En lo que atañe estrictamente a la dinámica propia del sector avícola, el mayor peso específico entre todos los diferentes temas que le son de interés, lo ganó la discusión de la reforma tributaria, tema que entró en escena desde el mes de agosto, que requirió toda la acción gremial por más de cuatro meses, en las fases de pre, desarrollo y debate final que terminó en la Ley de Financiamiento 1943 de 2018. Finalmente, se mantuvieron los bienes exentos, el sector logró un beneficio directo de gran impacto: la devolución automática del IVA.
Dinámica Industria Avícola Colombiana: Logros y Perspectivas 2019
La industria avícola colombiana obtuvo un crecimiento de 4,8% durante el 2018. Sin embargo, para este 2019 se prevé una menor tasa de crecimiento tanto para huevos como para pollo de engorde.
La industria avícola colombiana, durante el 2018, registró una tasa de crecimiento de 4,8%, superior en 1,2 puntos porcentuales respecto a lo proyectado para este año de 3,6%. En lo referente al sector de postura, se logró un incremento de 5,6%, cuando para huevos se había previsto 7,1%. Por otra parte, el resultado para pollo de engorde fue de 4,2% frente a una proyección de 1,7%. De acuerdo a la revista de la Federación Colombiana de Avicultores de Colombia, FENAVI.
Por otra parte, están los beneficios indirectos relacionados con los impuestos a las empresas proclives al estímulo a la inversión. Dentro del acontecer sectorial, el año pasado arrojó resultados mixtos.
De un lado, el sector del huevo se vio en la necesidad de ajustar su función de producción a la realidad del mercado, por lo cual en los primeros nueve meses del año nos encontramos con un escenario de inversiones moderadas en cuanto a los encasetamiento se refiere, en la línea de mejorar los indicadores de rentabilidad, que empezaron a mostrar cambios a favor desde finales de septiembre.
Entre tanto, en el sector del pollo de engorde, pese al crecimiento de 4,2% en producción, la reducción en los precios por mayor dinámica en la oferta no frenó las decisiones de inversión corriente, pollitos de un día. El sector afrontó un reto endógeno de competitividad, no por las fuerzas externas al mercado por efectos de las importaciones, sino por los ajustes intra empresariales que se vienen presentando.
Esta situación está soportada en un hecho fundamental, de que la demanda mantiene su potencialidad, bien por el crecimiento de la población, por mejoras en el nivel de ingreso de la población, o por la posibilidad de entrar a competir en el menú de carnes del consumidor.
Sector del Huevo
Los macroindicadores del sector muestran que la inversión en pollita -activo biológico- cayó en 4,5%, con crecimientos en la producción de 5,6%; en el precio, de 5,1% y en los costos, de 4,84% (ver Gráfica 1). La síntesis de las condiciones económicas sectoriales del 2018 revela que éste no fue un año atractivo para la inversión, dado que se presentó una relación precio – costo muy estrecha. Aquí es preciso señalar que por tratarse de un sector en el cual el ciclo de producción ocurre aproximadamente cada 82 semanas, la producción del hoy es el resultado de las decisiones de inversión tomadas meses atrás, por lo cual el registro antes indicado estuvo impactado por las inversiones del 2017.
La producción de huevo llegó justamente en el 2018 a su mayor registro histórico, con 14.606 millones de unidades, para un consumo per cápita de 293 unidades (tomado como referencia una población de 49,8 millones), con una producción equivalente día de 40,5 millones de unidades.
El crecimiento de la oferta se multiplicó por cinco frente al incremento de la demanda natural, que se expandió por debajo del 1,0%. Ello indica que el mercado aún mantiene una brecha de consumo potencial, no sólo por lo marcado en el crecimiento demográfico, la dinámica del crecimiento económico de la economía, la reducción de la pobreza y por cambios en los patrones de consumo.
Como es de esperar en un mercado en el cual sus fuerzas operan de forma transparente, cuando la presión de la oferta es muy elevada y supera el espacio potencial que desarrolla, el precio se reduce. Valga señalar que, por ser un producto fresco, el manejo de inventarios de flujo continuo sólo tiene un margen de maniobra de días, por lo que los excesos de oferta sólo se materializan vía precios, con la ventaja de que el mercado lo absorbe.
En el Cuadro 1 observamos el acelerado ritmo de crecimiento que se ha tenido en los últimos años, con una condición importante que de alguna forma ha contribuido a dicha expansión: los precios reales del huevo deflactados por el Índice de Precios del Consumidor, han estado por debajo de lo registrado en el año 2000, con una caída que ha sido progresiva en más de una década. De ahí que la capacidad de un salario mínimo en unidades de huevo haya estado en aumento año tras años. En este caso, la variable de rentabilidad se ha venido ajustando por el lado de la ecuación del costo (mayor conversión, menor mortalidad, mejoras en las economías de escala y menores costos de producción, etc.).
Ahora bien, por la estrechez de la rentabilidad en el 2018, las empresas del sector ajustaron su variable clave de inversión, el encasetamiento, con una reducción de 4,5%, lo que trae como consecuencia una reducción en la oferta para el 2019, con un alto nivel de certeza, al menos en lo que corresponde al primer semestre e incluso parte del tercero. De ahí que la proyección de producción correspondiente a este año arroje un resultado negativo de 3.0%; se estima llegará una producción de aproximadamente 14.167 millones de huevos.
Este escenario lleva a los productores del sector de postura a proyectar un 2019 con expectativas positivas. Ahora bien, si las proyecciones de crecimiento económico se materializan, seguramente ellos encontrarán factores de estímulo que les lleve a incrementar el encasetamiento, pero esto sólo tendría un impacto en la oferta después del tercer trimestre del año.
Sector de Pollo de Engorde
La panóramica del sector se sintetiza en los macroindicadores sectoriales (ver gráfica 2). Todas las variables mostraron crecimiento: encasetamiento (5,50%), producción (4,20%); costo medido a través del Precios al Productor para Animales, IPPA, (4,84%); precio al productor (2,75%) e Índice de Precios al Consumidor, IPC, de pollo (0,65%). En el caso particular del IPPA e IPC, la proporción de este último no se mantuvo contra el primero, lo que lleva a varias lecturas: de un lado, un mercado que leyó el crecimiento en la oferta, hasta el punto en que la dinámica de precios estuvo distante de la trayectoria de los costos de producción.
Otro aspecto que llama la atención fue el ritmo de crecimiento de la producción, con una media del encasetamiento, incrementado en 3,5 millones de pollitos, lo que llevó a un aumento equivalente de la producción de pollo, de aproximadamente 5.500 toneladas mes.
Lo singular fue que el crecimiento de la producción no reaccionó a la señal del precio, pues en gran parte del año estuvo en un plano negativo, como tampoco a la del costo, dado se mantuvo en un escenario de crecimiento positivo, el cual terminó para las empresas con resultados mixtos a lo largo del año, es decir, con meses positivos y otros no tanto. Este hecho induce a pensar que debieron ajustar su ecuación de rentabilidad por la vía del costo (mayor eficiencia de los resultados en granja), con una resultante de profundización competitiva.
En cuanto a las perspectivas de corto plazo del sector, estos mantienen una expectativa básica de crecimiento de 2,20%, para llegar a un volumen total de 1.664.709 toneladas con una oferta promedio mes de 138.726 toneladas, lo cual implica que el sector debe hacer un esfuerzo comercial equivalente a 2.922 toneladas, aproximadamente.
Las premisas del mercado son positivas en lo que hace referencia al crecimiento económico y, en lo que respecta al costo, desde los primeros meses del 2019 no se observan tensiones de precios en el mercado internacional de granos, aunque se está a la espera de lo que acontezca con la Tasa Representativa del Mercado (TRM).
Al observar los precios, donde se tomó como referencia el índice de precios del pollo entero sin vísceras del mercado mayorista de Corabastos en Bogotá, se exhibe un lapso de un año de crecimiento continuo, específicamente desde junio del 2017 a junio de 2018. A partir de esta fecha, comenzó un proceso de reducción, hasta reaccionar positivamente en los meses de noviembre y diciembre, sin embargo, por debajo de los mismos meses del año anterior.
La particularidad del sector le permite ajustar sus ciclos de producción en el corto plazo, según corresponda la dinámica del mercado, en función de lo que denominamos la demanda básica, situada en alrededor de 125.000 toneladas mes, con 10.000 toneladas más por efectos de coyunturas de mercado, y otras 5.000 toneladas por efectos de mayor crecimiento demanda (mayor frecuencia de consumo o sustitución de proteína entre otros factores).
Resumen y Perspectivas para 2019
- En términos globales, se ha proyectado una tasa de crecimiento del sector avícola de 0,3%, con la tasa más baja en los últimos 15 años. El menor registro anterior se observó en el 2012, con una tasa crecimiento sectorial de 2,0%, y un nivel de producción de huevo y pollo de 2,5 millones de toneladas.
- En la producción de pollo, se proyectó una tasa de crecimiento de 2,2%, con la expectativa de llegar a 1.664.709 toneladas.
- En huevo, se estimó una tasa de crecimiento negativa de 3,0%, explicada por los ajustes en los planes de inversión de las empresas del sector iniciadas en el 2017 y 2018.
- Proyecciones que no cambian las expectativas de crecimiento del sector avícola en ninguno de sus dos renglones productivos, por: crecimiento demográfico; dinámica del crecimiento económico; desarrollo competitivo del sector (mayor eficiencia productiva); por contar con un consumo per cápita deprimido en el grueso de la población colombiana.
- Los factores externos al sector, economía mundial y economía local, pese a la incertidumbre que rodea la primera, son positivos, al menos en comparación con lo registrado en el 2018. De ahí que se espere una tendencia de la demanda agregada doméstica al alza, situación que bien puede llevarnos a ajustar nuestras estimaciones de crecimiento a mediados del año.
- Las cotizaciones en el mercado internacional de granos no registran cambios de preocupación en la materia una vez analizadas las cotizaciones en el mercado de futuros a corto plazo. En cuanto a la TRM, es claro su efecto potencial, no obstante, las proyecciones tempranas sobre lo que le acontezca a la tasa de cambio, la sitúan en un escenario de control.
- La economía local con impacto directo al renglón avícola, sin lugar a dudas la Ley 1943 de 2018, denominada Ley de Financiamiento, le crea al sector oportunidades para el crecimiento de la inversión.
- En este escenario, las empresas deben potenciar las oportunidades. Ciertamente, estas derivan de la operación en la granja y de la dinámica del mercado, pero surgen de las oportunidades tributarias que impactan al negocio avícola, tanto por aquello que tiene un impacto directo, como por lo que tiene un impacto derivado.
- En lo primero está el aprovechar el esquema de devolución automático del IVA, lo que requiere una gestión y cambio en el modelo administrativo, al menos en las pequeñas y medianas empresas.
- En lo segundo, de un tema en el cual los empresarios del sector han incursionado de una forma muy lenta: el aprovechamiento de los beneficios tributarios en materia ambiental.
- En relación al huevo, el 2019 está marcado por una tendencia de crecimiento y las inversiones, es decir, en los encasetamientos. Las proyecciones de producción corresponden a estimaciones respecto al primer semestre del año como el resultado de las inversiones ya realizadas.
- Con respecto al pollo de engorde afronta dos dinámicas: una de tipo intrasectorial, derivada de los planes de crecimiento que tienen las empresas avícolas más consolidadas, otra en el mercado local, donde debe competir contra la oferta de otras proteínas como la carne de bovino y porcino. Asimismo, en referencia a la competitividad está determinada a mediano y largo plazo por mercado internacional, específicamente por las importaciones de pollo.
- Entre tanto, los desafíos estructurales del sector avícola continuarán en su dinámica de desarrollo: Mejora en el estatus sanitario en todas las regiones del país; La meta es que todas las granjas posean el certificado de bioseguras; Re-localización por crecimiento y por adecuación a los planes de ordenamiento territorial continua como una constante; Necesidad de cumplir con los cada vez más crecientes referentes normativos, particularmente en lo que concerniente temáticas ambientales - ambiental como vertimientos, manejo de desechos orgánicos, olores, manejo del agua, entre otros.
Fuente: Con información de la revista Avicultores de Fenavi.