Memorias aviFORUM-CARNE 2019: Richard Ducatelle

• La forma clínica más severa de la enfermedad se caracteriza por un pico repentino de mortalidad.
• La forma subclínica no se manifiesta con signos visibles de enfermedad, pero se considera como causante de enormes pérdidas económicas asociadas a una reducción del rendimiento.

Al realizar una necropsia, tanto la forma clínica como la subclínica se caracterizan por la presencia de múltiples lesiones necróticas focales coalescentes en la mucosa del intestino delgado, de ahí el nombre de “Enteritis Necrótica”.

Clostridium perfringens es una bacteria gram positiva formadora de esporas, las cuales se encuentran de forma ubicua en el ambiente. Las cepas portadoras de los genes de las toxinas Alfa y NetB son comunes, especialmente en el ambiente avícola. No obstante, la simple ingesta de las esporas de Clostridium perfringens por parte de los pollos no desencadena necesariamente la enfermedad.

De hecho, la enfermedad solo se desarrollará ante la presencia de determinados factores predisponentes. A lo largo de los años, varios de estos factores predisponentes han sido mencionados en la literatura científica, aunque para algunos la evidencia es únicamente circunstancial y no se ha documentado mediante la reproducción experimental de la enfermedad.

Los condiciones necesarias para los factores predisponentes hace que la reproducción experimental de la enfermedad sea un desafío

Un modelo experimental in vivo para la Enteritis Necrótica subclínica:

Se han descrito varios modelos experimentales para la Enteritis Necrótica en las especies diana. Algunos se basan en la valoración de Clostridium perfringens en heces o el porcentaje de mortalidad como parámetros de referencia.

Hace ya más de 10 años, se diseñó un modelo experimental in vivo para la Enteritis Necrótica subclínica, ya que esta es la forma de la enfermedad más difícil de evaluar debido a la falta de sintomatología clínica.

El modelo incluye varios factores predisponentes conocidos, entre los que se encuentra:

• Una alta concentración de harina de pescado (30%) en la dieta
• Una infección controlada de coccidiosis (i.c. 10 veces la dosis de vacuna viva atenuada frente a la coccidiosis)
• Ligera inmunosupresión (vacuna vida frente a Gumboro)

Cuando se expone a los broilers a estos factores predisponentes y se les enfrenta simultáneamente a cepas de Clostridium perfringens portadores de los genes Alfa y NetB (generalmente, la cepa de referencia 56), el 40-60% de las aves desarrollan temporalmente lesiones necróticas en la mucosa del intestino delgado. Dado que estas lesiones son transitorias, es importante que las aves sean sacrificados y que las lesiones sean inspeccionadas en el momento adecuado tras el desafío. Tanto el porcentaje de aves con lesiones como las puntuaciones de severidad de las lesiones son buenos parámetros de resultado que pueden verse influidos positiva o negativamente.

Este modelo se ha utilizado en una larga serie de ensayos centrados en la investigación del efecto de distintas medidas preventivas, tratamientos y factores predisponentes (adicionales) sobre los resultados

Diferentes formulaciones de piensos para broilers pueden hacer que sean más resistentes o susceptibles a la Enteritis Necrótica. El exceso de proteína animal y, especialmente, harina de pescado, son bien conocidos por predisponer a las aves a la Enteritis Necrótica. Por ello, la harina de pescado se utiliza como un modelo experimental.

Además, las aves alimentadas con una dieta a base de trigo también son más susceptibles que aquellas alimentadas con piensos formulados a base de maíz. No obstante, no solo influye el tipo de ingrediente, sino que también su calidad tiene un importante papel.

Hemos demostrado que la contaminación con deoxinivalenol (DON), incluso a dosis escasamente por encima de los límites legales (3-4 ppm) pueden disponer a las aves a la Enteritis Necrótica (Antonissen et al., 2014). Además de los ingredientes, otros aspectos de la formulación del pienso pueden influir en la susceptibilidad de las aves a la Enteritis Necrótica. Esto es claramente el caso de los coccidiostáticos. Ya hace unos años que demostramos que algunos coccidiostáticos ionóforos pueden reducir la susceptibilidad de los broilers a la Enteritis Necrótica (Lanckriet et al., 2010). La susceptibilidad de los broilers a la Enteritis Necrótica puede verse afectada por numerosos factores ambientales y de manejo. Empleando el mismo modelo que el descrito anteriormente, Tsiouris et al. (2014) se demostró que un ayuno de 12 h durante 4 días consecutivos no hace que las aves sean más susceptibles e, incluso, tiende a reducir la severidad de las lesiones.

Este modelo también sirvió para demostrar experimentalmente que, en condiciones de campo, una mayor densidad de alojamiento hace que los broilers sean más susceptibles a la Enteritis Necrótica (Tsiouris et al., 2015). Exponer a los broilers repetidamente a estrés por frío (15°C durante 12 h/ día y durante 5 día consecutivo) hace que sean significativamente más susceptibles a la Enteritis Necrótica (Tsiouris et al., 2015). Más recientemente, se ha demostrado que la exposición repetida de los broilers al estrés por calor (35°C durante 12h/día durante 5 días consecutivos) también aumenta su susceptibilidad a la Enteritis Necrótica (Tsiouris et al., 2018).

Es curioso que todos los factores mencionados anteriormente hacen que las aves sean más susceptibles a la Enteritis Necrótica provocan estrés oxidativo en las células epiteliales del intestino. Esto está bien documentado en el caso del estrés por calor y en la contaminación por la micotoxina DON. El estrés oxidativo de las células epiteliales intestinales conduce a una pérdida de estabilidad de las uniones estrechas, lo que se traduce en aumento de la permeabilidad intestinal.

Dado que Clostridium perfringens requiere de 13 aminoácidos esenciales para su crecimiento, la fuga de las proteínas del hospedador al lumen intestinal podría ser un importante desencadénate. Estos datos sugieren que cualquier tipo de estrés oxidativo sobre la mucosa intestinal podría aumentar la susceptibilidad de las aves a la Enteritis Necrótica. Recientemente, hemos demostrado que incluso la especiación del zinc en el pienso podría afectar al estado redox en los animales, de forma que el zinc inorgánico provoca estrés oxidativo en contraposición al zinc orgánico (De Grande et al., 2019).

La mera presencia de Clostridium perfringens, incluso cepas que expresan las toxinas Alfa y NetB, no conducirán necesariamente a Enteritis Necrótica en broilers. Los factores predisponentes alteran la integridad del epitelio intestinal son un prerrequisito para el desarrollo de lesiones. El estrés oxidativo en las células epiteliales del intestino parece estar involucrado en la mayoría, si no todos, los factores predisponentes. Por ello, proteger las células epiteliales del estrés oxidativo podría tener una importancia estratégica para la prevención de la Enteritis Necrótica en broilers.