14 Ago 2025
Temperatura óptima en galpones de ponedoras: impacto en la salud y producción
La temperatura en galpones de ponedoras es un factor crítico que impacta de forma directa en la productividad y la rentabilidad.
Introducción
En la avicultura de postura, la temperatura del galpón es uno de los factores ambientales más determinantes para el bienestar y el rendimiento productivo de las gallinas. Un ambiente controlado garantiza no solo el confort térmico de las aves, sino también una mayor eficiencia en el consumo de alimento, la producción de huevos y la calidad de la cáscara. Por el contrario, las fluctuaciones térmicas generan estrés, pérdidas económicas y mayor susceptibilidad a enfermedades.
La zona de confort térmico
Las gallinas ponedoras adultas se desarrollan mejor dentro de una zona de confort térmico que suele ubicarse entre los 18 °C y 24 °C. Dentro de este rango, el ave no necesita gastar energía extra para regular su temperatura corporal, lo que permite destinar esos recursos al crecimiento, mantenimiento y producción de huevos.
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Por debajo de 18 °C: las aves requieren más energía para mantenerse calientes, aumentando el consumo de alimento y reduciendo la conversión.
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Por encima de 27 °C: se reduce el consumo de alimento y aumenta la pérdida de agua por jadeo, lo que compromete la producción y la calidad del huevo.
A partir de 30 °C: se desencadena el estrés por calor, una de las principales causas de mortalidad y baja productiva en climas tropicales.
Efectos de la temperatura en la fisiología de la gallina
El organismo de la ponedora responde de forma directa a los cambios térmicos:
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Altas temperaturas
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Disminución del consumo de alimento.
Incremento en el consumo de agua.
Huevos más pequeños y con cáscara delgada.
Disminución en la fertilidad y viabilidad del embrión en sistemas de reproducción.
Aumento de la mortalidad en casos extremos.
Bajas temperaturas
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Aumento del consumo de alimento para generar calor.
Estrés metabólico que afecta la eficiencia energética.
Posible aumento de problemas respiratorios por humedad acumulada.
Importancia de la ventilación y el flujo de aire
La ventilación adecuada del galpón es fundamental para mantener la temperatura dentro del rango deseado. En climas cálidos, los sistemas de ventilación ayudan a reducir el estrés térmico mediante:
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Ventiladores de extracción que renuevan el aire.
Cortinas o ventanas laterales para favorecer la circulación natural.
Sistemas de enfriamiento evaporativo, como paneles húmedos o nebulizadores, que reducen la temperatura interior entre 3 °C y 10 °C.
En climas fríos, por el contrario, el manejo debe orientarse a reducir la pérdida de calor, manteniendo una ventilación mínima para evitar acumulación de gases como amoníaco o dióxido de carbono.
Relación entre temperatura y consumo de alimento
Existe una correlación directa entre la temperatura ambiente y el consumo de alimento. Cuando la temperatura aumenta, las aves disminuyen su ingesta, lo que afecta la disponibilidad de nutrientes para la formación de huevos. En este sentido, la formulación de las dietas debe ajustarse en función de las condiciones ambientales:
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En climas cálidos: aumentar la densidad nutricional del alimento, incluyendo grasas de alta digestibilidad y electrolitos.
En climas fríos: mantener un balance energético que cubra las necesidades de mantenimiento y producción sin generar exceso de grasa corporal.
Estrategias de manejo térmico
El éxito en la producción de ponedoras depende de la implementación de estrategias de control térmico, entre las cuales destacan:
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Diseño del galpón
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Orientación este-oeste para reducir incidencia solar.
Aislamiento térmico en techos y paredes.
Altura adecuada para favorecer la circulación de aire.
Sistemas de ventilación
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Ventilación túnel en climas cálidos.
Ventilación cruzada en zonas templadas.
Ventilación mínima controlada en climas fríos.
Monitoreo ambiental
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Uso de termómetros digitales y sensores automáticos.
Integración con sistemas de control de humedad y luz.
Manejo de la densidad
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Mantener la densidad poblacional adecuada para evitar acumulación de calor.
Consecuencias económicas del mal manejo térmico
Las pérdidas derivadas de un mal control de la temperatura en galpones de ponedoras pueden ser significativas. Entre los principales impactos se encuentran:
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Reducción de hasta 15 % en la producción de huevos bajo estrés calórico.
Disminución de la calidad de la cáscara, con mayor porcentaje de huevos quebrados.
Aumento de la mortalidad, especialmente en olas de calor prolongadas.
Costos adicionales en alimentación y tratamientos veterinarios.
Innovaciones tecnológicas
Actualmente, el sector avícola cuenta con soluciones tecnológicas avanzadas para la gestión ambiental en galpones:
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Sensores inteligentes que registran temperatura, humedad y concentración de gases en tiempo real.
Sistemas automatizados de ventilación y enfriamiento que se ajustan según las condiciones ambientales.
Energías renovables, como paneles solares, para reducir costos energéticos en sistemas de climatización.
Conclusión
La temperatura en galpones de ponedoras es un factor crítico que impacta de forma directa en la productividad y la rentabilidad. Un ambiente adecuado permite a las aves expresar su máximo potencial genético, mientras que el mal manejo térmico conlleva pérdidas económicas y riesgos sanitarios. Implementar medidas de ventilación, aislamiento y monitoreo ambiental es indispensable para garantizar el bienestar animal y la sostenibilidad de la producción.