El transportador aéreo en el procesamiento avícola
El transportador aéreo, aunque clave para el funcionamiento del matadero en el procesamiento avícola, es por cierto su equipo menos […]
El transportador aéreo, aunque clave para el funcionamiento del matadero en el procesamiento avícola, es por cierto su equipo menos glamuroso. Rodeado por máquinas relucientes y de sofisticada construcción, su presencia y visibilidad son diminutas. Todavía, es gigante su role como el hilo conductor que une, por medio de un trabajo armónico y continuo, a todas las máquinas en los mataderos, que solo son posibles como los conocemos actualmente gracias justamente al transportador aéreo.
El transportador aéreo se compone de unas pocas partes, apenas:
- la cadena,
- los trolleys (conjunto conformado por los carritos más los dos rodillos),
- la extensión y los ganchos, que son sus partes móviles,
- y los moto-reductores, que son estacionarios.
Diferente a los demás equipos del matadero, muy robustos y de intrincada y elaborada construcción mecánica, la sencillez de sus partes móviles le da al transportador una apariencia tan frágil que uno se pregunta cómo es capaz de hacer el trabajo hercúleo de transportar el peso de la faena diaria por todos los rincones de la planta sin importar las distancias, la velocidad y el peso vivo de los pollos. Por ser muy exigido físicamente, el transportador debe estar siempre en perfectas condiciones operacionales a fin de soportar, y responder adecuadamente, a las duras condiciones que le son impuestas por el trabajo diario. ¡Para el éxito de esta misión, el trabajo del área de mantenimiento es clave!
Los moto-reductores son el corazón del conjunto, ya que responsables del movimiento del transportador, son los que “mueven” la planta. Así, atenerse a las recomendaciones del proveedor para su mantenimiento es vital para su buen funcionamiento. La cadena, de acero inoxidable o no, debe ser de buena calidad, luego duradera, confiable, pero más cara. Su especificación va de la mano con los equipos existentes, y su reemplazo debe guiarse por el correcto funcionamiento del propio transportador y de los equipos.
El transportador debiese armar con tornillos y tuercas parlock, evitándose que se desprendan con el uso. Los rodillos sufren un desgaste natural pero heterogéneo con el uso y deben ser sustituidos cuando se pongan inservibles para no sobrecargar el transportador. Los carritos, de plástico o de metal, también se desgastan con el uso y deben ser reemplazados cuando necesario. La extensión, que une los trolleys a los ganchos, es de vital para el conjunto, pues asegura la uniformidad en la posición y nivel de los ganchos. Además, la unión a las demás establece, en gran medida, el éxito de ciertas operaciones. Los ganchos deben ser uniformes, estar nivelados, ser compatibles con los pollos, estar siempre en perfectas condiciones y llenar toda la línea. Frente a cualquier desgaste, deben ser inmediatamente sustituidos para evitar interrupciones en la faena, con impacto en la eficiencia y los costos. ¡Acuérdense que un transportador bien cuidado mucho aporta al éxito de la faena y eficiencia del matadero! fn
*Literatura disponible del autor mediante solicitud