Primeramente, la pregunta que nos puede venir a la mente es: ¿Por qué debemos prestar atención al control de la Enfermedad de Gumboro en gallinas ponedoras?
Desde su descubrimiento al inicio de los años 60, la Enfermedad de Gumboro constantemente ha desafiado la avicultura, ya sea en aves destinadas a la producción de carne (pollos) así como como aves destinadas a la producción de huevos comerciales (ponedoras).
Este control se torna particularmente difícil debido a la alta resistencia del IBDV (Infectious Bursal Disease Virus - virus de la Enfermedad de Gumboro), el cual tiene la capacidad de permanecer en el ambiente inclusive en la ausencia de aves, como en los períodos de intervalo sanitario, en el cambio de los lotes.
Los procesos de limpieza y desinfección son importantes para bajar las cargas virales, pero no suficientes para exclusión total del virus.
Todavía hoy, las formas virulentas están presentes en diversos países, no obstante, haya una gran tendencia de que la enfermedad se presente de forma más dominante como “subclínica”, lo que no significa que haya perdido su patogenicidad o capacidad de inducir importantes pérdidas económicas.
La enfermedad afecta la bolsa de Fabricio, destruyendo los linfocitos B que maduran dentro de ella.
Durante las primeras semanas de vida, el ave está protegida por los anticuerpos maternales (MDA). Luego, después de la catabolización de los anticuerpos maternos, la vacuna debe proporcionar protección activa.
Para gallinas ponedoras tenemos que tomar en consideración que esta protección inicial, proporcionada por la inmunidad materna, como a la inmunidad activa generada por la vacuna, son fundamentales para permitir la adecuada formación de los diversos sistemas del ave.
Y así, posteriormente, permitir la expresión máxima de su potencial genético para producción.
En los programas de vacunación de Gumboro actualmente practicados en ponedoras, como las vacunaciones realizadas en el campo, las empresas enfrentan algunas dificultades.
Por un lado, los niveles de MDA varían entre las aves, y así el período de administración debe ser determinado caso por caso.
Por otro lado, galpones de ponedoras tienen cada día mayor capacidad, y pueden albergar hasta 600.000 gallinas.
De esta forma, como las vacunas tradicionales generalmente son administradas a través del agua de bebida, en estas condiciones, ¿Cómo garantizar una aplicación consistente?
Un trabajo publicado por Lozano et al, el 2019 (WVPAC, Bangkok, Thailand) realizando la monitorización de diversos programas de vacunación en campo, en diferentes granjas en México, mostró una protección bastante desigual:
Una alternativa sería la aplicación de las vacunas vectorizadas, en base HVT (Marek) en la planta de incubación.
Sin embargo, además de no poder combinarse con otras vacunas HVT, no realizan el bloqueo de la bursa. Un trabajo realizado en Holanda demostró esta falla en la protección:
Por estas razones, CEVA Salud Animal desarrolló Novamune, una vacuna de complejos inmunes diseñada para facilitar la vida de los productores de la industria de huevos.
Novamune es administrado por inyección subcutánea al primer día de vida en la planta de incubación. Eso garantiza una aplicación única y uniforme.
Después de la administración de la vacuna, el complejo, compuesto por la cepa SYZA26 y anticuerpos específicos, queda ligado a las células dendríticas foliculares en el bazo.
Con el tiempo, el virus es liberado, y cuando el nivel de anticuerpos maternos disminuye, el virus es capaz de llegar a la bolsa de Fabricio, donde se replica y así, desencadena la respuesta inmune.
Novamune fue específicamente desarrollada para aves de crecimiento lento, como las ponedoras, que poseen un perfil de catabolización de los anticuerpos maternos (MDA) diferente que los pollos de engorde.
Pero, sobre todo, optar por esta vacuna complejo inmune significa optar por la flexibilidad que permite que el productor de huevos adopte una estrategia eficiente y coherente, combinando Novamune con una amplia variedad de productos CEVA.
Al iniciar la protección en la planta de incubación, es posible mejorar los resultados y reducir la aplicación de la vacuna en el campo. Una mejor protección para las aves e innovación para la estrategia del productor.
Resultados en diversos países demuestran la capacidad de Novamune de realizar la protección total de la Enfermedad de Gumboro, con perfecta adaptación a los diversos niveles de MDA:
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AUTORES
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Edgar O. Oviedo-RondónEvolución y revolución: Retos planteados durante el engorde, prefaena y procesamiento
Eduardo Cervantes LópezBioseguridad en granjas avícolas
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Chance Bryant - Director de Servicios Técnicos En Cobb Vantress LLC.