“Haciendo un estudio aritmético, hoy, anualizando, da un máximo de 2% (de crecimiento). Pero la situación se está agravando, la tendencia es que ese 2% se desvanezca también “, declaró Zani a Reuters.” En una hipótesis más complicada, podemos no tener crecimiento alguno en relación al año pasado o hasta retroceso, ejerciendo influencia el tema de la Unión Europea “, añadió.
Por embargo de la UE: Sindirações revisa producción de ración en 2018
El embargo de la Unión Europea a 20 frigoríficos brasileños, principalmente de carne de aves, llevó a Sindirações a revisar la previsión de la producción de la ración en Brasil en 2018.
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El embargo de la Unión Europea a 20 frigoríficos brasileños, principalmente de carne de aves, llevó al Sindicato Nacional de la Industria de Alimentación Animal (Sindirações) a revisar la previsión de la producción de la ración en Brasil en 2018. En la Agencia Reuters, el vicepresidente, el ejecutivo de Sindirações, Ariovaldo Zani, afirmó que la decisión del bloque europeo afectará negativamente la demanda de la ración y, consecuentemente, a productos como maíz y harina de soja.
La previsión inicial del Sindicato era de una producción de cerca de 70 millones de toneladas de ración en Brasil este año, lo que correspondería a un crecimiento aproximado de 3% sobre el récord del año pasado. Pero esta estimación no se podrá confirmar, y la actividad se debería expandir menos de lo previsto.
En 2017, la producción de la ración en Brasil demandó cerca de 43 millones de toneladas de maíz, o la mayor parte del consumo interno del cereal proyectado para el país, de 57 millones de toneladas en 2016/17. En el caso de la harina de soja, la producción de la ración demandó el año pasado 16 millones de toneladas, según datos de Sindirações, de un consumo total en el país estimado por el gobierno de 17 millones de toneladas en 2016/17.
Del total de la producción de la ración, la avicultura consumió la mayor parte, ó 38,5 millones de toneladas, según datos del Sindirações, que apuntan también a que la porcicultura demandó el año pasado 16,5 millones de toneladas.
El problema con la Unión Europea, que afectó principalmente a la empresa de alimentos BRF, es el más reciente de una serie de factores negativos que afectan a la demanda interna de la ración, recordó Zani, citando un consumo de alimentos en el comercio minorista brasileño menor que el proyectado inicialmente y un embargo ruso a las carnes porcina y bovina de Brasil.
Brasil consume internamente la mayor parte de su producción de carnes.
Aunque la Unión Europea no es el principal mercado para el pollo brasileño, los europeos tienen una participación importante como destino del producto nacional. Brasil vendió 317 millones de dólares de pollo salado in natura a la UE el año pasado y 118 millones de dólares en pollo in natura sin sal, según datos del gobierno.
ALTOS COSTOS
El ejecutivo de Sindirações destacó también problemas internos para explicar las proyecciones menos optimistas de producción de la ración, como los costos más altos con maíz.
Solamente, el precio del maíz registró un alza de más de 40% frente el mismo período del año pasado, en alrededor de 40 reales el saco, de acuerdo con el indicador del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), en medio de expectativas de una cosecha menor este año, en la comparación con 2017.
Zani ponderó que esta alza en los precios del maíz puede tener algún factor especulativo, ya que considera que los stocks sumados a la cosecha de verano de este año son suficientes para atender la demanda de la industria hasta la cosecha de invierno, que responde a la mayor parte de la producción del cereal de Brasil.
Además, comentó que, en un escenario de demanda más débil por carnes, el agricultor que no está vendiendo ahora su maíz puede quedarse con el “mico en la mano”, y eventualmente tener que vender el producto a valores bajos.
“Va a tener más depreciación de precio (de la carne), en función del aumento de la oferta con la decisión de Europa … Y el costo de producción es muy alto. Y si la producción (de pollo) disminuye, esto afecta los negocios de la industria de alimentación animal, que es proveedor de insumos “, dijo Zani.
También, recordó que la industria de carne porcina vive una situación similar a la del pollo, con el embargo ruso a las exportaciones brasileñas desde fines del año pasado. “El Mato Grosso ha tenido un perjuicio de 70 reales por animal sacrificado (de porcino) … por el aumento del costo de producción versus la depreciación de precio pagado al productor, en buena parte por la dificultad de traspasar eso al consumidor, al por menor”, afirmó.
Sin embargo, Zani dijo tener la expectativa de que pronto Rusia pueda reanudar compras de carne de Brasil, y subrayó que China ha absorbido parte de lo que los brasileños dejaron de exportar a Rusia.
Agencia Reuters