12 May 2020
El riesgo de contaminación por micotoxinas se redujo ligeramente en América del Sur, pero preocupa el mundo, según la Encuesta Mundial de Micotoxinas de BIOMIN
La contaminación por micotoxinas es una cuestión muy seria en todo el mundo. La Encuesta Mundial de Micotoxinas de Biomin […]
La contaminación por micotoxinas es una cuestión muy seria en todo el mundo. La Encuesta Mundial de Micotoxinas de Biomin 2019, que analizó más de 20 mil muestras de pienso e ingredientes usados en la nutrición animal recolectadas en 86 países de varios continentes (incluyendo América del Sur), concluyó que el 75% de las muestras procedentes de las diferentes regiones contenían sustancias tóxicas producidas por hongos por encima del límite aceptable.
El problema se ha vuelto aún más preocupante con el avance de las llamadas micotoxinas emergentes. Las más frecuentemente encontradas son la beauvericina, eniatia y moniliformina. La beauvericina ha sido asociada a efectos negativos sobre el sistema inmunológico, mientras la moniliformina tiene efectos tóxicos conocidos especialmente en el corazón. Además, efectos aditivos de la moliniformina con fumonisinas en aves y con DON y fumonisinas en cerdos han sido reportados.
“Todos los continentes se ven afectados por las micotoxinas, en mayor o menor grado. Los datos recolectados en la Encuesta Mundial de Micotoxinas de Biomin son fundamentales para determinar sus concentraciones y en cuáles regiones hay que concentrarse más. Las micotoxinas constituyen un gran desafío para la producción de aves, cerdos y bovinos. En 2019, por primera vez incluimos los riesgos en la acuicultura en nuestro análisis, el cual es un importante mercado en crecimiento en todo el mundo”, explica Alexandro Marchioro, Gerente Global de Producto para Micotoxinas de Biomin.
La clasificación para análisis de micotoxinas se divide en cuatro niveles: extremo, severo, alto y moderado.
En 2019, el riesgo en América del Sur pasó de extremo a severo, con el 89% de las muestras contaminadas con fumonisinas (FUM), que están presentes en materias primas y piensos. La toxicidad de las micotoxinas puede causar daños en el sistema inmunológico, edemas pulmonares, lesiones en el hígado o incluso la muerte. La presencia de deoxinivalenol (DON) constituye otro problema en la región y el 85% de las muestras de trigo contenían altas concentraciones de esta toxina. Además del trigo, el DON también se encuentra con frecuencia en maíz y otros cereales.
La encuesta alertó sobre un riesgo extremo en América del Norte: el 90% de las muestras contenían micotoxinas y el 77% fueron positivas por contaminación de DON. “Este resultado puede estar relacionado con las graves inundaciones sufridas en la región el último año que afectaron la cosecha”, informa la encuesta. El riesgo también ha aumentado en el continente africano, donde el maíz y los piensos se ven fuertemente afectados por las aflatoxinas. Otro dato que se observó es la cocontaminación, es decir, en el 77% de los casos se detectaron más de una micotoxina en la misma muestra.
“En general, las micotoxinas causan grandes daños a la producción animal. La ingesta de más de una micotoxina al mismo tiempo puede ser fatal para los animales. A partir de la detección de tendencias regionales asociadas a las micotoxinas, la industria puede desarrollar herramientas y elaborar programas de control personalizados”, explica el Gerente Global de Producto para Micotoxinas de Biomin.
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