliza yacija dentro del nido al inicio, no es necesario cerrarlos ya que esta protegerá de la suciedad que pueda acumularse. Si no, cerrar los nidos al final del día.
Abrir los nidos 30 minutos antes de conectar la luz de la nave y/o la del nidal.
Yacija o alimento dentro del nido
Es una estrategia para atraer a las aves dentro de los nidos en el inicio de la puesta.
Cualquier medida que funcione es buena para evitar que existan aves inadaptadas al nido que se habitúen a poner el huevo en el suelo.
Una vez iniciado este comportamiento es muy difícil cambiarlo, por lo que los huevos serán puestos en el suelo durante todo el ciclo.
Se trata de llenar el nido con cama, y eventualmente también con alimento sobre la misma, para favorecer que las aves conozcan el espacio del nidal y decidan que este es su mejor opción para poner el huevo.
No cerrar el nido durante el tiempo en que haya yacija dentro de él, esta misma protegerá de la suciedad.
La yacija introducida se va eliminando y cayendo debajo del slat mediante la acción de las propias gallinas sin más problemas.
Ruido del nidal
Todos los nidos automáticos hacen ruido cuando se acciona su mecanismo de cintas de recogida.
Hay que habituar a las aves a este ruido para que lo identifiquen como un ruido normal de la granja y no se asusten del mismo cuando inicien la puesta dentro del mismo.
Para ello hay que hacer funcionar las cintas durante unos minutos todos los días desde la llegada de las aves a la nave de puesta, aunque todavía no se hayan abierto los nidales.
De esta forma evitaremos situaciones incomodas de algunas aves que podrían huir del nido y poner en el suelo.
Apertura de cortinas del nido
Puede ser de ayuda para mostrar el nido a las aves tras la trasferencia, antes y al inicio de la puesta.
Se puede hacer en nidos alternos para comprobar la aceptación de las aves.
Posteriormente, cuando la puesta en el nido ya es un hábito, se van cerrando gradualmente las cortinas.
Cierre del nido
Al inicio de la puesta hacerlo unos minutos antes de apagar las luces.
Posteriormente puede irse adelantando dependiendo del horario de puesta de las aves.
Es necesario para mantener limpio el nidal y para prevenir la aparición de cluecas.
Temperaturas extremas
En el caso de altas temperaturas es conveniente abrir totalmente los nidos (cortinas o cortinas + techo) para evitar la sofocación de las aves.
El nidal es una zona de alta densidad de aves donde suele darse mortalidad en caso de calor.
En el caso de bajas temperaturas las aves pueden preferir formar grupos sobre la cama o próximas a focos de calor (como por ejemplo los motores del comedero) y poner los huevos en el suelo.
Un buen control del ambiente de la granja es por tanto fundamental, también para la puesta dentro del nido.
Bebederos y agua de bebida
Al estar todos los bebederos sobre el slat es también una forma de atraer las aves a los nidos desde el mismo momento de la transferencia.
Abrir el suministro de agua 15 minutos antes de conectar las luces de la granja.
Comedero y tiempo de consumo
Iniciar la distribución de alimento 5 minutos después de conectar las luces de la granja.
Es conveniente que las aves consuman la mayor parte de su ración diaria antes de la ovoposición del huevo.
El momento de mayor puesta en los nidos suele ser entre 3 a 4 horas después de conectar la luz. Si el alimento fuera distribuido durante el momento de mayor puesta diaria, el ave estaría entre el dilema de comer o poner el huevo, y normalmente gana el hambre y el ave pone el huevo en el suelo junto al comedero.
La mejor solución es una distribución del alimento inmediatamente después de conectar las luces para tener el mayor tiempo posible de consumo antes de la puesta.
Los tiempos de consumo ideales do deberían sobrepasar las 3 horas de duración.
Recogida de huevos del suelo
Recoger los huevos del suelo frecuentemente, en especial al inicio de la puesta.
No permitir, desde el inicio, que las aves formen grupos sobre la yacija en esquinas o rincones de la nave, donde pueden poner gran número de huevos en el suelo.
Una vez habituadas es muy difícil persuadirlas de ir a los nidales.
Llevar “gentilmente” a las aves desde la cama al nidal.
La cantidad de huevos en el suelo depende en gran medida de cuán eficiente es el granjero durante los primeros días de inicio de la puesta.
Elevación del comedero
Después de haberse consumido la ración, es recomendable elevar el comedero, si se dispone del sistema, de forma que las aves puedan circular sin dificultades ni barreras por la granja, lo que facilita su acceso al slat y a los nidales.
Además se eliminan los espacios bajo los comederos en los que el ave se siente protegida y tiene tendencia a poner huevos en el suelo.
El único riesgo es el de mayor picaje entre aves, ya que eliminamos su principal distracción, que es el comedero.