El USDA se vuelve más severo con la salmonella en los productos de pollo
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos propone reglas que declaran la salmonella como un adulterante, un contaminante que puede causar enfermedades transmitidas por los alimentos, en productos de pollo crudo, empanado y relleno.
Available in other languages:El 1 de agosto, el gobierno federal informó nuevas regulaciones propuestas que obligarían a los procesadores de alimentos a reducir la cantidad de salmonella sp. que se encuentran en algunos productos de pollo crudo o corren el riesgo de ser cerrados.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos propone reglas que declaran la salmonella como un adulterante, un contaminante que puede causar enfermedades transmitidas por los alimentos, en productos de pollo crudo, empanado y relleno. Esto comprende muchos alimentos congelados que se encuentran en las tiendas de alimento incluidos los productos de pollo cordon bleu y pollo Kyiv que parecen completamente cocidos pero solo se tratan térmicamente para rebozar o empanar.
El viernes, 29 de julio, la agencia notificó a los productores de los cambios propuestos.
Conforme la USDA, desde 1998, los productos de pollo crudo se han asociado con 14 brotes de salmonella y aproximadamente 200 enfermedades. El año pasado, un brote se relacionó con pollo crudo empanados congelados lo que ocasionó 36 enfermedades en 11 estados y 12 personas hospitalizadas.
Las nuevas reglas propuestas requieren pruebas de rutina en las plantas de procesamiento de pollo. Los productos se considerarían adulterados cuando excedieran un nivel muy bajo de contaminación por salmonela y estarían sujetos a medidas regulatorias, incluido el cierre de plantas que no logran reducir los niveles de bacterias de salmonela en sus productos, dijo Eskin.
La subsercretaria indica “Esta acción y nuestra iniciativa general contra la salmonela subrayan nuestra opinión de que nuestro trabajo es garantizar que los consumidores no se enfermen a causa de los productos cárnicos y avícolas”.
“No deberían venderse si están contaminados al grado de que las personas se enfermen” añade Eskin.