En sus oficinas de la calle 67, en la capital colombiana, se está a salvo del tráfico imposible de la ciudad, aunque la calma y la paz que se respira en realidad sea un engaño para los sentidos.
En Incubacol la actividad no cesa, puesto que aquí, aunque centran su negocio en la genética avícola, operan además en el ámbito de la producción de pollo -a través de la empresa Puropollo-, en la incubación -para proveer de pollitos a aquellos productores que no tienen incubadoras-, en la venta de reproductoras y abuelas e incluso en la piel de cocodrilo, que producen en granjas especializadas.
Incubacol es el representante de Cobb en Colombia desde el año 2002, siendo esta casa de genética poseedora de aproximadamente el 50% del mercado en este país. Pero antes de dedicarse a esto, los fundadores de Incubacol fueron avicultores.
Después de haber realizado sus primeros pinitos como avicultores, produciendo huevos, engordando pollos y comercializando concentrados, Gabriel Camargo Salamanca y Leonor Serrano de Camargo emprendieron, en la década de los sesenta, la creación de una empresa que produjera pollos y pollitas para la explotación de carne y huevos.
Pero los inicios no fueron muy alentadores, y por efecto de:
Pero los responsables de la joven empresa no se rindieron. El resto de las aves sobrevivió y crecieron hasta llegar a adultas y así comenzaron a poner huevos, que de la granja eran llevados a la que fue la primera de las tres plantas de incubación que actualmente posee Incubacol.
En 1968, la recién fundada empresa incubadora recibió en la granja El Victorial, 2.500 pollitas reproductoras de raza H&N.
Al cabo de diez años la empresa ya era líder indiscutido en el sector avícola colombiano (1978)
Para la producción de pollitos dispone de incubadoras y nacedoras, unas plantas de incubación se ubican en el municipio de Suárez, en Tolima, y en Fusagasugá. Por su parte, las granjas de reproductoras y las de abuelas se encuentran en un sitio estratégico: Sumapaz, desde donde pueden llegar fácilmente a cualquier parte del país.
Operan tanto con granjas propias como con granjas alquiladas, y sumando el personal de todos estos núcleos y plantas, el número de puestos de trabajo supera ya las 700 empleos directos. En total, poseen 22 unidades de reproductoras que se ubican en extensiones de tierras muy grandes.
La granja de abuelos, por su parte, tiene capacidad para 65.000 abuelos al año, que están en continua producción, posibilitando unos 30 millones de pollitos al mes con los que poder surtir de reproductoras.
Teniendo en cuenta que Colombia produce 60 millones de pollitos mensuales, queda claro que sólo Incubacol produce la mitad de pollitos de todo el país
Las granjas de Incubacol son de ambiente controlado, porque saben que es una buena inversión. En Colombia se trabaja con una densidad de:
Es habitual alquilar las granjas, y así el pequeño productor la arrienda a una compañía mayor.
La avicultura en Colombia ha prosperado más en la costa norte y en el valle del Cauca. Está concentrada en el centro del país, en Santander y en el valle.
Incubacol posee una flota de camiones para el transporte de sus productos, algo sumamente importante en un país que tiene que lidiar aún con la guerrilla.
«Hay que prever este tipo de problemas, y no puedes depender de terceros»
Por eso una flota propia es tan importante, para cumplir con el compromiso de llevar los pollitos a las granjas de los clientes con la puntualidad que la actividad avícola requiere.
La compañía tiene clientes repartidos por todo el país, pero es especialmente fuerte en Santander, costa norte y Tolima Grande, lugares a los que envían sus pollitos de un día.
En cuanto a las reproductoras, presumen de que casi todos los productores les compran a ellos.
El actual gerente de Incubacol, César Camargo, reconoce que es: «moderadamente pesimista con la producción de maíz» !
Según Camargo, Colombia lleva muchos años diciendo que producirá la cantidad suficiente para el suministro interno, pero en la práctica «seguimos importando».
Incubacol tiene una empresa filial, Puropollo, que se dedica al engorde. Tiene también una posición predominante en el mercado colombiano, sobre todo en la costa norte.
Sin embargo, a pesar de que en otros países de Latinoamérica en el ámbito de la producción de pollo el mercado está concentrado en una sola empresa o en muy pocas -como ocurre en Perú, Ecuador, Costa Rica-, en Colombia está atomizado, siendo el principal productor el dueño del 10% del mercado.
El mercado del pollo en Colombia se basa, sobre todo, en producto fresco en Bogotá, pero en el resto del país es congelado.
Los colombianos consumen alrededor de 30 kilos de carne de pollo per cápita cada año, que es una cifra de las más bajas de Sudamérica.
En cuanto a las preferencias de presentación del producto, el 50% de la carne de pollo es despiezada y el resto, pollo entero.
En Colombia existe una normativa por la cual la vacunación es obligatoria para Marek y Gumboro. En reproductoras se vacuna con Marek.
Pero además, el cliente de Incubacol es el que diseña el plan vacunal, e Incubacol lo aplica una vez que se practica el sexaje, para no gastar dosis con los machos.
En cuanto al pollo de engorde, la vacunación se realiza con spray y una vez que salen de la nacedora.
Gracias a la técnica Elisa, son conocedores de los anticuerpos que las aves llevan consigo, información valiosa que aportan a sus clientes.
En Colombia la producción de pollo está atomizada
El principal productor sólo es dueño del 10% del mercado
Uno de los proyectos en los que está trabajando Incubacol es en la construcción de una nueva planta de alimento, que se ubicará en Barranquilla.
Se da la circunstancia de que en Colombia el 40% del alimento se produce con maíz y soja de importación, por lo que situarse en un puerto marca una gran diferencia.
La nueva planta de alimento está previsto que entre en funcionamiento en septiembre, con una capacidad para 10.000 toneladas al mes. Por otra parte, como César Camargo reconoce, «El negocio de las reproductoras ha venido en aumento»
Es por eso que proyectan una nueva planta de incubación sólo para abuelas, que tendrá la tecnología Petersime.
Sobre el potencial de crecimiento que tiene Colombia, en Incubacol creen que «está aumentando el consumo per cápita desde el año 1969 y no veo que esté aún saturado». Así que el escaso consumo de pollo por parte del consumidor colombiano lo ve como algo positivo, una posibilidad de arrebatarle cuota al mercado de res.
La competición produce un sobreencasetamiento que no va en benificio del sector. A veces se produce un «juego de egos, aunque la clave está, no en ser el más grande, sino el más rentable», sentencia
Piensa que la industria se tiene que preparar para ser más eficiente, pero esto no pasa por el consumo de pollo sin antibióticos, por ejemplo, una de las modas en Europa o Estados Unidos. «Primero tenemos que producir de manera que podamos darles una proteína a todos los colombianos», afirma con seriedad.
César Camargo afirma que «trabajamos con ellos porque, en un mundo donde el alimento es tan importante, el factor de la conversión se vuelve dramático». Para Incubacol, esta empresa de genética «en el tema de la conversión alimenticia se vuelve imbatible», asegura. Además, también destaca de ellos lo que invierten «en servicio técnico, en investigación y desarrollo»…
No siempre han trabajado con esta genética. César Camargo explica que comenzaron con H&N, para luego ir probándolas todas (técnicamente todas menos Hubbard).
Actualmente, la compañía ha generado el know-how de tener abuelas, algo que ocurre en pocos países. Crearon una escuela de sexadores para sexar a las aves y el año 2000 invirtieron en el Indian River de Texas, adquiriendo su genética. Luego la vendieron y pasaron a Cobb.