
29 May 2018
Las unidades de transporte de aves al matadero
Para trasladar las aves en edad de faena al matadero requiere acomodarlas en unidades de transportes que pueden ser jaulas plásticas y contenedores horizontales o verticales.
Para trasladar las aves en edad de faena al matadero requiere acomodarlas en unidades de transportes que pueden ser jaulas plásticas y contenedores horizontales o verticales. Dichas unidades sirven para contenerlas y proteger su integridad física y bienestar durante el cargue y el viaje, y en la planta. Por ende, su diseño, construcción, conservación e higiene están directamente relacionados a su funcionalidad.
La funcionalidad y durabilidad de las unidades de transporte serán determinadas por la manera como son concebidas y construidas.
- Su diseño debe permitir colocar y sacar a las aves de su interior fácilmente y con un mínimo de riesgo a su integridad física, debe facilitar el lavado y la desinfección de las superficies externa e interna a cada viaje y debe asegurar una adecuada aireación de la carga viva, para reducir el estrés térmico de las aves y minimizar las pérdidas por mortalidad.
- Sus dimensiones deben ofrecer flexibilidad para trabajar con un rango amplio de peso vivo, lo que optimiza la operación, reduce el costo de flete y minimiza el impacto sobre el bienestar de las aves.
- Su material constructivo debe resistir a la agresividad del trabajo sin deformarse o deshacerse rápidamente, y debe soportar el lavado y la desinfección frecuentes sin perjuicio de su integridad o vida útil.
- Sus partes móviles deben estar fuertemente integradas al conjunto para que no se suelten fácilmente, pero necesitan proporcionar, al mismo tiempo, un fácil y rápido manejo, a fin de no estorbar el ritmo de trabajo en las distintas operaciones por las que pasan.
- Finalmente, su interior debe estar libre de zonas punzantes o cortantes capaces de lastimar al pollo.
Aunque robustas y bien construidas, las unidades de transporte se desgastan con el uso y el tiempo, lo que puede crear condiciones que amenacen el bienestar y la integridad física de las aves.
Las tapas corredizas, los resortes y trabas de las puertas, piso y los costados, sobre todo los de las jaulas y gavetas plásticas, son las partes que más comúnmente sufren averías que comprometen la funcionalidad y pueden poner en riesgo a la integridad de las aves. Por ello, las empresas deben tener procedimientos que traten de la segregación de las unidades que no estén en condiciones de uso y un registro de la cantidad y de los motivos de la segregación, a fin de tornar posible aplicar medidas que proporcionen la reducción, o eliminación, de las causas de los daños.
Además, es recomendable que la empresa realice el reparo físico de las unidades segregadas aun posibles de recuperación, para no solamente alargar la vida útil del equipo sino que, también, reducir los costos operacionales.
A fin de minimizar el riesgo de contaminación cruzada entre las granjas* y, de esta forma, preservar el status sanitario de las parvadas y la inocuidad de los productos, el matadero debe disponer de los medios necesarios para lavar y desinfectar, adecuadamente, las unidades de transporte a cada viaje, así como para monitorear la efectividad del proceso.

* Literatura disponible bajo solicitud