Nutrición animal
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Las gallinas ponedoras modernas están siendo seleccionadas genéticamente para ciclos productivos largos, con la promesa de ser longevas y productivas, tienen mayor habilidad para el consumo de alimento en las etapas tempranas y una mejor persistencia en la producción de huevos
Sin embargo, los manejos nutricionales y de alimentación tradicionales deben revisarse para que la operación sea económicamente viable y uno de los temas a revisar es el del manejo nutricional del calcio y el fósforo.
Es normal en las etapas tardías la mortalidad de las aves se incremente y empiecen a presentarse eventos como:
lo que sería un claro indicador de que uno de los factores que debe revisarse es el metabolismo del calcio y el fósforo como responsables de una gran cantidad de funciones de las cuales depende su vida y los rendimientos productivos.
LA IMPORTANCIA DEL CALCIO
El Calcio es el elemento mineral más abundante en el cuerpo animal, el 99% está en los huesos como fosfatos de calcio y el restante 1% distribuido en forma iónica.
Es el principal constituyente del cascarón en forma de cristales de carbonato de calcio. Además, participa en algunas funciones metabólicas como:
La deficiencia en calcio genera:
LA IMPORTANCIA DEL FÓSFORO
Además de ser parte del hueso el fósforo, interviene en la movilidad muscular, metabolismo energético, de los carbohidratos, grasas y aminoácidos, metabolismo de los tejidos nerviosos, desarrollo del esqueleto, algunas enzimas y coenzimas.
Asimismo, está implicado en el almacenamiento y transporte de energía, forma parte del ADP, ATP y creatina fosfato.
Solo un 10% de fósforo está en forma de fosfato inorgánico
CALIDAD Y GRANULOMETRÍA DE LA FUENTE DE CALCIO
Es muy importante, asegurar la calidad y granulometría de la fuente de calcio suministrado pues las ponedoras tienen necesidades de calcio fino o de rápida solubilidad, para ser usado durante el día para su metabolismo basal y funcional y fuentes de lenta solubilidad o de granulometría gruesa que serían retenidos en la molleja, para suplir las necesidades de formación de cáscara en las horas oscuras.
El esqueleto proporciona una gran reserva de calcio y fosfato para utilizarse en otros sitios corporales cuando los aportes dietéticos son inadecuados.
Durante la puesta el calcio presente en el hueso medular es utilizado para la formación de la cáscara cuando la absorción intestinal de calcio es insuficiente.
El nivel de movilización ósea es inversamente proporcional al contenido de calcio ingerido o circulante y las cáscaras formadas son más gruesas cuanto menor sea la participación del calcio óseo en el proceso.
Se debe hacer especial énfasis en favorecer al máximo el origen intestinal del calcio, con el fin de proteger la salud del hueso.
POLLONAS AD-PORTAS DE COMENZAR LA PRODUCCIÓN
A las pollonas ad-portas de comenzar la producción es importante alimentarlas con alimentos balanceados con niveles intermedios de calcio (2 -2,5%) y presencia de granos gruesos de caliza para favorecer y potencializar la salud de los huesos, preparándose para los ciclos largos.
POLLONAS ENTRE LAS 55 A 60 SEMANAS
Después del huevo 200 que normalmente sucede entre las 55 a 60 semanas de vida, los parámetros productivos empiezan a disminuir de manera significativa, y la mortalidad se incrementa.
Por ello, en esta etapa, se hace importante hacer una revisión en el plan de alimentación y el plan de suplementación de piedras de calcio y la relación de éste con el fósforo disponible para que la ponedora pueda soportar de manera eficiente el ciclo de producción largo.
CONCLUSIONES
La estrategia de manejo y alimentación para las gallinas ponedoras incluye la revisión de la granulometría del alimento y la fuente calcio, el uso de dietas diseñadas para la protección del hígado, la mejora de la inmunidad, el mantenimiento de la salud ósea, complementado con un plan de iluminación de acuerdo con los objetivos de la empresa.