No debemos considerar únicamente una cobertura de una determinada dimensión, sino que tenemos que hacerla parte integrante de un proyecto global.
Cuando nos enfrentamos al diseño integral de una nueva construcción, debemos analizar cuidadosamente el uso que se le va a dar.
No debemos considerar únicamente una cobertura de una determinada dimensión, sino que tenemos que hacerla parte integrante de un proyecto global.
Debe servir de apoyo a elementos secundarios, no solo paramentos exteriores, sino falsos techos, ventanas, trampillas,
extractores, chimeneas, sistemas de refrigeración, escaleras y terrazas en caso de naves de varios niveles, apoyos para diversos equipos interiores.... La estructura metálica es la que mejor se adapta a todas estas necesidades.
No debemos olvidar exigir al proveedor de la nave que, en cumplimento con la normativa vigente, cuente con el certificado de
conformidad CE de control de producción en fábrica para estructuras metálicas.
En términos generales, ya sea para naves destinadas al alojamiento avícola como a almacenes de clasificación y almacenamiento, es imprescindible un diseño enfocado a la limpieza y desinfección de las naves. Para optimizar este aspecto:
Hay muchas diferencias entre las posibles naves para el alojamiento avícola: desde una pequeña nave para, por ejemplo, 3.000 gallinas ecológicas, pasando por naves para gallinas camperas de grandes dimensiones en una única planta hasta naves de alto rendimiento para gallinas en suelo con 2 o 3 niveles.
En cualquier caso, debemos asegurar que no haya interferencias entre, por ejemplo, las divisiones transversales de los aviarios con las ventanas o con las trampillas de salida bien al jardín de invierno, bien al parque exterior; con sinfines; transversal de recogida de huevos o con transportador de gallinaza.
Vuelve a ser imprescindible el enfoque global del proyecto para colocar cada cosa en su sitio.
En el caso de aviarios destinados al alojamiento de gallinas bajo la denominación KAT, también es necesario aportar entradas de luz natural.
Existen una distancias máximas a las que tiene que estar la luz natural de cualquier punto de la nave. Cuando la anchura de la nave es superior a 24 m, no es suficiente con colocar ventanas traslúcidas en las paredes laterales. En estos casos, también se necesitan entradas de luz natural desde la cubierta, pero cuidando de evitar la incidencia directa de luz dentro de la nave.
Para obtener unos buenos resultados en la fase de producción el diseño de la nave es clave.
Un factor esencial es conseguir una correcta homogeneidad de los animales dentro de la nave para que no existan aglomeraciones ni zonas deshabitadas.
Para la consecución de este objetivo es fundamental tener en cuenta varias herramientas como la climatización y la iluminación
junto con otros elementos de manejo como horarios de comidas, apertura de nidos, etc...
La iluminación cobra un papel muy importante siendo necesario independizar las diferentes áreas de iluminación entre las ambientales, interiores y bajo aviario.
Deben tener horarios e intensidades independientes para conseguir no solo la uniformidad de la distribución sino ser una herramienta de manejo del lote en el amanecer y acueste.
En cuanto a la bioclimatización, los elementos que constituyen esta herramienta son:
Buscamos siempre la homogeneidad de las condiciones en todos los puntos de la nave, pero es evidente que siempre encontraremos alguna diferencia.
Debemos lograr que estas diferencias sean mínimas para ofrecer a las gallinas una situación de confort en cualquier punto
útil de la nave. No obstante, aun ante pequeñas diferencias, las gallinas tenderán a desplazarse a las zonas más favorables.
Teniendo esto en cuenta, es preferible que estas diferencias sean menos perceptibles en la dirección transversal de la nave
ya que esto provocaría una mayor concentración de gallinas en unos circuitos de comederos y bebederos, en unas filas de
nidales, en unas cintas de recogida de huevos y una sobrecarga de alguno de los sistemas de extracción de gallinaza. En cambio,
cuando esta diferencia es en el sentido longitudinal el uso de los diferentes sistemas está más repartido.
Para responder de forma correcta a las necesidades durante la ventilación mínima (la necesaria para la oxigenación de las
aves) y los primeros niveles de ventilación, es conveniente disponer de entradas de aire bien reguladas a lo largo de los dos laterales de la nave.
La correcta regulación de estas entradas permitirán trabajar por depresión y conseguiremos una entrada de aire más uniforme y con velocidad. Es importante que el aire entre con velocidad dentro de la nave para una mejor distribución del mismo y una mayor limpieza del ambiente.
Conforme va aumentando la temperatura y por lo tanto incrementándose el número de extractores en funcionamiento, es conveniente disponer de más superficie de entrada de aire en la zona delantera para conseguir el efecto túnel con velocidad de aire.
Estas entradas de aire adicionales dispuestas en la zona delantera de la nave deben tener la superficie suficiente como para suministrar el 100% de las necesidades de aire con todos los extractores en funcionamiento y disponer del sistema de refrigeración evaporativa del aire.
Cuando se alcanza la temperatura en la que se precisa el apoyo de la refrigeración, solo permanecerán abiertas estas entradas
de aire refrigerado que, junto con el efecto túnel, mantendrá una temperatura en toda la nave.
Cuando se trata de instalaciones de una única planta, las chimeneas pueden ser una buena solución en el caso de baja densidad o de grandes anchuras de nave. Además, cuando disponen de un sistema de apertura de emergencia son útiles para conseguir una ventilación estática mínima en caso de alarma junto con la apertura, también por emergencia, de las ventanas laterales.
En los casos en los que se dispone de trampillas de salida al exterior, no es posible realizar una correcta ventilación por depresión ya que hay más superficie de entrada de aire que la necesaria. El uso de chimeneas con entrada forzada de aire permite reducir la depresión en el interior de la nave reduciendo al mismo tiempo el caudal de aire que entra por las trampillas y repartiendo mejor la entrada de aire en toda la longitud de la nave.
El diseño integrado contemplando todos los elementos incluidos, tanto estructurales como de alojamiento, bioclimatización, etc. permite que todo esté ya previsto en la fase de montaje.
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