13 Ago 2020
Bioseguridad: Proteger nuestros lotes para mantener la cadena de suministro
Proteger la salud animal es de suma importancia para la economía y el suministro de alimentos de cualquier país. Animales […]
Proteger la salud animal es de suma importancia para la economía y el suministro de alimentos de cualquier país. Animales en buen estado salud es un requisito muy importante para que un país participe en los mercados mundiales de proteínas. Existe una serie de enfermedades animales emergentes y reemergentes que son motivo de preocupación y que pueden afectar la idoneidad del suministro de alimentos para una población mundial en crecimiento y generar enormes repercusiones en el comercio mundial. Desafortunadamente, las enfermedades zoonóticas, incluida la gripe aviar, siguen reapareciendo en algunas regiones específicas del mundo, causando una elevada morbilidad y mortalidad en las aves. En algunos casos, los brotes de enfermedades zoonóticas pueden repercutir en la cadena de suministro y, en última instancia, reducir la disponibilidad de alimentos para los consumidores.
Algunas industrias, más que otras, siguen enfrentándose a desafíos con enfermedades, como la enfermedad de Newcastle (ND), la bursitis infecciosa (IBD, Gumboro), la bronquitis infecciosa (IBV) y la laringotraqueitis infecciosa (ILT). Además de los costos que caen directamente sobre los productores de proteínas, incurre en costos adicionales a nivel mundial cuando se produce una interrupción de la disponibilidad internacional de carne de ave, huevos y/o pollitos.
En Cobb, estamos comprometidos a producir y ofrecer un suministro seguro y protegido de cría de aves de corral a nuestros clientes en todo el mundo. Los componentes de nuestros programas de bioseguridad han sido certificados por organismos independientes, entre ellos el Plan Nacional de Mejora Avícola (NPIP, bajo los auspicios del USDA en los Estados Unidos); el Plan de Salud Avícola del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA en el Reino Unido); la Autoridad de Seguridad Alimentaria y de Productos de Consumo (Países Bajos); y el Programa Nacional de Sanidad Avícola del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (PNSA del MAPA en Brasil). Estas organizaciones llevan a cabo auditorías y controles regulares de los programas de salud de nuestras operaciones de cría.
Las pruebas regulares son la clave de un programa de bioseguridad que ha protegido nuestra cadena de suministro de los brotes de enfermedades durante décadas. Un ejemplo destacado es nuestra participación en el programa de desinfección de gripe aviar del Plan Nacional de Mejora Avícola (NPIP). En este plan nacional estamos certificados como libres de gripe aviar, y todos los lotes son sometidos a pruebas de gripe aviar cada 3 semanas. Como participante certificado, este programa le permite a Cobb cumplir con los requisitos de importación de la gripe aviar de la mayoría de nuestros socios comerciales.
Como empresa global que produce material genético para clientes de todo el mundo, trabajamos arduamente para evitar interrupciones en nuestra cadena de suministro. Cobb cuenta con plantas de producción de pedigrí, aves bisabuelas, aves abuelas y plantas de incubación estratégicamente ubicadas en todo el mundo. Utilizamos una red de más de 60 distribuidores para enviar nuestros productos. Además, hemos compartimentado nuestras operaciones en Brasil, Reino Unido y Estados Unidos siguiendo las directrices de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Estas medidas ayudan a garantizar la seguridad y disponibilidad de nuestros productos en caso de enfermedades, brotes y otras posibles interrupciones de nuestra cadena de suministro, siempre que exista un acuerdo bilateral en el que el país receptor reconozca los compartimentos certificados en el país exportador.
Los programas de bioseguridad estrictos son la base de nuestra estrategia de gestión de riesgos. Nuestros protocolos de bioseguridad exceden los requerimientos de la mayoría de los programas gubernamentales, por lo que los funcionarios del área de importación tienen un alto grado de confianza en nuestros productos. La excepcional bioseguridad nos permite distribuir reproductoras a más de 120 países. Para obtener más información sobre nuestros programas de bioseguridad visite https://www.cobb-vantress.com/en_US/biosecurity/na/english/.
Una parte importante de la cadena de suministro es el proceso de exportación. Una planificación y documentación cuidadosas son fundamentales para entregar un producto de calidad a los clientes internacionales sin retrasos. Nuestro equipo de especialistas en exportación sigue estrictos protocolos de bioseguridad y trabaja cuidadosamente para cumplir con los requisitos exclusivos de cada país, incluyendo trámites especiales o pruebas adicionales. Para que el proceso de exportación sea más eficiente, fuimos pioneros en el uso de un sistema electrónico de certificación sanitaria para aves de corral en coordinación con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Cobb fue la primera empresa en pilotar este modelo en Canadá y Guatemala. Desde entonces, el programa se ha expandido para incluir a la mayoría de los países del mundo y utiliza un procesamiento de parcial a totalmente electrónico.
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Ha habido un mayor reconocimiento de la importancia de las prácticas estrictas de bioseguridad, y estimulamos a todos los productores a centrarse en el desarrollo y el mantenimiento de una cultura de bioseguridad. La capacitación de los miembros de los equipos de las granjas e incubadoras es una parte fundamental del desarrollo de la cultura de bioseguridad, ya que se sabe que el personal es la fuente más común de transmisión de enfermedades. Los repartidores de pollos también se adhieren a nuestros protocolos de bioseguridad, permitiendo la entrega de productos a los clientes en nuestros mercados nacionales sin tener que preocuparse con las enfermedades. También existe una política de tolerancia cero para todos los miembros del equipo a fin de evitar el contacto directo o la interacción con las aves fuera de la planta de producción. Este es, por lejos, uno de los principios más importantes de la bioseguridad.
En este mundo integrado y dependiente, un programa estricto de bioseguridad es fundamental para prevenir los desastres económicos y de la cadena de suministro derivados de las enfermedades del sector avícola. Al darse cuenta de los peligros y riesgos de las enfermedades en los sistemas de producción avícola comercial, los productores han trabajado para comprender la relación costo-beneficio de la implementación y el mantenimiento de un programa de bioseguridad eficaz.